martes, 29 de diciembre de 2009

AÑO DE NIEVES, AÑO DE BIENES


Si la entrada anterior era mas que previsible, esta se escribe sola. A tan solo un par de días que acase este 2009, no queda otra que hacer balance de lo que ha dado de si el año. Intentaré, a pesar de todo, hacerlo con la mayor sinceridad posible.
Desde que comenzó supe que este era un año de cambios.
Sé que hay mucha gente inquieta, gente conformista, personas más o menos enraizadas, todo tipo de personalidades. Todas validas. Y la mía necesita siempre avanzar, no quedarse anclado en los mismos parajes vitales.
El tiempo me ha ido dando la razón a mi percepción de cambio, este 2009 lo es, y espero que continúe en el próximo.
Tampoco es que los cambios en la vida de uno sean radicales, no. Por suerte son cambios apenas perceptibles para los demás, pero profundos en mi mismo.
Necesitaba conocer a mas gente, cambiar el tema de conversaciones tan trilladas con mis amigos. Lo conseguí.

Necesitaba tener un medio de expresión, donde otras personas afines a mi, compartieran sus gustos conmigo, sus viajes y proyectos, unos amigos virtuales. He aquí la prueba.
Necesitaba pasar página de tantas cosas ancladas en el tiempo y que no me permitían avanzar, y creo haberlo conseguido.
Necesitaba el reto personal de volver a estudiar, desoxidar mi cerebro y comprobar que aun, con un poco de esfuerzo si se quiere, se puede. Objetivo cumplido
Con todo esto, no me queda otra que admitir que el 2009 no me ha tratado demasiado mal.
Este verano, por fin, realicé el camino de santiago, viaje que dio origen a este blog y que además fue una experiencia vital que recomiendo a todo aquel que aun no lo haya hecho.
He perdido la cuenta de todos los libros han caido, aunque no haya tenido mucha suerte con la elección.
La crisis económica (de la personal mejor no hablar), apretó pero no ahogó. Viendo lo que se ve en los medios de comunicación, demasiado bien me va la cosa.
Sólo sigue habiendo algo que me preocupa, y es el mundo, la sociedad que nos toca vivir. El individualismo al que nos vemos sometidos, y tantos casos como se dan en los que los derechos humanos fracasan.

Espero seguir creciendo como persona, madurando como ser humano y aceptando mis errores y defectos cada vez mejor, como hasta ahora voy haciendo.

martes, 22 de diciembre de 2009

NAVIDAD Y AQUELLO QUE ME ALEGRA LA VIDA


Aunque resulte evidente y más que previsible hablar de Navidad en estos días, no quiero dejar pasar por alto las fechas para escribir sobre estas fiestas.
Para mí, y para muchos cristianos, estas fechas tienen una doble vertiente, la espiritual y la “pagana”. El otro día escuché a un sacerdote por televisión, algo enfado por el tema de los crucifijos y los símbolos religiosos, decir que la navidad es patrimonio exclusivo de los cristianos, y que al igual que se prohíben otros ritos católicos, debería también hacerse con la Navidad; sin embargo, añadía, al ser estas unas fechas divertidas y llenas de consumismo, no interesa tanto como los crucifijos, eliminarlas del

calendario.
Mi punto de vista es otro: la navidad es una mezcla entre la celebración del nacimiento de Cristo
y el paganismo comercial. Un gran cumpleaños que, le pese a quien le pese, se celebra desde hace ya 2010 años y en casi todo el mundo.
Mucha gente detesta la Navidad porque ya no están sus seres queridos, o simplemente porque
son anti-sistema. La mayoría de las actos, si los desnaturalizamos pierden interés.
No obstante la celebración de cada uno es tan licita como la del otro, el tema es celebrarlo. La Navidad sirve para juntarse con la familia, ver mas a los amigos, comprar (por que no), comer mucho y recordar que hace dos milenios alguien vino a cambiar el mundo, y que al menos en estas fechas aun lo consigue.
Pero el titulo de la entrada es “Aquello que me alegra la vida”.
Me alegra la vida sobre todo mi familia, con su sola presencia y el estar cada instante a mi lado. Mi madre, que va haciéndose mayor pero la tengo. Mis hermanos,

que es imposible tener otros mejores.
Me alegran la vida mis amigos, los de siempre y los que se incorporan. Todos ellos están para alegrarme y alegrarlos yo a ellos
Me alegra la vida la gente que lee y opina en mi blog, que aguantan mis paranoias y las comentan sirviéndome de terapia para mis desvelos. Y de todos ellos me acuerdo especialmente en navidad.
No sé por qué a pesar de gustarme tanto, lucho cada año por no perder un poquito de esa fantasía e ilusión que tenían estas fechas cuando era niño. El día de nochebuena lo vivía como algo muy especial. Poner el nacimiento con mis padres. Salir a ver las calles iluminadas, comer

chocolate y churros en cualquier lugar muertos de frió. La noche de reyes, con mi padre riendo en el salón mientras yo me asomaba a la habitación muerto de miedo por si los pillaba allí, con camellos y todo. La cabalgata, la misa del gallo … Todo lo que significaba la Navidad me apasionaba y me apasiona, sin embargo aunque me empeñe ya no lo vivo como antes. Todo evoluciona, todo cambia y nosotros también. Me da más pena ver la falta de Navidad en otros que en mí mismo. Pero siempre en estos días recibes la llamada de algún amigo del que hace tiempo que no sabes. Hay alguna postal en el buzón, cantas algún villancico y comes un poco de turrón.
Siempre hay algo que te recuerda que a pesar de todo es Navidad, y que estas fechas siempre son especiales.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

CEMENTERIO BRITÁNICO DE MADRID


Reconozco que no lo conocía, ni siquiera de oídas, pero una tarde vi un reportaje en Tele Madrid hablando de uno de los lugares mas desconocidos de la ciudad y me puse manos a la obra.
El “British Cemetery” data del año 1854. Es un pequeño camposanto dependiente de la embajada

británica, por lo que es territorio Inglés. Se construyó para dar sepultura a los extranjeros que, al pertenecer a otra confesión distinta, no podían ser enterrados en los cementerios católicos.
El gobierno español presionó para que los enterramientos se hiciesen "sin
culto, ritual, pompa, ni publicidad", aunque la revista Illustrated London News, recoge un enterramiento en el que participa "una carroza fúnebre de cuatro caballos, seguida de ocho carruajes".
Especialmente desde principios del siglo XX se permite el enterramiento
de miembros de otras confesiones, aunque no fueran cristianos, por lo que también hay una parte judía e incluso una tumba musulmana.

En 1997 se creó una fundación para restaurar el cementerio. Se arregló la puerta de entrada, se demolió parte de la vivienda de los guardas y en su lugar se colocó un columbario para cenizas, que es la única parte del cementerio que puede seguir utilizándose, ya que el resto está prácticamente ocupado.
Sólo hay un panteón monumental, perteneciente a la familia de banqueros
Bauer, antecedentes de los Rothschild. Es de estilo neoegipcio y tiene inscripciones en hebreo.
También hay un monumento a la familia Parish,

fundadores del circo Price, cuyo patriarca, Thomas Price, está enterrado aquí, y las tumbas de las familias Loewe, Boetticher, Girod, Lhardy, fundadores del restaurante madrileño homónimo, y la de los fundadores de la pastelería Embassy. Asimismo, en el cementerio se encuentra enterrado el fotógrafo Charles Clifford, fallecido en 1863 y cuya lápida es una de las más antiguas, varios miembros de la familia real de Georgia establecidos en España tras su exilio.
El aspecto del lugar resulta algo desolador. Muchas lápidas están hundidas o rotas. El sitio, tal vez por desconocido, es absolutamente solitario. Cuando realice la visita no me cruce con nadie. El campo santero está por allí intentando reparar lo que puede y arreglando el jardín. Es un cementerio pequeño pero muy curioso. Un lugar sin duda, para descubrir.
Al igual que en otras ocasiones os dejo el enlace a mi álbum para que podais, si quereis, ver todas las fotos que realicé.

viernes, 11 de diciembre de 2009

LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD, LA HOMOFOBIA SI



Ante el revuelo ocasionado por activista Saharaui Aminatu Haidar, donde una vez más cientos de
personas se manifiestan a favor de sus derechos y los actores salen en su defensa (lo cual aplaudo, que quede claro); mi mente rebelde piensa en todas las injusticias que constantemente
se producen a lo largo y ancho de nuestro planeta tierra y de las que nadie parece acordarse.
Me viene a la memoria la controvertida guerra de Irak donde todos protestamos, tal vez olvidándonos después de que existen aun muchos países en guerra y muchos inocentes muriendo absurdamente en conflictos sin sentido.

El caso de hoy y para el que pido todo el apoyo posible es el de un joven iraní, Nemat Safavi, condenado a la horca por mantener relaciones sexuales con otro hombre cuando tenía 16 años.
El caso pone los pelos de punta, sobre todo en un país como España donde este tipo de problemas están solucionados y todos hemos aprendido a convivir, independientemente de la tendencia política, religiosa o sexual de cada uno, o eso prefiero pensar.
No es el único ni será el último caso. El 23 de enero de 2008, Hamzeh Chavi y Loghman Hamzehpour, dos jóvenes homosexuales de 18 y 19 años, fueron detenidos en Sardasht, también en el Azerbayán Iraní, y obligados mediante tortura a confesar que estaban enamorados, tras lo cual fueron acusados de sodomía y de ser ‘enemigos de Alá’, delito que se castiga con la horca. Así podríamos enumerar uno tras otro las veces que en diferentes partes del mundo se vulneran los derechos humanos mas inherentes a la persona.
Existen aun países donde se persigue, encarcela, torturan y asesinan a homosexuales. Donde se apedrea a una mujer por que consideran que ha sido adúltera o se las mutila para que no conozcan jamás el placer sexual.

Y todos ellos también son personas, igual que la que ahora reclama sus derechos en Lanzarote y a la que, repito, apoyo con todas mis fuerzas, pero que no esta condenada a la muerte y que tiene la posibilidad de asilo político en nuestro país.
Me gustaría que todos los oportunistas de foto fácil defendieran también muchas otras causas que hay abiertas por el mundo y que no sé porque no tienen la misma trascendencia mediática. Los excuso también por esto, quiza no se hayan enterado o no den abasto a apoyar tantas causas.
El caso de Nemat Safavi empezó a darse a conocer en España por Facebook, los medios no hicieron una sola mención al tema. Posteriormente se publicó en algunas revistas de ámbito gay; y hasta que una revista francesa no se hizo eco, no se consiguió salir del silencio informativo.
Me opongo a ser victima de los medios de comunicación. A que me obliguen a pensar de una manera concreta. Y por supuesto estoy a favor de que se cumplan en todas las partes del mundo, los derechos humanos.
Se puede apoyar la causa a través del manifiesto de Facebook:
http://www.facebook.com/event.php?eid=188558951899&index=1
Y para mas información pinchad en la foto lateral de este mismo blog.



martes, 1 de diciembre de 2009

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID


El otro día escuché por televisión que los de Madrid somos tan chulos que no nos permitimos nacer en cualquier sitio. Me hizo gracia, lo primero por lo de chulos, tópico que se repite sobre todo
cuando salimos de nuestra ciudad y ya se sabe: los de Madrid chulos, los Vascos brutos pero
nobles, los Catalanes agarrados y, los andaluces vagos …. Tópicos y mas tópicos que no se suelen cumplir.
Pero este en parte si, porque Madrid se compone de todo menos de Madrileños. Yo mismo nací en la comunidad, a tan solo 30 Km., pero no en Madrid, y sin embargo me siento tanto de mi ciudad, Alcalá de Henares, como de Madrid capital, donde actualmente vivo.

Otro de las frases mas escuchadas de la gente de aquí es que Madrid es una ciudad imposible para vivir; muchos ruidos, atasco constante, gente y mas gente; sin embargo yo no lo veo así. Madrid me fascina cada día que lo habito. Es una ciudad repleta de ofertas de todo tipo: culturales, de ocio y de todo lo que se pueda imaginar porque Madrid lo tiene.
Me gusta pasear por muchas de sus calles aun solitarias del Madrid de los Austrias. Visitar los enormes parques del Retiro, el Tierno
Galván. Perderme por uno de sus ilustres cementerios y recorrer las tumbas de todos los que decidieron morir aquí. … y vivir la noche madrileña, deteriorada pero que aun existe si la conoces bien. Paar por la Gran Vía a las 4 de la mañana como si fueran las cinco de la tarde. La calle que nunca duerme, que nunca esta vacía. Tertulias en la Latina, fiesta en Chueca y Malasaña …

Me gusta la gente de Madrid. En esta ciudad multicultural nadie se preocupa por la identidad. Todos conformamos Madrid y pocos son de aquí, así que ¿Por qué identidad vamos a luchar?. Madrid ya tiene sufriente con lo que es.
No soy ciudadano del mundo como se lleva ahora decir. Soy ciudadano de Madrid y este es mi sitio. Soy de raíces, que le vamos a hacer, y cuando salgo fuera de la comunidad de Madrid, la añoro,
aunque mi adoración por todas las ciudades Españolas es grande.

Cuando fui por primera vez a Barcelona vine diciendo que algún día viviría allí, encantado con el civismo y con la arquitectura, sobre todo del ensanche. Cuando viaje a Sevilla volví soñando con aquel lugar mágico. Alicante es mi otro hogar y así podría enumerar uno a uno todos los rincones de España que he visitado, pero cuando llego a Madrid siento que estoy en casa.
Esta ciudad nunca se acaba de descubrir del todo. Cuando te cansas de ella, surge otro aliciente más, otra zona que disfrutar, otro teatro que ver, otra exposición, otro restaurante. Y es que a Madrid dicen que solo le falta el mar, pero yo digo que ni falta que le hace.


jueves, 26 de noviembre de 2009

CEMENTERIO SACRAMENTAL DE SAN JUSTO


Y he aquí una nueva entrega de cementerios.
En mi afán por descubrir el arte funerario, hace unos días visité el cementerio Sacramental de San Justo, en Madrid. Este apasionante lugar data del año 1847. Digo apasionante porque a mi me pareció un museo. No he visto mayor concentración de arte funerario en mi vida, ni siquiera

en la Almudena. De hecho debe ser mucha gente la que lo visita, ya que cada patio posee una placa con información de los "difuntos ilustres" que hay y su ubicación exacta.
En él yacen importantes personajes literarios del siglo XIX como Larra, José de Espronceda, Bretón de los Herreros, los hermanos Álvarez Quintero, López de Ayala, Manuel Tamayo y Baus, José Zorrilla ... Los restos de los compositores Federico Chueca y los de Ruperto Chapí también se hallan aquí, al igual que los del pintor Vicente Palmaroli, el político Pedro Sainz Rodríguez y el actor Manuel Dicenta.
También se encuentran en este cementerio los restos de Ana Delgado Briones, más conocida como Anita Delgado, quien fue maharani de Kapurthala; los de Pastora Imperio, en una zona del cementerio que está cubierta junto a la entrada del Paseo de la Ermita del Santo; los de los padres y el hermano de Camilo José Cela(muy cerca de la tumba de Anita Delgado) y muchos otros que por cuestión de tiempo no pude visitar.

El sitio sobrecoge por su soledad. Apenas me crucé en toda mi vista con tres o cuatro personas. También por los largos túneles abarrotados de nichos y porque se divide en patios más o menos pequeños.
Se va cruzando de un patio a otro bien por los túneles de nichos o por arcos. El caso es que llega un punto en el que no sabes muy bien donde estas. Es bastante laberíntico, lo cual dota aun más al lugar de un halo misterioso. Me pareció muy buena idea lo de indicar las tumbas más célebres y aunque decían que no se pueden hacer fotos sin permiso del cementerio, con mucho respeto y
bastante disimulo y como no había nadie alrededor me salte la norma. En cada rincón vi algo para fotografiar y salí de allí encantado con la visita
y sabiendo, al igual que en la Almudena, que me dejo mucho por ver.
Junto a este cementerio esta el de san Isidro, lugar donde reposan los restos de infinidad de nobles, condes, duques, marqueses … y donde en vez de tumbas hay panteones. Ser a mi próxima visita.
Como hice muchas fotos que me gustaría que vierais, os dejo el enlace al álbum álbum completo. Espero que funcione. Podéis hacer uso de las que querais, pero por favor citad el blog de origen.
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lunes, 23 de noviembre de 2009

NOCHES CON SINDROME DE PETER PAN


Y eso es lo que me pasa muchas veces, sobre todo cuando mi cumpleaños llega como hoy, y veo que ya soy una año más viejo. Presumo de ser de los del vaso medio lleno, pero creo que a veces
lo veo medio vació. Esta bien lo de pensar que más que un año que nos acerca al fin, tenemos que pensar en un año más que hemos vivido.
Sin embargo no es lo que me preocupa. Lo del final no es un problema y además no lo voy a negar, lo veo tan lejano.
Ni siquiera creo que haya nada que me preocupe de todo esto. Me gusta la vida. Y cumplir años forma parte de ella.
Lo que realmente me asusta de cumplirlos es ver como se me escapa el tiempo. Como, irremediablemente se me fue la veintena y atravesé el arco de los treinta con todo lo que conlleva.
No sé a los demás, pero a mi lo de “Carpe Diem“ no me funciona. Soy demasiado retorcido como para poder vivir cada día sin pensar en el siguiente, ni en los problemas que pueda ocasionar a los demás. Todo debe estar bien medido, no salirse demasiado por la tangente. Eso antes no me pasaba. Antes si vivía sin pensar en el mañana.

No quiero crecer. Sé que cumplir años es inevitable y sino … mal asunto; pero quiero cumplir años sin crecer. Quiero seguir sintiéndome cobijado al lado de mi madre. No desligarme de ella.
Pasa, que lo que me trae la madurez no me termina de convencer. Es verdad que tiene su punto. Dicen que independencia, yo no la he conseguido. Dependo de los demás más que nunca, salvo en lo económico.Que mis hermanos me sigan cuidando como siempre, como el pequeño de la casa. Quiero seguir cerrando los ojos al llegar a casa y respirar el aroma de un guiso en el horno y el calor de mi casa y recordar esa misma sensación 25 años atrás cuando volvía del colegio.
Quiero ser como Peter Pan y no crecer.
Mucha responsabilidad eso si. Eso la madurez te lo da de golpe. Responsabilidad.
Te trae también algo de cansancio. Ya no aguantas por la noche hasta las tantas como antes, ahora prontito a casa y si te has bebido una copa de más, encima al día siguiente con dolor de cabeza.
Te trae la obligación de pagar cosas, la obligación de ser responsable. La obligación de trabajar. La obligación de crecer y como positivo la capacidad que uno adquiere de enfrentarse a la vida y relativizar los problemas cotidianos.
Y el tiempo pasa rápido, mucho más rápido que antes.
Apenas si me dio tiempo de aprovechar la adolescencia. Aquellos amigos que eran como hermanos y de los que ya no tengo ni el teléfono, Aquellas borracheras en el parque y la emoción de la primera novia En un suspiro se fueron las noches de vino y rosas como se suele decir, y de repente zas!, llegó la madurez.

No me deprime cumplir años. Pero cuando miro atrás y recuerdo lo que pensaba, cuando creía que la vida era una gran aventura repleta de sorpresas y nuevas experiencias, aprendo que esto es otra cosa. Otra situación que esta bien, pero no lo que esperaba. Que nadie se escandalice, no creo que la gente viva al límite con un montón de días llenos de sorpresas y proyectos. La vida pasa, con años mejores y otros peores. Normalmente con tan poco tiempo que no nos da ni para pensar que cada día que perdemos ya no se recupera.
Yo, por si acaso, me amparo a mi derecho de no crecer. Intento reinventarme cuando me aburro. Intento empezar de nuevo cuantas veces sea necesario. Intento también luchar contra Campanilla diciéndole que ya esta bien, que me deje crecer. Pero no la molesto demasiado, no vaya a ser que un día me abandone y ya no vuelva más.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS


Últimamente se habla mucho del fin del mundo. Que tal vez este cerca. Que esto ocurrirá en el 2012, y un montón de apocalípticas revelaciones que nos auguran un final tan destructivo como trágico a la humanidad.
Desde Nostradamus al calendario Maya. Científicos y todo tipo de nuevos pensadores, de esos que llaman de la New Age, nos predicen que esto se acaba. Irremediablemente.
Y la verdad es que no me extrañaría lo más mínimo que la sociedad, el mundo tal y como lo conocemos, sufriera una profunda transformación. Y esto no debería ser malo.
Hace tiempo escuché una entrevista de Eduardo Punset, hombre que destaca por sus conocimientos científicos y su capacidad de inventar cuentos con poco fundamento, pero que en cualquiera de los casos de tonto no tiene un pelo, donde aseguraba que de esta crisis se saldrá cuando las personas aprendamos y cambiemos nuestros criterios, prioridades y forma de vida.

Que vamos avocados al fracaso de esta sociedad, eso no hace falta ser muy listo para presagiarlo. Este mundo da miedo.
Analizo y veo como se manipula la información, algo que me da pánico. Recuerdo cuando surgió la guerra de Irak y todos salieron a la calle a protestar por ella. Y todos tenían razón, pero ¿es que ya no hay guerras por las que protestar?. Cientos de personas mueren en países en guerra sin que nadie se preocupe por ellos lo mas mínimo ¿a lo mejor porque no se puede sacar provecho político?. Realmente la sociedad necesita un cambio.

Dentro de unos días se celebra el día contra la violencia de genero, situación que me tiene absolutamente compungido. ¿Adonde hemos llegado el ser humano, maltratando al más débil, maltratando a un semejante?. Cada día, solo en España, en mi país civilizado y occidental, muere al menos una mujer por malos tratos. Para ellas ya ha llegado el 2012.
Realmente hay que cambiarlo
La alimentación transgénica nos esta envenenando. Aunque aun no se ha demostrado que tenga algo que ver con el aumento de casos de cáncer, parece ser que por ahí van los tiros. Esta enfermedad avanza como la espuma y de forma irremediable. Los pesticidas y todo lo que inyectan a la carne provoca enfermedades mortales.
¿Y las grandes fortunas?¿y los países capitalistas incontrolados?. Todos estábamos muy bien mientras dos terceras partes del mundo se morían de hambre. Lavábamos nuestra conciencia apadrinando un niño con 30 euros que nos sobraban. Ahora que los países emergentes reclaman su parte del pastel, ya no esta tan bien. Ahora protestamos, pero aun esperamos que todo esto vuelva a su cauce y todos volvamos a ser los nuevos ricos que soñamos un día.

No hace falta ser Nostradamus. No es necesario descifrar el calendario Maya o esperar que los científicos digan que en 2012 puede haber un proceso de inversión de polo magnético que arrase la tierra. A la naturaleza ya nos la estamos cargando nosotros y no aprendemos. A las personas ya nos las estamos cargando y no aprendemos. El Apocalipsis le estamos creando nosotros. No somos capaces de reciclar, ni de utilizar energías renovables que no contaminen. Todavía hay países que no cumplen el protocolo de Kioto.
Un cambio. Un gran cambio cultural y de valores es nuestra única salvación. Sino, tarde o temprano, nosotros o nuestros hijos vivirán una situación irremediable de destrucción. Y yo no soy apocalíptico.


sábado, 14 de noviembre de 2009

TERCERA Y ÚLTIMA


Ancianos. Tercera edad y última, porque ya no hay cuarta. Si llegas ahí, has llegado lejos.
Frecuentemente voy a visitar a un familiar alojado en una residencia y con la cabeza casi perdida. ¿Dónde estarán todos sus recuerdos? ¿Dónde quedaron sus ilusiones, sus proyectos y hasta su voz?
Cuando me siento a su lado la escucho respirar. Antes no paraba de hablar. Cuando era más pequeño y ella aun conservaba la cordura, había veces que le pedía que se callara porque siempre estaba contando las mismas batallas; Ahora pagaría por escuchar de ella una frase completa y coherente. Ella, que tanta guerra dio, esta ahora en una silla frente a la ventana
iluminada por el sol que se posa cálido sobre su cabello cobrizo. Aun conserva su coquetería, o más bien se la conservan los demás.
Me fijé en sus manos la última vez que estuve. Apenas si son huesos y algo de piel. Recordé

cuando me llevaba al campo a recoger cardos para cocinar. Sus manos que todo lo pudieron y sus piernas que ya no pueden caminar, han recorrido el mundo entero. Ha vivido el amor, a su manera. A sufrido el hambre de la guerra. La muerte de sus padres, de su marido.
Su voz, que ahora no sabe pronunciar más que monosílabos, antes narraba las más bellas
historias. Me hablaba de la cartilla de racionamiento, Me contaba su boda con todo lujo de detalles, y describía a sus padres con tanto amor que aunque nunca los conocí es como si aun estuvieran. Recordaba su casa del pueblo, aun lo hace, y algún amor de juventud.
Es de lo único que parece acordarse ya, de sus padres, de su niñez. Igual que si la estuviera viviendo ahora mismo. Como si la vida fuera un circulo y al final, en el ultimo extremo, se juntara con el primero, con la niñez.
¿Cuánta vida queda en sus ojos transparentes. Claros. Completos? ¿Cuántas cosas les quedan por mirar?
Cuando llego sonríe, y me conoce. Eso, tan solo eso. Unas horas es lo único que le puedo ofrecer, y un beso al despedirme, una de las pocas cosas que aun no ha olvidado porque se señala la mejilla con el dedo.

No sé porqué, pero tengo debilidad por la tercera edad. Todos los sentimientos y emociones que no me provocan los niños, me lo provocan los ancianos. La sensibilidad de su vida, de una vida que se perderá en el tiempo.
Es una suerte llegar a viejo. Es una suerte poder vivir tanto. Y es una suerte para nosotros poder compartir con ellos todo lo que nos ofrecen. Sacar un poco de tiempo y aprender, porque algún día, si llegamos, seremos nosotros los que miraremos el mundo a través de unos ojos a punto de marchar.

Va por ti Tía.


jueves, 12 de noviembre de 2009

PANTEÓN DE HOMBRES ILUSTRES


Hace unos días, los compañeros del blog http://imatgesdesilenci.blogspot.com/, me recordaron que en Madrid existe un lugar con las mejores esculturas funerarias, posiblemente, de toda España.

Así que me acerqué a visitarlo y a hacerle unas fotos para poder compartir con ellos y con todos los visitantes de este blog la experiencia. Por eso esta entrada se la dedico especialmente a todos los amigos de Cataluña que tantos y tan buenos sitios nos enseñan. Las direcciones de sus blog, que recomiendo que visitéis, están en el lateral derecho de esta pagina.
El Panteón de Hombres Ilustres es un edificio de estilo Neo Bizantino cercano al Retiro, y que aunque actualmente solo contiene los restos de Canalejas, el lugar dispone de estupendas esculturas funerarias.
Aunque la primera idea, alrededor del año 1830, fue albergar los restos mortales de Cervantes, Lope de Vega y Tirso de Molina, entre otros, Resultó prácticamente imposible ubicarlos y realizar el traslado, así que finalmente se otros restos como los de Garcilaso de la Vega, Quevedo o Calderón de la Barca, que se albergaron en este edificio hasta que años más tarde fueron devueltos a su lugar de origen.

La visita se realiza en diez minutos, si te entretienes, sino en menos. Sin duda alguna prefiero a nivel de arte funerario cualquier cementerio, por ejemplo el sacramental de San Justo del que en breve publicaré las fotos y que es una verdadera joya.El panteón actual data de 1890, cuando la reina Maria Cristina mandó construir, anexo a la basílica de Atocha, un panteón que albergara como en la idea original los restos mortales de personajes ilustres.

Allí fueron enterrados Francisco Martínez de la Rosa, Diego Muñoz-Torrero, Juan Álvarez Mendizábal, José María Calatrava, Salustiano Olózaga, Agustín Argüelles, Antonio Cánovas del Castillo, Práxedes Mateo Sagasta, Eduardo Dato y José Canalejas. Salvo este ultimo todos los demás han sido reclamados y entregados a diferentes ciudades españolas, pero no las esculturas funerarias que los albergaron. Joyas que se pueden visitar gratuitamente y que actualmente pertenecen a Patrimonio Nacional.
Mi opinión personal con respecto al lugar, es mas de museo que de Panteon. Es un recinto pequeño, muy cuidado en un edificio bellisimo, pero frio, repito, tipo museo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

ES UN ESCANDALO

Como siempre, desde que escribo este blog, una entrada me lleva a otra. Lo mismo me da por poner fotos de los cementerios que visito, como escribir sobre lo que pienso. Soy de mente inquieta y eso me impide centrarme en uno u otro tema. Me gustaría que las personas que leen este blog (gracias a todos, cada día sois más), supieran más o menos de que voy a escribir en la próxima entrada, pero la verdad es que no lo sé ni yo, y no soy capaz de centrarme en una sola disciplina. Mi cabeza bulle y va lanzándome ideas.

Otras veces no es así. Una noticia o un comentario a alguna de las entradas me dan pie a una nueva reflexión.
Con la entrada anterior, tuve el honor de contar en los comentarios con el Zurdo y con Gonzalo Escarpa entre otros. Este último me remitió a un articulo escrito por él, en el que analizaba con muchísimo más acierto y profesionalidad que yo, como la cultura se pone al servicio del dinero; y ojeando su blog encontré una entrada de la que me he permitido copiarle el titulo: Es un escándalo.
Quien tenga interés en leerlo, ahí va el enlace:

Y esto me ha llevado a analizar lo que para mí y para cualquiera debería ser un escándalo o no.
En este mundo donde asistimos sin pudor y a diario al maltrato y la violencia de genero, donde padres denuncian a sus hijos y decenas de ancianos mueren solos en su casa, es un escándalo que Gonzalo Escarpa, en un ejercicio de creatividad literaria, utilice palabras malsonantes contra varios políticos.

En este país, donde el sensacionalismo y la sinrazón han llegado a todos los medios de comunicación; donde los niveles académicos de los jóvenes están en la cola de Europa, donde gana más un futbolista que un científico, es un escándalo que sin ningún pudor se descontextualice lo que escribe un autor y hacer de esto una noticia más o menos morbosa.

Un escándalo es el terrorismo, la pasividad de los sindicatos, el maltrato animal, la falta de creatividad, el poder al servicio del dinero, el todo vale por la pasta, el abuso de poder de nuestros políticos frente al pueblo que les ha votado, no un poema.


Me escandaliza el mundo, no lo niego. Me escandalizo cada día cuando veo las noticias, y en cada canal las cuentan a su manera. Me escandalizo con la corrupción, con la incultura, con el pasotismo, con la falta de posibilidades de mucha gente, con el paro, con la insensibilidad hacia el arte y así podría escribir páginas y páginas de cosas que me escandalizan, pero desde luego para nadie debería ser un escándalo un libro (salvo que sea muy malo), una bronca de Belén Esteban con su marido, ni un desnudo de Elsa Pataki. Eso no es un escándalo. Marquemos la diferencia. Utilicemos bien las palabras.

viernes, 6 de noviembre de 2009

EN POS DE LA CULTURA

A favor de la cultura se hacen barbaridades. Cultura, y se nos llena la boca con la palabra.
Este país que desprecia la cultura hasta límites insospechados, se recrea luego diciendo que es una nación donde se apuesta por ella.
Digo esto tras analizar, sin mucho esfuerzo porque salta a la vista, de que manera se utiliza la palabra para ponerla al servicio del dinero. No es nada raro, al fin y al cabo es lo que mueve el mundo.

Si tomamos la rama de la literatura, veremos como la industria editorial no apuesta nada por los autores noveles, regalando dinero en premios multimillonarios (como el Planeta) a autores consagrados que en la mayoría de los casos ya no tienen nada que contar. (No hay certamen peor considerado por un lector que se precie)
Seguro que hay cientos de autores, escritores, poetas, narradores fabulosos que no pueden publicar nada.
Si seguimos por la música, no hay gran diferencia. Dicen las grandes discográficas que nos estamos cargando la industria música. ¿Qué tal les iría si apostaran un poquito por el talento y se olvidaran de las cifras?. Probablemente ganarían mas. Creo que quien lleva tiempo matando la música son ellos.
La mayoría de la música de calidad no suena en las radios. Hoy en día las posibilidades de grabar un disco una banda que este empezando son casi nulas. Salvo reclamos del público.
Y así continuamos con la pintura, la escultura y el arte en general.
Si, es verdad que la industria no tiene porque arriesgar su dinero en algo que no va a dar beneficios. De acuerdo, pero entonces que no hablen de cultura, que hablen de negocio.
¿Y nuestra clase política?¿de que manera promociona la cultura?¿hay algún tipo de presupuesto para fomentar la creatividad?. Ah! No, que se ha recortado el presupuesto para investigación y desarrollo. Todo lo contrario. Los únicos que pueden enganchar presupuesto publico son los chupones del gobierno de turno, sea uno u otro.

No soy nostálgico de otros tiempos, sin amargo si añoro la apuesta que existió en España en los años 80. Aquel revuelo creativo, en el que cualquiera que quisiera cantar, tenía un escenario para hacerlo (¿Por qué no resucitará Tino Casal?). Cualquiera que supiera contar algo, bien a través de una película o de una narración, tenia presupuesto público para hacerlo.
Ya que no hay interés por nuestras políticos y “grandes hombres y mujeres de la cultura”, todos esos que se aprovechan del canon digital y hasta de la TV; Todos esos que chupan del presupuesto público para hacer películas soporíferas, al menos si que surgen como oasis, ideas que por cierto vienen de los de siempre, de aquellos que se preocuparon por la cultura y siguen en ello.

Hace unos días, me llevé la sorpresa por parte de Fernando Márquez “el Zurdo”, que me comunicó en mi blog la existencia de “la Piscifactoría”, un laboratorio de creación donde con los medios posibles se apuesta por la cultura y el talento.(http://lapiscifactoria08.blogspot.com/). A peticion añado esta piel de Lobo para cuantos quieran saber algo más. http://wwwpieldelobo.blogspot.com
Gracias a personas así, a colectivos así, a algunos aun nos queda una luz al final del túnel para
poder disfrutar algo más y más de cerca del arte y la cultura que los de arriba nos niegan.

martes, 3 de noviembre de 2009

TE HE ECHADO DE MENOS HOY.


En esta nueva etiqueta que he denominado "campo de estrellas", iré escribiendo sobre otra de mis paranoias: mis mitos. Ya escribí que yo soy mitómano, así que poco a poco desgranaré uno a uno cada uno de estos personajes.

DIEZ AÑOS SIN ENRIQUE URQUIJO

Dale al Play



Este mes se cumplen 10 años desde que Enrique Urquijo marchó de este mundo, y no he querido dejar pasar la oportunidad, una más, para recordar a este hombre que con su voz y sus canciones a compuesto gran parte de la banda sonora de mi vida y la de mucha gente.
Sea este mi pequeño homenaje.
Los Secretos y Enrique Urquijo en particular, son un paréntesis extraño en la música que me gusta y que habitualmente escucho. No suelo seguir a grupos que llegan al gran público, no me suelen gustar. Me suelo ir más hacia la música independiente y en especial hacia la más oscura y tenebrista. Ahí es donde encuentro la posible relación con Enrique. A los Secretos le ha perseguido siempre la tristeza, por mucho que ellos lo nieguen. Las letras deprimentes de sus canciones. El mismo Enrique declaró en muchas ocasiones que era incapaz de componer nada si no estaba triste.
Conocí la personalidad de Enrique a través de un libro publicado por Rama Lama Music, titulado “Adiós tristeza”. Enrique fue un hombre tímido pero apasionado en todo lo que hacía. Cada una de sus canciones reflejan su personalidad inquieta y obsesiva. Tuvo una vida rara, no fue muy afortunado en amores, y los tiempos que le toco vivir, donde las drogas estaban al orden del día, le fueron destruyendo poco a poco.
Mi relación con el grupo viene más o menos desde los 15 años cuando , como toda la gente de mi generación, escuchábamos en lo bares canciones como “déjame” o “sobre un vidrio mojado”, entre medias de muchos otros Hits de la época. Sin embargo algo me atrajo especialmente de la voz de Enrique Urquijo que me hizo investigar mas sobre él. Comprarme algo más que un recopilatorio de Grandes éxitos.
Chocaba bastante en mi, con mis referentes musicales tan diferentes a los de los hermanos Urquijo, que tuviéramos algo que conectara a uno con otros. Recuerdo cuando escuché “el primer cruce” “ojos de perdida” o "quiero beber hasta perder el control" con una base rítmica tirando a Rock and Roll americano y algo country, sonido que en esos momentos yo detestaba, y que sin embargo en la voz de Enrique me parecían espectacularmente bonitos.


Me compre del tirón, “la calle del Olvido” y un concierto que sonaba fatal, donde descubrí la canción mas importante de todas las que escuchado nunca: “Buena Chica”
Este tema tiene para mi especial importancia, porque aparte de las cientos de veces que la habré escuchado y no me canso jamás, tiene un significado especial en mi vida que la gente que me conoce sabe cual es. Es sin duda mi canción favorita ya no solo de Los Secretos, sino de todas.
A mis amigos les parecía lo peor que a mi me gustara un grupo así, mientras lo que se llevaba entre nosotros era mas punk, pero yo no podía evitar sentirme cautivado por la voz de este hombre. Me empapé de su tono tristón y melódico.
Un sábado por la tarde, de camino hacia la Sala Revolver de Madrid, entré junto a un amigo a comprar tabaco a un pequeño bar que pillaba de camino, en la plaza de Conde Suchil. Al cruzar la puerta estaba sonando una canción de Enrique (si no recuerdo mal “ojos de gata”) y comencé a tararearla, pero al acercarme hacia la maquina, vi que sobre una pequeña tarima estaba él, con una guitarra dando un pequeño concierto para muy poca gente, como a Enrique le gustaba. La verdad que no habría más de cuarenta personas allí. Frené de golpe y me quedé hipnotizado por la situación. Enrique Urquijo ya era para mi el gran mito, uno de los primeros mitos de mi vida y estaba allí, tan cerquita que me vio la cara de asombro y sonrió, o me lo pareció a mi. Disfruté de las cinco o seis canciones que tocó y luego marché. Podría haber hablado con él cuando bajó de aquella tarima (que ni siquiera era escenario), haberme acercado a saludarle porque resultaba muy accesible y había muy poca gente, pero a mi siempre me ha paralizado ver a las personas que admiro de cerca y me muero de vergüenza si tuviera que decirles algo. Así que me di media vuelta y me fui, satisfecho de haber vista tan cerca al genio.
Lo demás fueron discos y mas discos: “Adiós Tristeza”, “Dos caras distintas”, “Cambio de planes”.
Cuando salió Cambio de Planes me acababa de dejar con una novia del instituto, una chica que se llamaba Elena y , tonterías de la adolescencia, me iba hacia su barrio siempre tarareando esta canción.
Cada tema de Los Secretos puede situarme en un momento de mi vida. Seguí escuchando tanto al grupo como las dos joyas que sacó con Los Problemas, pensando que Enrique Urquijo era una fuente inagotable de canciones bellas, de composiciones que podían hacer que te identificaras con sus letras.
Pero no fue así.
Enrique falleció el 17 de Noviembre de 1999, con tan solo 39 años. Prefiero no detallar aquí las causas que ya todos conocemos, pero no murió de la mejor forma posible ni en su momento.
Por lo que se de él, siempre fue una persona depresiva. Un hombre al que no le gustaba mucho este mundo y caminaba entre el entusiasmo de su música y el desencanto general hacia lo que le rodeaba. O eso cuentan los medios de comunicación.
A mi la personalidad de Enrique me gustaba, porque si no hubiera así, no habría creado las canciones que creó; pero cada vez que escucho temas como el ultimo “hoy la vi”, “cambio de planes“, “hoy no“ “pero a tu lado“, “margarita” y muchos más, siempre pienso ¿Cuánto hubiera podido dar de sí este hombre si continuara vivo?. Cientos de canciones que se llevó y que no podrá compartir con la gente.
Hace un par de semanas, su hermano Javier ha publicado una maqueta de Enrique en su nuevo disco. La escuchas pensando si hubiera sido para lo nuevo de Los Secretos o Los Problemas, y como hubiera sido ese nuevo CD. Creo que Enrique estaba, cuando murió, en uno de sus mejores momentos creativos, si es que alguna vez tuvo algún momento creativo malo.
Por suerte Álvaro defiende bien sus canciones, y desde que no esta Enrique ha sacado dos discos muy buenos, pero el hueco de este hombre en el escenario y en la música es difícil de rellenar.
Cuando me enteré de su muerte por los medios de comunicación, no lloré, porque los chicos no lloran, pero si sentí muchísimo su perdida. Una semana después le llevé flores a su tumba.
Ahora que se cumplen diez años, volveré a poner un ramo, para recordar que allí, esta la voz más triste y cercana que jamás escuche, y que Enrique resucita cada día en los cientos de personas que después de 10 años seguimos escuchándole casi a diario, probablemente más contento allí arriba, que en este “mundo raro”, que tan mal le entendió.
Con todos mis respetos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DÍA DE DIFUNTOS

Y siguiendo con este ciclo fúnebre, y aunque esperaba escribir sobre otro tema, se ha cruzado el día de difuntos entre medias y me he visto obligado a escribir sobre él. Cualquiera que siga mi blog, sabe de mi afición hacia todo lo relacionado con la muerte y que es un tema recurrente al que siempre vuelvo.
Yo, como casi todos los españoles, recordamos el día de difuntos como un día casi festivo de visita a los cementerios, viaje al pueblo (el que lo tenga) y comida familiar. Algo parecido a lo que ocurre con otras festividades, pero esta sirve para honrar a nuestros muertos.
Sí, ya se que hay gente muy moderna que dice que se les debería recordar en cualquier momento y que no hace falta que sea una fecha concreta, pero yo digo ¿Por qué no?. Hay un día de navidad, un día de la constitución, y un día de los muertos. Es una tradición.
Como seguidor y admirador de las costumbres españolas, cada año me maravillo con todo lo que rodea a este día y me asusto de cómo otras tradiciones que no tienen nada que ver con las de aquí van invadiendo nuestra cultura. Me refiero a la americanada de Halloween.
Mi recuerdo de este día es el de mi madre y mis tías, cubo de agua y paño en mano, yendo a limpiar la tumba familiar. Así sigue siendo. Uno engalana su última residencia como cuando va a recibir una visita. Y los comentarios tipo “no vaya a ser que pase alguien por allí y no tenga flores puestas, o no este la lápida limpia”. A resaltar que suele ser algo femenino, los hombres como mucho las acompañan.
Existe un lado pagano, casi frívolo, que también me gusta como el de llamar a los dulces típicos de ese día huesos de santo. Al fin y al cabo casi todas las fiestas religiosas tienen un inicio pagano.
El día esta repleto de leyendas apasionantes. Mi madre nos contaba que la noche de difuntos, estos están libres por la tierra. Es como una licencia que se les da para vagar nuevamente por el mundo de los vivos. Ella cuenta que en su pueblo toledano, en cuanto oscurecía se encerraban todos en casa por miedo a encontrase con algún ánima perdida.
También herede de mi familia la costumbre de encender un cirio para cada familiar que ya no esta con nosotros. Tradición que cumplimos en mi casa a pies juntillas.
Yo, por supuesto, no he celebrado Halloween ni creo que lo haga nunca. Lo primero porque no me gusta disfrazarme y lo segundo porque mi tradición me gusta muchísimo más que la otra. La veo mas divertida que le vamos a hacer. Prefiero esperar en casa a ver si aparece algún espectro, que vestirme de Drácula y hacer el tonto en una discoteca (con todos mis respetos hacia quien lo haga).
Aunque no es mi día preferido para visitar cementerios a nivel cultural, ya que hay demasiado gente, si es un día para reflexionar sobre la muerte, de como las nuevas generaciones la rechazan y viven al margen de ella y como las personas mayores tienen mucha mas cultura de morir que los mas jóvenes.
Pero bueno, del tema de la muerte y sus tradiciones y su cultura, seguro que escribiré mucho más.

viernes, 23 de octubre de 2009

SER MODERNO

La palabra “moderno” tiene varias acepciones, pero yo me quedo con la segunda: persona que en cualquier tiempo se ha considerado contrapuesto a lo clásico; aunque no la comparto al cien por cien.
Muchas veces me he preguntado ¿Qué es ser moderno?. Y la verdad siempre me he contestado que moderno es aquel que no intenta serlo.
En Internet existen una serie de Biblias de la modernidad hacia una tendencia u otra en la que en diez sencillos pasos te conviertes en alguien a la moda. Ese es el problema, que estar a la moda es ser actual, que no moderno.
Hace años leí un libro de Fernando Márquez "el zurdo", icono de la movida madrileña y co-fundador de Kaka de Lux, que se llamaba música moderna y

que me fascinó, por ser un tratado de lo que yo consideraba modernidad. Como adolescente me limité a seguirlo a pies juntillas. Hace poco lo releí y me di cuenta del absurdo en el que me basaba y como me consideré moderno por imitar a una generación que ni siquiera era la mía.
Si las tendencias musicales, culturales y de vestir te marcan tanto como para seguirlas a ciegas, realmente muy moderno no eres. Por otro lado ser moderno tampoco tiene que ser ir de Underground. Escuchar lo que no escucha nadie, ir a sitios alternativos y en el fondo seguir otra tendencia. Eso puede considerarse independiente, ¿pero moderno?.
Siempre me consideré una persona moderna, tal vez porque nunca me dejé influenciar por nadie ni nada. Si algo clásico me gusta lo tomo. Si me apetece escuchar un día un disco de coplas o boleros lo oigo y si quiero escuchar lo más independiente también. Me gusta algún también algún grupo super ventas que le vamos a hacer.
Yo coincido más con Marshall Bermann al decir que "Ser modernos es encontrarnos en un entorno que nos promete aventuras, poder, crecimiento y transformación de nosotros y el mundo, y al mismo tiempo amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos, todo lo que somos y volverlo a reinventar“.
Ser moderno es un aprendizaje constante, una apertura de mente hacia lo que no conocemos y que podemos añadir a nuestros conocimientos y personalidad.
Algunos tal vez digan que eso es no tener la ideas claras, pero yo no lo considero así, simplemente es avanzar. Si tu pensabas una cosa y alguien te convence de lo contrario, puedes cambiar de opinión, actualizarte.
Si te vestías de una determinada manera, pero un día te ves en el espejo con lo que realmente te gusta y decides que ese es tu estilo, se lleve o no, eso es ser moderno.
Modernidad es transformación, que no rebeldía. Modernidad puede ser transgresión, pero no transgredir por que sí, sino transgredir porque necesites saltarte una norma para ser feliz.
Hay personajes televisivos que van de modernos, pero que debieron serlo en su época porque ahora simplemente repiten lo que ya hicieron, y peor aun los que lo imitan.
Ser moderno es una actitud. Algo inherente a las personas inquietas. Es mas moderno quien asume lo que es, que quien intenta ser alguien que no podrá ser jamás.

jueves, 8 de octubre de 2009

El sindrome de Peter Pan

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Uno nota que se esta haciendo mayor cuando salen noticias en Tv como las del botellón y opina: “que mal va esta juventud”; o cuando ve el nuevo programa de Antena 3, aula del 63 me parece que se llama, y piensa, “en mis tiempos existía mucha mas disciplina en el colegio y salíamos todos bastante mejor formados.
Entonces es cuando me doy cuenta que empiezo a hablar como los padres. Que la generación que ahora domina la diversión ya es otra, y que la mía, inevitablemente, se ha quedado atrás en estos temas.
Uno se da cuenta de que ya no es tan joven, cuando por curiosidad ve en el Youtube un capitulo de los Fraguel Rock y añora su infancia. Cuando se pone en casa el primer disco de Héroes del Silencio y recuerda su adolescencia de la que ya han pasado casi 20 años.
Y es que inevitablemente nos hacemos mayores y no hay que tener ningún reparo en decirlo y asumirlo. Asumir la treintena es un logro que a muchos nos cuesta.
Por suerte, me puede mi sentido del ridículo y cuando intento vestir como si tuviera quince años, me doy cuenta de que esa moda, lo que yo considero juvenil ya no es actual. Mejor ser coherente con la edad.
Una de las cosas que mas me asusta es el baile. Menos mal que yo nunca he sido de bailar (salvo en estados de embriaguez). Cuando ves a los de 40 para arriba, observas un baile como mareado, como cuando los padres bailan música Pop en las bodas. ¿lo dará la edad?, piensas. ¿Y si yo me convierto en un mayor que baila así alguna de las pocas veces que piso una discoteca? Y lo peor ¿y si no me doy cuenta?… Mejor no bailo.
¿Y cuando ves a algún amigo ya de 37 o 38 con un Levis 501 y un polo Lacoste corto y ajustado? y piensas, espero no verme nunca así, tan pasado de moda.
Entonces, en todos y cada uno de estos momentos es cuando te das cuenta de que te estas haciendo mayor y que la vida ahora te ofrece otras cosas, ni mejores ni peores, tan solo otras cosas.
El “Obregonismo“, tendencia a la que yo llamo de las personas que no asumen su edad, es algo que no esta inventado para mi.

jueves, 1 de octubre de 2009

SEPTIEMBRE

Septiembre es un mes raro. Es el mes que yo llamo bisagra. En septiembre es cuando la mayoría de la gente se plantea el año y no en Diciembre.
Cuando regresé de vacaciones de verano, este año y todos, venía cargado de proyectos: comenzar a estudiar inmediatamente; terminar mi segunda novela; apuntarme a una ONG; pasar más tiempo con los amigos que quiero, y con la familia por supuesto. Hacer dieta rigurosa, volver al gimnasio …. Y porque no, pensar en un nuevo negocio que lleva rondando algún tiempo por mi cabeza.
Según caen las hojas del calendario te vas dando cuenta de que Septiembre va avanzando y aun no has abierto un libro ni has hecho casi nada de lo que tenías previsto. Y eso pasa año tras año. Y eso a veces hasta frustra. Ya no tanto, porque en el fondo te lo esperas.
Bueno, vengo cargado de proyectos que luego se van desvaneciendo sin que pase nada.
Entonces ves que Septiembre se acaba y piensas, tal vez en Octubre que ya estoy más alejado del verano me dedique a todo lo que tenia pensado iniciar en Septiembre.
Esta por ver.
Lo increíble es que al final, cuando llega nuevamente Agosto, miro para atrás y veo que el año a dado más de sí de lo que pensaba y he conseguido, si no todo, gran parte de lo que me propuse el curso anterior.
En cuanto a las estaciones, debo decir que la vida me ha enseñado a disfrutarlas todas. Antes, hace unos años, para mi existía invierno (de Septiembre a Mayo) y Verano (de Junio a Septiembre), ahora no. La primavera y el otoño me gustan tanto como el verano y el invierno.
Espero aprender también que a pesar de disponer de Agosto para proponerme nuevos proyectos, Septiembre solo sirve para madurarlos, y no para iniciarlos.
En cuanto a este Septiembre, el de 2009, debo decir que me siento bien. He recuperado algo de mi vida social, lo cual me hace sentir rejuvenecido. He leído algunos libros atrasados. He bajado los de la oposición de la estantería, aunque aun no los he abierto, y he terminado de restaurar mi primera novela para que este dispuesta para enviar a las editoriales (a ver si alguna se anima). Hasta me ha dado algo de tiempo ha escribir algo de la segunda.
Estoy contento. Septiembre no se ha portado mal.
Ahora llega ya el frío. El invierno me gusta. Tardes enteras en casa. Los domingos leyendo junto a la calefacción y viendo un montón de películas y series atrasadas.
Pienso viajar este año. Hacer senderismo en el hayedo, alojarme en un monasterio que ya tengo mirado y dedicar mas tiempo a afianzar los lazos con mis amigos.
Veremos a ver.

jueves, 24 de septiembre de 2009

LA MUERTE SIENTA TAN BIEN



Curioso tema este de la muerte y sus protagonistas, los difuntos, eso que algún día seremos todos. Si, ya sé que hablar de la muerte es un tema tabú y según algunos bastante desagradable; sin embargo nos toca lidiar con el cada día y en cada momento. Pones la tele y hay muertos. Cada semana te enteras que murió el padre de un amigo o la hermana de la vecina. Uff que repelus. Y a pesar de esa estrecha convivencia no nos acostúmbranos a que tenemos como morir.
La muerte para mi tiene dos vertientes: la mala (tanatorios, entierros, duelo, lagrimas …) y la buena que es la que me gusta.
El lado frívolo de la muerte que llamo yo.
En ese apartado tan divertido circulan desde rascayú hasta los vampiros (o no muertos), desde la güijas hasta las experiencias cercanas al a muerte, donde se pasea por un túnel luminoso hacia el otro lado.
Que dos vertientes más distintas de la misma cosa.
Todos tenemos miedo a la muerte, a la propia y mucho más a la de nuestros seres queridos, porque en el fondo dudamos que allí, en el otro barrio, haya algo. ¿Y si no hay nada? se acabo el lado frívolo del asunto, ya solo queda el entierro. Yo prefiero pensar que hay algo y así pierdo el miedo, que no la pena.
Mi amigo Manuel Ocasar, me regalo hace años un libro de Luis Carandel sobre tumbas y cementerios, esquelas simpáticas y demás (libro que por cierto no me canso de ojear y que recomiendo a todo el mundo), donde viene una escalera hacia arriba en la que en el primer escalón hay un bebe, en el segundo un adolescente y de hay hasta el quinto donde esta sentado un hombre de mediana edad. Luego la escalera empieza a descender hasta que el último escalón reposa una calavera. Escalofriante.
Si entramos en el tema Vampiros, no paro. Los no muertos, siempre me han gustado tanto que en las películas me pongo siempre de su lado, deseando que chupen mucha sangre de las rubias tan tontas que aparecen para que las muerdan. Me caen también.
Para frivolidad de la muerte, nada mejor que mis adorados Monster, nuevamente, ya que German no deja de ser un ser creado con diferentes cuerpos de cadáveres.
En cuanto a lo grafico, reconozco que me apasiona. Siempre adore las calaveras de escayola que utilizo para adornar mi casa y las películas de terror con muchos fantasmas.
Por eso recomiendo profundizar a todo el mundo en lado divertido de la muerte, para quitar yerro al asunto y reírse un poco.
El miedo gusta. Esa sensación hacia lo desconocido, hacia lo oscuro. Me trago todos los programas de cuarto milenio para vivir en cada historia las experiencias cercanas a la muerte. Yo siempre imagino la mía propia como la de la película Ghost, con un túnel luminoso y todos mis seres queridos fallecidos esperándome al otro lado, pero antes espero haberme levantado unos metros sobre mi mismo y contemplar el entorno.
Que extraña relación con la muerte la mía. Prefiero pensarlo y así cuando llegue no me asusto.
Volviendo a lo frívolo, antes hablaba de Rascayú. Un cadáver viviente. Es curioso, desde pequeños vemos esqueletos hasta en el colegio y sin embargo dudamos de ser nosotros mismos por dentro, como rascayú, que es un cadáver y le preguntan ¿Cuándo mueras que haras tú?.
En un viaje que hice a Asturias con mi amigo Pepe, estuvimos en una pequeña iglesia románica en medio de una pradera que gracias al párroco pudimos visitar ya que estaba en obras. Cuando entramos todo el claustro estaba levantado. Centenares de huesos se amontonaban en sepulcros descubiertos, perfectamente conservados. Esqueletos de niños pequeños y en especial recuerdo una tumba con un adulto y un niño en el mismo hueco. Varios antropólogos se paseaban entre ellos tomando muestras y clasificando. Recuerdo esta experiencia con una de las más místicas de mi vida, por todo lo que llegué a pensar sobre la muerte en ese momento y que paso de reproducir aquí.
Los cementerios, sobre todo los antiguos me parecen un lugar perfecto para pasear. Últimamente le he cogido gusto al de la Almudena. Tan grande y lleno de famosos. Así tengo la posibilidad de tenerlos cerca aunque sea muertos. Dos de mis mitos están allí: Enrique Urquijo y Lola flores. Me encanta perderme por entre las tumbas leer las inscripciones y hacerme fotos en las mas bonitas, ya que hay verdaderas joyas funerarias. Recomiendo a todo el que pueda que lo visite, porque resulta mucho mas apasionante y tranquilo que el Retiro.
Admiro a los ancianos de los pueblos que cuando les preguntan que tal están contestan : “Aquí, esperando la muerte“. Que realismo sus palabras. Ojala yo pudiera asumirlo con tanta naturalidad.
En fin y por terminar, decir que si nos reímos de la muerte, sobre todo de la propia, seguro que vivimos, lo que nos quede muchísimo mejor que si nos olvidamos de ella, como si fuera algo ajeno que seguro que nunca nos tocara.

lunes, 14 de septiembre de 2009

CONTEMPORIZAR

No soy una persona nostálgica, mas bien lo contrario, creo que el mejor momento de la vida es el presente.
El pasado tiene poco que ofrecer; lo vivido, vivido esta y poco mas. Aunque inevitablemente hay cosas del pasado que me gustan mas que el presente. Me parece que los 80 y mediados de los 90 fueron mas divertidos que el presente. Hecho en falta las grandes discotecas del centro de Madrid, Xenon de Callao, Pasapoga en Gran Via, y el Revolver de Galileo donde pase tantos y tantos momentos buenos. Sin embargo mirar atrás no sirve de mucho salvo en lo cultural que sirve para aprender. Si no hubiera vivido todo lo que me toco y quise vivir, si no hubiera escuchado aquella música ni hubiera conocido a aquella gente, yo no sería quien soy.
Si tengo suerte de algo, es de mi capacidad para contemporizar, para vivir el presente; porque igual que digo que el pasado forma parte de mi vida, mirar hacia atrás me aburre mucho. Cuando me encuentro con gente que ya no forma de mi vida y que nunca debió formarla, me aburro (que no aquellos otros con los que tanto tenia en común). Cuando me hablan de personas y grupitos de los que ya pasé pagina me aburro; y cuando me dan la tabarra con que cualquier tiempo pasado fue mejor me aburro mucho más.
Hay veces que sin querer escucharlo, me entero de personajes que pasaron por mi vida y que aunque daría hasta dinero porque desaparecieran están siempre ahí, incordiando, repitiendo las mismas cosas una y otra vez. Entonces es cuando más me revelo y pienso en el futuro.
El Futuro; si algo aprendí de la mentalidad Punk, es lo de no hay futuro. Es tan cierto que dudo de él. Si en el pasado pienso poco, en el futuro menos.
Me gusta el presente. No por mi presente sino por el presente generalizado, el de toda la gente (el mío también), pero echo en falta a personas que ni conozco y otras que se esfumaron. Aquellos con los que podía hablar de casi todo. Que compartíamos gustos y aficiones, rarezas y manías. Y a los que no conozco, porque estoy seguro de que por ahí debe haber gente con la que pueda hablar de todo lo que me gusta.
A veces miro el entorno y lo veo demasiado “descafeinado”, sin sustancia y sin criterios. Si por la radio ponen esto escucho esto. Si se lleva salir por aquí, aquí voy. Si un libro se vende mucho (suponiendo que lean), ese me compro … uff que pereza. ¿y los que se repiten?: 10 años hablando de lo mismo, 10 años escuchando lo mismo, 10 años con la misma gente y saliendo por los mismos sitios ¡Aburridos!
Me hacen aun más gracia, noticias como la que escuche el otro día, cuando dijeron que se reeditaban todos los discos de los Beatles y un montón de frikis de 20 años hablaban de ellos. A mi si me preguntaran una canción de los Beatles ni sabría decirla. No son de mi generación, no me interesan.
¿Tan difícil es vivir el presente?¿Innovar, aprender cosas nuevas?. Que si, que en los 80 Marc Almond estaba de moda. Para mi ahora también, pero también existen los Killers. Que si, que Hellraiser fue la Ostia; ya, pero ahora se graban películas de terror en 3D. Es verdad que con Martes y 13 me reia, pero donde este Muchachada nui... Si, tuve unos amigos hace años con los que me lo pasaba bien, pero ahora me parecen unos muertos aburridos.
En definitiva, hay que quedarse con lo mejor del momento, ponerlo todo sobre la mesa, coger lo que nos gusta, despreciar lo que no, mezclarlo todo, digerirlo y a otra cosa.

domingo, 16 de agosto de 2009

El camino de Santiago 2009

LUNES, 3 DE AGOSTO DE 2009
   
Comenzamos el camino de santiago en Ponferrada. Bueno en realidad solo llegamos a Ponferrada para comenzarlo al día siguiente. El viaje fue largo, muy largo. Para algo menos de 400km hemos tardado 5 horas. Por el camino el autobús paró para que comiéramos. Pepe traía preparados unos bocadillos de tortilla, mi comida preferida que estaban buenísimos. En la estación hemos visto a una señora mayor pidiendo para comer, y nos ha dado tanta pena que le hemos dado uno; después hemos pensado que tal vez no se lo comería y lo tiraría, así que me ido a hablar con ella, y me ha asegurado que se lo iba a comer. Hemos iniciado el camino con el propósito claro de ser mejores y por algo hay que empezar. Además la mujer parecía honesta y en el camino dicen que todo lo que se da se recibe y que todo se trata de compartir.
A Ponferrada hemos llegado sobre las cuatro de la tarde. Cogimos las mochilas, que pesan un montón y comenzamos a andar hacia el hotel. Hacia calor.
El hotel se llama “del temple” y todo es artificialmente medieval, con armaduras y mucha piedra como si fuera un castillo, pero la primera impresión ha sido buena. No obstante la señorita de recepción ha sido la primera mujer desagradable del camino, que no la ultima por desgracia. No nos ha saludado, ni nos ha mirado, asi que hemos supuesto que ella también era medieval y que se regia por la educación de la época.
Dejamos todo en la habitación triple que habíamos reservado y nos fuimos a ver la ciudad. Primero una cerveza en una terraza donde una oronda señora nos atendido amablemente pero mal, trayéndonos lo que no habíamos pedido, luego hemos visitado un castillo que como era lunes no hemos podido entrar y la parte antigua de la ciudad, que es pequeña pero interesante. Lo que mas me ha llamado la atención han sido los tejados de las casas, todos negros.
Tito ha dejado de fumar y yo medio me lo creo aun. De momento esta cumpliendo aunque se que dentro de un rato se estará acordando del tabaco. En fin, la esperanza es lo último que se pierde.
Como nos han dado las seis de la tarde, hemos comido en un bar que ponían bocadillos y que los camareros eran dos niños, o eso parecía. La chica era maja y todo el rato decía cosas como “que quieres rey”, o “ya te lo pongo cielo”, algo que por regla general me empalaga bastante pero que en ella me ha resultado simpático.
No hemos alargado mas la tarde, conscientes de que a partir de mañana vamos a andar mucho, solo hemos ido pepe y yo a una tienda donde una china repetía lo que decían los clientes y poco más. A las 10 de la noche estábamos durmiendo. Mañana comenzamos a caminar.


MARTES, 4 DE AGOSTO DE 2009
 
El despertador nos ha levantado a las 6 en punto de la mañana con la certeza de que tal vez sea el último día de unos cuantos que durmamos sobre un colchón y unas sabanas.
Hacia frió y caminamos con el ánimo aun en alza y sueño hasta en los talones de los pies. Estábamos como locos por desayunar y en todo Ponferrada y a esas horas parecía misión imposible. Finalmente, ya a las afueras de la ciudad y después de hacer la primera trampa (un hombre nos indicó que podríamos ahorrar cuatro Km. si nos metíamos por otra calle), hemos encontrado un bar donde tomar café. A mi no me convencía porque mas que un bar parecía un after, con luces de neon y unos cuantos moteros en la barra. Algo raro, pero nos atendieron bien y hasta nos han regalado un mini bollo. Cuando terminamos de desayunar continuamos andando sin un rumbo claro, porque por aquel atajo no indicaba el camino de santiago por ningún lado así que hemos puesto el GPS del móvil y nos ha ido llevando por entre chalet y campos hasta que hemos encontrado el primer indicados del camino. Nos ha hecho tanta ilusión que lo hemos grabado en video y nos hemos hecho una foto junto a el.
Ya había amanecido y nada mas incorporarnos al camino, nos han empezado a adelantar un montón de peregrinos. Todos iban demasiado rápido y nos saludaban con una frase que íbamos a oír durante los 200 Km. restantes: “buen camino”. Lo único que no entendíamos es porque iban tan rápido, ¿no es el camino disfrutar del paisaje?
Nosotros a nuestro ritmo lento íbamos parando en todos lo parajes que comenzábamos a descubrir. Me llamó la atención el olor del amanecer y el campo, un aroma que hacia años que no disfrutaba. Olor a tierra húmeda y hierba.
El paisaje castellano lleno de pequeños huertos y campos de vid nos gustó, y nos fue animando. El sol comenzó a calentar más de lo deseado.
Atravesamos un pueblo llamado Colúmbrianos y otro que se llamaba fuentes nuevas, tan pequeños que no sabíamos si eran aldeas o un par de casas juntas, después cruzamos un gran campo de vides que se perdían en el horizonte. Y el paisaje empezó a mejorar. Tito se empeñaba en probar todas las frutas demasiado verdes que se iba encontrando. Al llegar a Cacabelos el cansancio comenzó a mellar las piernas. Atravesamos un albergue casi vació, y entre Pieros y villafranca, en medio de un campo de frutales paramos a tomar un refresco en un lugar que no era ni casa, ni bar ni chavola, ni nada. Tres niños atendían el local, bajo la atenta mirada de una señora que desde un huerto cercano los miraba y los regañaba todo el rato a voces. Nosotros tres éramos los únicos clientes. Hicimos un último esfuerzo y llegamos a Villafranca. Estábamos tan cansados que los últimos Km. nos parecían que se multiplicaban por tres.
Nuestra intención era terminar el día en Villafranca pero al llegar comprendimos porque la gente corría tanto. Los albergues estaban todos a rebosar y hasta los hoteles estaban completos. No podíamos pensar en nada porque estabamos agotados tras 20 km andando, así que nos sentamos a comer en un restaurante nuestro primer menú peregrino. Tito y yo preguntamos y nos dijeron que en un colegio cercano nos podíamos alojar, pero al llegar allí y ver tanta gente cambiamos de idea y decidimos continuar al pueblo siguiente, once km mas después de comer.
No nos sentíamos capaces de hacerlo pero nuestras piernas nos llevaron por arte de magia hasta el siguiente lugar, un pequeño pueblo llamada Trabadelo, donde un hospitalero hippie nos recibió y nos dio una litera por seis euros.
El albergue privado estaba muy bien. Nos instalamos en una habitación junto a unos alemanes, lavamos la ropa y nos sentamos a descansar.
En el albergue conocimos a Carlos, un chico de Madrid que hacia el camino por tercera vez solo y en bici (que valor), y a Raquel, una catalana encantadora.
Tras descansar unos minutos salimos a ver el pueblo, tan pequeño que lo recorrimos en 5 minutos.
Al volver, la madre de los chicos alemanes de la habitación había cocinado pasta con nata y maíz, pero había hecho tanta que estaba cenando todo el albergue de ella; nos ofreció y nos la comimos. Eran las 9 de la noche y decidimos quedarnos en la cocina viendo televisión. A los pocos minutos llegaros dos chicos, Marta y Rafa, el de Madrid y ella Gallega, enseguida nos pusimos a hablar y resultó que el salía por los mismo sitios que nosotros. También hacían el camino en bici, y si no hubiera sido por que al día siguiente teníamos que madrugar seguro que nos hubieran dado las 3 de la mañana de charla, pero a las diez y media cortamos y nos fuimos a la cama. Los alemanes ya estaban durmiendo.

MIERCOLES, 3 DE AGOSTO DE 2009

La noche transcurrió bien. Era la primera vez en mi vida que dormía en saco, sobre cama pero en saco y este me resulto cálido (tal vez por el cansancio).
Eran las seis y media cuando sonó el despertador de Pepe. Los alemanes ya se habían levantado y ni siquiera nos habíamos enterado y en la habitación solo quedaba una chica envuelta en su saco.
A mí aun no me dolía nada del cuerpo. Desayunamos en un bar cercano, donde estaba también Raquel, la catalana y comenzamos a andar. Nos habían comentado que la etapa del día iba a ser dura. Cruzábamos del Bierzo a Galicia por montaña.
Primeramente caminamos un tramo al borde de la carretera bordeada de arroyos de agua clara, y peregrinos que como siempre nos adelantaban a velocidad de vértigo para ir andando.
En la primera aldea que encontramos, tras abandonar la carretera, vimos una casa donde una señora y su madre vendían en la puerta conchas de vieras, identificación del peregrino, y como aun no la llevábamos nos compramos una cada uno y la colgamos de la mochila. La niebla comenzó a espesar a partir de la siguiente aldea. Olimos a pan de leña o a bollería casera y encontramos como si fuera en el sótano de una casa, un horno que nos despertó el apetito, así que paramos a desayunar. El aroma era mejor que lo que ofrecía y finalmente no nos quedamos.
Nos saludaron dos matrimonios de Murcia (los viejunos) y Carlos el de la bici; nos saludaron y nos adelantaron claro, hasta que llegamos a otro bar.
Lo atendía una mujer de unos 40 años que parecía lesbiana y su madre que solo hacia las tostadas, lo único que ofrecían para desayunar; así que tomamos café con leche y tostadas, no había otra cosa. A los pocos minutos apareció Raquel, la catalana que sistemáticamente nos la encontrábamos por todos los sitios.
La camarera lesbiana nos atendió amablemente pero nos cobro 3 euros por desayuno lo que nos pareció excesivo para un café con tostadas. En el bar había un gatito pequeño y nos contó que una peregrina lo había abandonado allí y habían decidido cuidarlo ellas.
Cuando salimos del bar, ya con el sol en lo alto, una chica dominicana que parecía de aquel pueblo gritaba a un campesino que ella quería estar en el caribe. Lo decía de broma pero en serio. Caminamos con ella hasta la salida del pueblo y nos comento que para O Cebreiro quedaban unos 7 km pero muy empinados y duros.
Y así fue, todo en cuesta. Primeramente atravesamos un pequeño pueblo más, todo el circundado de agua. Los arroyos venían de varios sitios y se colaban hasta en los huertos.
El camino era de piedra, como si antes hubiesen transcurrido por allí un arroyo, porque la piedra estaba como pulida. Los árboles cubrían el paso proporcionando una agradable sombra. Tres señoras francesas nos ofrecieron caramelos y nos preguntaron si quedaba mucho para llegar.
El camino se inclinaba cada vez, pero el paisaje era tan bello que a veces parecía irreal. Verde y agua. Naturaleza que a pesar de ser transitada a diario parecía salvaje. Árboles vencidos sobre otros, el sonido del agua que no se podía ver pero si escuchar. Andamos unos tres km más por la pendiente y agotados del esfuerzo nos sentamos en una piedra a descansar. Un señor de mediana edad nos contó que era de Alicante y estuvimos hablando un rato sobre su tierra (y casi la mía). Luego nos aconsejó dos cosas: que comiéramos pulpo en O cebreiro donde había una feria, y que andáramos el camino como viejos para llegar como jóvenes a Santiago. El consejo estaba bien pero no era necesario porque así lo estábamos haciendo.
Continuamos hasta otra aldea y seguimos subiendo. Detrás de cada curva creímos que estaba el destino pero no era así. Tito se adelanto y pepe y yo nos quedamos atrás. Poco después le encontramos bebiendo una coca cola que había comprado con un euro que le habían dado las tres señoras francesas.
A todos nos empezaban a fallar las fuerzas, pero a Pepe en especial. Comencé a andar y animado por el paisaje o el apóstol avancé rápido, con los cascos puestos hasta Cebreiro. Cuando llegué allí estaba tan cansado que me tumbé junto a una tapia a esperarlos.
O Cebreiro es una pequeña aldea de piedra que solo tiene una calle principal bordeada de tiendas de regalos y restaurantes, un albergue (lleno, por supuesto) y unas vistas espectaculares.
Estábamos tan cansados y teníamos tanta hambre que el primer sitio que encontramos nos metimos a comer otro menú peregrino. En la mesa de al lado como por arte de magia apareció Raquel la chica catalana, que la invitamos a sentarse con nosotros.
Raquel es una chica estupenda, divertida, de buena conversación y mucha positividad. Me hubiera gustado conocerla más. Nos contó que le había dejado la mochila a un taxista de Trabadelo para poder hacer la etapa sin ella y subir mejor y que ahora le estaba esperando para que la trasladara al siguiente pueblo, Fonfria.
A nosotros, agotados, se nos abrieron los ojos. ¿Y si nos vamos con ella?. Primero planteamos que se llevara nuestras mochilas, luego si nos íbamos con ella, pero al final yo decidí no hacer trampas y seguir caminando los 12 km que faltaban, Tito dijo que se quedaba conmigo y Pepe Tambien. Nos tocaba continuar como estaba previsto, pero Raquel se llevó nuestras mochilas.
Cuando se marchó Raquel y nuestras mochilas, intentamos dormir un rato en el césped del albergue, pero al no poder continuamos andando.
Primero por carretera; mas de cuatro km hasta llegar al alto de San Roque donde una enorme escultura al peregrino nos recibió con unas vistas espectaculares sobre las montañas. Luego andamos más km y paramos en un pequeño pueblo llamado Hospital de la Condesa a tomar una cerveza. El bar estaba lleno de gente y de moscas, así que no aguantamos mucho. Atravesamos un cementerio abandonado, varias aldeas de dos casas y una iglesia hasta el alto do poio y de allí tan solo nos quedaban ya 3 km hasta Fonfria.
Yo estaba totalmente agotado y me costaba cada paso que daba. Realmente me encontraba mal y pensé que no podía dar ni una paso mas. Creo que fueron los 3 km más largos de todo el viaje.
Al llegar al albergue privado me tumbé en la cama de la habitación sin poder ni respirar. Tenia sueño y frío y me encontraba como cuando estas resfriado. El pueblo olía a vaca y cerdos y estaba lleno de moscas, pero a mi aquella cama me pareció como la de un hotel de 5 estrellas. Tardé unos minutos hasta que me levante a ducharme. Estaba tan cansado y tenía tantas ampollas en los pies que dudé que al día siguiente pudiera continuar. Pero tras la ducha y un rato de descanso fuimos a cenar al único bar que había.
La señora nos ofreció una tortilla de patata con pimientos, no muy buena, pero que nos comimos con gusto. Nos sentamos en la mesa con otro señor de mediana edad y algo bebido que tenia pinta de granjero, y nos miraba raro. De repente nos dijo que era reportero y que estaba haciendo un reportaje. Le preguntamos que de que y nos dijo que no nos lo podía decir. Era todo un poco surrealista pero estábamos tan cansados que no le hicimos mucho caso. Nos hacia preguntas muy raras, como que si nos gustaba magdalena Álvarez y cosas así.
Nos comimos la tortilla y nos fuimos al albergue. Mas o menos sobre las nueve estábamos durmiendo.

JUEVES, 4 DE AGOSTO DE 2009

Nos levantamos alrededor de las 6 de la mañana y ya estaba todo el albergue en pie. A mi me dolía todo. Tenía agujetas en las piernas y los pies estaban como rígidos, sin articulaciones. Desayunamos lo de todos los días y otra vez a tres euros el desayuno y comenzamos a andar. Algunos peregrinos habían pasado la noche al raso por falta de alojamiento, nosotros como habíamos sido previsores, teníamos ya casi todo reservado. Pensar en dormir en el suelo después de una jornada era demasiada penitencia.
Según salimos del pueblo comenzó, bajo mi criterio, la etapa mas bonita de todo el camino. La primera parte, unos cinco km transcurrían por un camino de tierra y piedra, desde donde, si no hiciera niebla, se hubiera podido ver un enorme valle y muchas vacas. El sol no se veía ni sentía, algo que agradecimos. Nos cruzamos con los matrimonios viejunos, o más bien nos cruzaron ellos y continuamos. Todo el trayecto estaba salpicado por pequeñas aldeas de piedra, establos, y huertos. La humedad era tan intensa que parecía como si lloviera.
Comenzamos a descender tras atravesar una aldea. La pendiente era fuerte y el trayecto largo, por lo que los dedos de los pies presionaban todo el rato contra la zapatilla. Me hice daño y en un establo cercano donde tito nos esperaba a pepe y a mí, me cambie la zapatilla por unas sandalias, pero me deje los calcetines. Pensé que aquí se pierde la vergüenza, ya que yo no salgo ni a tirar la basura en Madrid con esas trazas. Caminamos un poco más hasta Triacastela, el primer pueblo algo más grande y justo a la hora de desayunar.
El bar estaba atendido por otra señora desagradable que apenas ni miraba y que además tenia el local repleto de carteles de buen rollo, con mensajes tipo “sonríe, que es mejor” o “la amabilidad es gratis”. Increíble.
Mientras esta lenta señora nos atenida me dio tiempo a ir a una farmacia a comprar alcohol de romero, recomendación de los viejunos para el dolor muscular.
Era el primer bar en todo el viaje que tenía algo más que tostadas así que aprovechamos para comer bollos y llenarnos de glucosa el cuerpo. También encontramos un cajero automático y aproveche para sacar dinero.
En Triacastela, el camino se dividía en dos: uno por San Xil y otro por Samos, y en el cruce un cartel con un texto que fotografiamos porque llenaba de optimismo.

En samos hay un monasterio benedictino que ofrece alojamiento a los peregrinos. Llamamos y nos dijo un monje que no había problema, que cama conseguíamos seguro. Así que tras decidir este camino, que además era 7 km más largo que el otro, continuamos hacia allá.
Esta jornada estaba resultando la mas bonita de todas, pero incomparable con lo que aun nos quedaba. El camino se introducía por un bosque de altos árboles, atravesaba aldeas que parecían sacadas de cuentos, llanuras verdes y arroyos cristalinos. Puentes de piedra y establos abandonados, verde y más verde. La más bonita estampa que he visto nunca. Aun así, las piernas nuevamente cansadas.
Nos encontramos con pocos peregrinos, porque parece que la mayoría habían escogido la ruta por San Xil, lo cual agradecimos. Al llegar a lo alto de una montaña, tras algo menos de 10 km de belleza, vimos el enorme monasterio de Samos. Una joya arquitectónica perdida entre las montañas y que luego visitaríamos por dentro.
Cojeando llegamos hasta el albergue benedictino, donde nos permitieron dejar las mochilas pero no registrarnos ya que el hospitalero había marchado y hasta las 3 no volvía. El albergue era una gran sala con unas 80 literas y estaba abarrotado de mochilas.
Cruzamos justo enfrente a comer y preguntamos a la chica si albergaban. Nos enseño una bonita habitación doble y la posibilidad de incluir un colchón más, así que no lo dudamos. Mientras comíamos vimos por la ventana a los peregrinos discutir para entrar albergue del monasterio y pensamos que habíamos hecho bien. Recogimos nuestras mochilas y hasta el hospitalero nos felicito por la opción escogida. Estuvimos comentando que a algunos peregrinos-turistas, se les olvida el significado del camino. Los albergues son gratuitos, y los pone la iglesia católica al servicio y para acomodar peregrinos, sin embargo la gente exige unos derechos que no tiene. En fin, esa es la diferencia entre peregrino y turista.
Tras comer descansamos durante algo más de una hora y decidimos ir a visitar el monasterio. Tito prefirió seguir tumbado así que nos fuimos pepe y yo. En la tienda me compre una cruz de madera y le regale otra a Pepe, tan reacio como siempre a ponérsela.
Apareció José Luis, el monje benedictino que nos iba a guiar en la vista. La verdad es que salvo por los hábitos cualquiera diría que era monje, porque aquel señor era un cruce entre Moncho borrajo y un monologista. Nos enseño el monasterio con un humor e ironía inigualable, lo cual nos hizo aun mas interesante la visita. Decididamente algún día me haré monje.
El claustro en la parte superior tenía pinturas con escenas de la vida de San Bernardo, hechas por un cartelista de Madrid, y en las caras haba plasmado las de Sofía Loren o Richard Burton.
Tras mas o menos una hora de agradable visita, sellamos las credenciales y recogimos a Tito.
Tito y yo decidimos asistir a un oficio religioso que se celebraba, pero al ser cantado y en latín, no aguantamos ni cinco minutos y decidimos visitar los alrededores. Todo increíblemente bonito, donde nuevamente arroyos, puentes y hasta una capilla prerrománica nos encandilo casi hasta la cena.
En el albergue conseguimos un enorme bastón para tito con el que peregrino hasta santiago, cenamos ligero y nos acostamos.

VIERNES, 5 DE AGOSTO DE 2009

Salimos de Samos temprano y comenzamos a caminar. Como siempre al principio se suele ir por carretera pero en algo menos de 2 Km. cogimos en camino por el bosque. Íbamos prácticamente solos, seguí nublado pero sin niebla y vimos las montañas al fondo, temiendo tener que atravesarlas también. Nos llamo la atención en este tramo, los árboles de corteza verdosa de donde brotaban helechos.
Como ya llevábamos varios días andando, las conversaciones se iban agotando y cada vez caminábamos algo más rápido y en silencio. Cuando me desanimaba me ponía algo de música relajante y entraba como en una especie de trance místico que me guiaba casi sin pensar por el camino.
Descubrimos una casa con piscina, la primera en todo el viaje porque parece ser que allí no hace falta refrescarse y tito se asomo a través de las vallas para ver dentro, piso en una acequia, resbaló y cayo sobre ortigas. Al instante le salieron pequeñas erupciones por las piernas y los brazos que recomendamos que no se rascara.
El habito de los días anteriores nos hacia caminar cada vez mejor, así que casi sin darnos cuenta llegamos a un pequeño pueblo con un bar. Al entrar y pedir vimos que por la puerta pasaban una manada de vacas completamente locas, y los dueños dándoles con las varas. Pensé que si no hubiéramos entrado al bar, nos las hubiéramos encontrado seguro, con el miedo que me dan a mi las vacas. El camarero, un claro lugareño nos aseguro que las vacas no hacen nada y que el se había criado entre ellas (no cabía duda desde luego).
Pepe y Tito tomaron un bocadillo pero yo preferí café y tostadas. Apareció en el bar una pareja de peregrinos equipados con GPS y otras modernidades que nos aseguraron que para llegar a sarria faltaban al menos 8 Km., lo que nos desanimo bastante. Menos mal que a pesar de todo su equipo están equivocados y tan solo faltaba algo menos de 4.
Tito comenzó a caminar rápido y pepe y yo nos quedamos atrás, hablando sin prisas, Sarria se divisiva mas cerca que lejos.
Nada mas entrar en la ciudad nos sentimos raros. Era la primera en varios días que tenia coches y semáforos y gente y muchos comercios y estábamos como locos por salir de allí. En una oficina de información una eficiente chica nos dio un listado de albergues y alojamientos y nos informo que sarria es punto de origen de muchos peregrinos que a partir de aquí encontrar alojamiento por casualidad es casi imposible. Así que en la misma puerta llamamos por teléfono a varios sitios y conseguimos reservar en Mercadoiro, a 17 Km. de Sarria. Era temprano y teníamos casi todo el día por delante.
En sarria visitamos una capilla donde nos sellaron las credenciales, cruzamos unas escaleras de piedra y salimos por una empinada cuesta donde probamos las ciruelas que daban los árboles. En un par de Km. volvimos al campo. Atravesamos frondosos maizales y lugares extraños donde en un rincón perdido en medio de la montaña había una maquina de coca cola.
Tito y yo tuvimos la primera discusión de las vacaciones por culpa de una tirita para una ampolla, y a consecuencia caminó tan rápido que le perdimos de vista. Unos Km. más adelante nos esperaba en un jardín de una casa.
Paramos a comer agotados de todo el trayecto cuando nos quedaban algo menos de 9 Km. para llegar a mercadoiro. Era un lugar donde solo ponían hamburguesas y platos combinados y que nos salio demasiado caro para lo que comimos; además nada mas terminar de comer nos echaron a todos con la excusa de que tenían cerrar, así que en un prado nos extendimos la colchoneta en el suelo y descansamos un rato. Pepe, tan ansioso como siempre prefirió no parar y seguir andando.
Tan solo conseguimos descansar algo más de 30 minutos, el cielo se estaba nublando y temimos que comenzara a llover. El camino era de tierra firme y resultaba cómodo andar, a pesar del cansancio. Atravesamos valles y llegamos al Km. 100, un mojón repleto de pintadas y piedras que depositan los peregrinos. Luego atravesamos una pequeña ermita abierta con una imagen de un sagrado corazón que tenia en su regazo una lata de coca cola, y una virgen que parecía apresada entre rejas. Había un montón de papeles y piedras de peregrinos con agradamientos o dedicatorias. Me dio un poco de mal rollo y aunque intente poner algo en la pared con un boli, este no quiso pintar.
Pepe nos esperó algo mas adelante cuando tan solo quedaban unos 3 Km. para llegar.
El albergue de Mercadoiro ha sido el más bonito en el que nos hemos alojado. Estaba rehabilitado en dos piezas, una era el albergue como tal, y otra el bar restaurante con un patio con mesas y una amplia llanura verde desde donde se veían las montañas.
La chica que lo atendía, nuevamente una desagradable, como todas.
Escogimos dos literas y conocimos a nuestros compañeros de cuarto, dos valencianos muy simpáticos con los que estuvimos reservando el resto de alojamientos hasta Santiago, con lo que a partir de este momento nos los fuimos encontrando todo el rato.
Nos fuimos a la terraza del bar y estuvimos allí hasta la cena. Más o menos sobre las 10 y media estábamos en la cama.

SABADO, 8 DE AGOSTO DE 2009.

Como sabíamos que ya nos quedaba poco, a partir de este día decidimos madrugar algo menos, así que nos levantamos sobre las 7. Bueno, sobre las 7 se levantó Pepe y se dedico a hacer ruido para que los demás nos despertáramos, estilo madre. Los valencianos seguían durmiendo. Desayunamos en el albergue lo de todos los días e iniciamos la jornada. El camino transcurrió tranquilo hasta que llegamos a Portomarin. A esta ciudad, otra de las grandes, se llega atravesando un enorme pantano a través de un puente, al final hay una especie de monumento con un montón de escaleras que llevan a una pequeñísima capilla, allí estaba Tito esperándonos que como siempre nos había adelantado. El camino se abría en dos, uno atravesando la ciudad y el otro bordeándola, el primero mas largo.
En las ultimas horas nos preocupaba el medio de transporte por el que regresaríamos a Madrid. Habíamos reservado billete de tren desde santiago pero tardaba diez horas en llegar, lo que no terminaba de convencernos. También habíamos barajado la posibilidad de volver en avión, pero no estaba nada confirmado. Optamos por atravesar la ciudad para buscar un sitio donde poder reservar de una vez por todas el viaje de regreso.
Primero subimos una empinada cuesta y enseguida llegamos a la plaza. Una ciudad grande en el camino es algo más de tres casas. En la plaza, un autobús estaba descargando a un montón de peregrinos, todos limpios y con andar recto que se incorporaban al camino en ese punto (¿No hay que hacer como mínimo 100 Km. para la Compostela?). Supusimos que serian senderistas dispuestos a hacer el tramo hasta santiago.
Encontramos en la plaza un ciber café donde poder conectarnos. Tardamos mas de media hora en poder reservar el billete de vuelta y al final nos decantamos por el avión. Ya más tranquilos, con todos los inconvenientes solventados, seguimos rumbo al siguiente pueblo. Tito perdió su sombrero de 9 euros y volvió a buscarlo pero ya había desaparecido.
Para salir de allí atravesamos un puente de madera muy largo sobre el pantano que a mi no me daba mucha confianza. Enseguida campo, bosques repletos de helechos y hierba buena. Altos pinos cubrían como una bóveda todo el camino de tierra. El sol seguía sin asomar, teníamos suerte. Nos cruzamos con varios chinos sonrientes, disciplinados con su tarea de peregrinar y que marcaban la sonrisa 200 metros antes de saludarte. Los chinos siempre tan amables, no como los ingleses y alemanes que les costaba mucho saludar. Andamos al menos 6 Km. por bosques y praderas, algunos tramos al borde de la carretera. El paisaje empezaba cambiar.
Paramos en nuevamente en bar y por primera vez me tome un bocadillo a media mañana en vez de café. Todos los bares que te encuentras están repletos. Los peregrinos agotados paran en cuanto ven un sitio donde sentarse. Mientras esperábamos que nos sirvieran aparecieron los valencianos que ya nos habían alcanzado. Seguimos.
Atravesamos un pequeño pueblo con una ermita con campana que cualquiera podía tocar, nosotros también tiramos de la cuerda, claro esta.
Me llamaron la atención los macizos de hortensias en las puertas de las casas y hasta en los bordes de la carretera, ya que es una planta delicada que mi madre se empeña en cultivar cada año sin ningún éxito. Nos hicimos fotos y se las envié por el móvil.
Comenzábamos, como todos los días a esas horas a estar cansados de tanto andar, también teníamos algo de hambre. La jornada tampoco resultaba demasiado bonita, mucha carretera y demasiada gente ya. Según te vas acercando a santiago, más y más peregrinos surgen como la mala hierba.
En el primer pueblo que encontramos, al llegar a un cruce, una especie de corral congregaba a un montón de jóvenes tocando la guitarra y cantando. Tenían una mesa de madera donde se podían sellar las credenciales y un expositor con varios panfletos en diferentes idiomas con oraciones a Santiago y una breve explicación de la vida del apóstol. Esta congregación de jóvenes Hippie-católicos, daba café gratis. Sellamos, dimos una limosna, cogimos un panfleto y le pedimos al chico que nos dijera donde comer. Nos recomendó que de los dos restaurantes que encontráramos, siguiéramos hasta el segundo.
De camino al lugar para comer, y como vi que tanto Pepe como Tito estaban demasiado cansados, yo también por supuesto, Cogí el panfleto y les empecé a leer la vida del apóstol, cosas que ni yo sabia, con el fin de hacer algo mas entretenido el trayecto y además aprender. Cada frase a fuimos apostillando y comentando y la conversación me resulto interesante. Hablar con pepe sobre espiritualidad siempre es interesante, porque apunta el lado material-científico que yo no tengo. Yo siempre tan espiritual y el siempre tan realista. A mi las conversaciones me gustan así y a el también, porque discutir con alguien que piensa igual no tiene sentido. Yo me había marcado varios objetivos al empezar el camino, uno de ellos era que evangelizar y espiritualizar a mi amigo, tarea que se según nos acercábamos a la meta me parecía mas y mas lejana. En fin, lo que no cabe duda es que al menos creo que se despertó su curiosidad por algunos asuntos. Ya llevaba una cruz colgada, por ser un regalo mío más que nada, y me dijo que le gustaría leer la Biblia, por cultura más que nada. Algo es algo.
Llegamos al restaurante muertos de hambre y cansancio.
El sitio donde comimos estaba muy bien, la recomendación había sido acertada. Dos platos abundantes, postre, café y buen servicio. Cuando terminamos estuvimos hablando con un peregrino que venia de Roncesvalles y estaba indignado por los últimos 100 Km. plagados de gente. Todos estábamos algo mosqueados con eso pero todos contribuimos de una manera u otra con ello.
Los últimos 9 Km. hasta llegar al final de etapa, fueron sobre todo para pepe, mortales. Tito camino como siempre ligero, yo estaba mal desde el día de fon fría y pepe remato en este tramo. Le dolían las piernas y los pies y estos últimos Km. le dejaron tocado para el resto.
De los 9, los últimos tres íbamos literalmente a rastras. Parecíamos las muñecas de famosa, rígidos, sin articulaciones y dando pasos de medio centímetro, con lo cual tardamos en llagar muchísimo al siguiente destino. Si nos parabas nos enfriábamos pero continuar a ese paso parecía no tener fin. Pero lo tubo, y llegamos al pueblo hacia las 7 de la tarde. Primero atravesamos un albergue que nos dio miedo porque los peregrinos estaban con las capa de lluvia puesta, sentados en el suelo apoyados contra los árboles en inmóviles, como si de una extraña moda se tratara. Parecía una película de terror.
Continuamos hasta el centro. Tito se perdió por el camino por no seguirme y entretenerse en no se sabe que, pero al final me encontró. Tampoco es que el pueblo tuviera mucha perdida.
Llegamos agotadísimos pero satisfechos. Habíamos hecho 30 Km. del tirón.
Teníamos reservadas dos habitaciones en Palas de Rey, porque no había otra opción. Era la primera noche que dormíamos separados. Tito y yo nos quedamos en una y Pepe escogió la individual. El hostal estaba muy limpio y tenía bañera. Yo tan solo me duché pero Tito hasta se dio un baño. Me estuve pinchando y curando las ampollas que me habían salido ese día y e metí en la cama. No aguantaba más.
Pepe bajó a por algo para cenar. Comimos un pequeño bocadillo en la habitación y con el último bocado nos dormimos. Santiago estaba cada vez mas cerca.

DOMINGO, 9 DE AGOSTO DE 2009

No es porque fuera domingo, en el camino pierdes un poco la noción de en que día vives; era tan solo porque estábamos cada vez mas cansados y porque el hostal había sido el mas caro de todo el trayecto, así que nos levantamos mas tarde que nunca, a las 7 y 45 .
Tito se despertó de mal humor, maldiciendo el camino y diciendo que no quería seguir, que esto no eran vacaciones; Además una calentura se le había instalado en el labio superior y no le dejaba dormir bien. Desayunó y se le pasó un poco el mal humor vespertino.
Durante el desayuno me asaltó la sensación de que estábamos llegando al destino y esto por un lado me alegraba (al fin descansaría y dejaría de madrugar), pero por otro me daba bastante pena, ¿ya esta?, ¿esto es todo?. De alguna manera quería mas.
Nada mas salir de la puerta del hostal nos entramos con los valencianos e iniciamos la jornada con ellos. Me hizo gracia como andaban con sus dos palitos y dando pasos cortos. Cruzamos a un grupo de peregrinos ruidosos que iban ya cantando desde por la mañana y con sus guitarras.
El paisaje cada vez resultaba mas parecido al anterior y a primera hora apenas si hablábamos, concentrábamos toda nuestra energía en caminar y avanzar lo máximo posible para que cuando nos diera el cansancio estuviéramos lo mas cerca posible del final de etapa.
Llegamos tras algo mas de 10 km al primer pueblo grande, que se llama Melide, donde nos recibió una ermita pequeña a la que solo entre yo. Pepe se quedó fuera y Tito se sentó en una piedra. Me llamó la atención que la gente entraba y salía solamente a sellar las credenciales y ni siquiera miraba al altar, una pena porque cada iglesia que se vista, cada capilla es una joya repleta de historia y pensé que la gente no valora casi nada estas cosas. Había una preciosa imagen de un Cristo casi descolgado de la cruz. Un brote espiritual me surgió al verlo. Sellé y continué la ruta. Al lado de la ermita vimos un mesón con flamenco a todo volumen (¿?).
Según caminamos hacia el interior de la ciudad nos invadió nuevamente la misma sensación que en Sarria: mucha gente, trafico, ruido… queríamos salir de allí cuanto antes, además había mercadillo y todo estaba abarrotado. Pasamos por delante de Casa Zacarías, lugar donde todo el mundo paraba y donde nos habían recomendado comer pulpo, el mejor de toda Galicia, pero estábamos tan agobiados que pasamos de largo.
Abandonamos el pueblo hablando de la cañada Real de Madrid, y un poco de política. Hoy el día estaba soleado, y el calor empezaba a agobiarnos, pero la ruta era bastante mas corta, solo 20 km. Teníamos idea de comer sobre las 2 y llegar a
Arzúa a media tarde. Tan solo nos quedaba la mitad.
El camino era suave, sin subidas ni bajadas, de tierra dura y cubierto de árboles. Se atravesaba algún que otro arroyo y tenia una bonita fotografía, sin embargo no llegaba ser tan espectacular como lo anterior, así que nos relajamos y seguimos a paso suave. Pepe bastante fastidiado, tocado del día anterior. Paramos en un lugar que tenia unas mesas de madera, tipo merendero, y en un momento apareció Raquel con otro chico murciano. Continuamos la ruta unos cuantos Km. con ella, hasta que vimos un sitio para comer.
El lugar estaba bien porque estaba cubierto con un toldo y en el suelo habían grapado césped artificial y aunque tardaron en atendernos nos dio igual, nos tumbamos en el suelo y descansamos. No había mucha gente, solo nosotros y otra pareja y el menú no tenia donde escoger: ensalada y carne. La otra pareja llevaba mas tiempo esperando y la sirvieron antes. Escuchamos a la chica hablar por teléfono con alguien sobre un billete de avión y como en el camino se pierde la vergüenza enseguida entablamos conversación. Nos contaron que eran de Barcelona y estaban casados; Marta y Nico se llamaban, e inmediatamente surgió la amistad. En el menú entraba vino, que nos bebimos, mas las cervezas, más un chupito que nos invitó el camarero, a las 3 y media de la tarde estábamos contentos los cinco. La cocinera salio varias veces a ofrecernos mas comida o bebida pero preferimos no repetir. La mujer tenia la misma cara y cuerpo que una actriz de la Serie “La señora” y además hacia el mismo personaje. ¿Sería la misma?
Marta es una chica de risa fácil, lo cual a todos nos encantó, aunque a Pepe en especial ya que le permite desplegar todas sus dotes cómicas. Nico parecía mas serio a priori pero no tardo en soltarse.
Nos estuvimos riendo de todo y Marta hasta se cayo al suelo en un ataque de risa. Continuamos caminando juntos hasta Arzúa, contando cosas y riéndonos.
Nos cruzamos con otro grupo que se había formado en el camino en el que iban murcianos, valencianos, andaluces y hasta colombianos y que habían llenado las cantimploras de Alvariño en casa Zacarías, así que iban bien contentos, mas todavía que nosotros.
Cuando llegamos a Arzua, Marta y Nico se fueron a su hostal y a nosotros nos recogió el dueño del nuestro. Era un señor raro, se atascaba al hablar y parecía algo “atontado”, pero muy amable y educado. El hostal estaba regentado por el y su madre, una mujer simpática y habladora que nos cayo muy bien y que tenia la habitación limpia y preparada. Vimos a los valencianos en la habitación de al lado y nos recostamos a descansar.
A las 8 llamamos al matrimonio y bajamos a tomar una cerveza a la plaza del pueblo, ya nos encontrábamos en el camino totalmente adaptados, cuando tan solo quedaban dos jornadas de viaje.
En la plaza nos atendió un camarero desagradable y luego con los catalanes nos tomamos otro chupito para terminar la noche. Mañana tampoco pensamos madrugar.

LUNES, 10 DE AGOSTO

Y así lo hicimos. Nos levantamos a las 8 y media. Ya había amanecido, pero nos dio igual, lo fuerte había pasado, hoy solo teníamos que hacer 18 km. Nada, o eso pensábamos.
Desayunamos en el primer bar que encontramos donde el colmo del desagrado estaba tras la barra. El bar no había sido limpiado de la noche anterior y la chica era sorda, muda o imbecil. O todo a la vez. Estuvimos a punto de marcharnos, pero como estábamos acostumbrados a estas mujeres desagradables, una mas …
Estuvimos lo justo para tomarnos el café y ponernos a andar. Esta vez no salimos del pueblo por carretera, sino directamente por camino. A los pocos metros nos cruzamos con un grupo religioso italiano que iban rezando el Rosario de la Aurora en su idioma y a algunos ciclistas les hizo gracia. Otras personas decían “¡una secta!”. A ninguno de nosotros tres nos llamó la atención, pero ¿Dónde estamos, en el camino o haciendo senderismo por la sierra?, ¿Dónde esta la gracia?. En fin, estos últimos cien km eran tan solo un parque temático repleto de turistas.
El camino se abría entre altos eucaliptos y el aroma era intensísimo. Cerré los ojos y aspiré con fuerza. Recordé el primer día, cuando me sorprendió el olor del amanecer y la tierra mojada. Ya solo quedaba un día y esto me sumió definitivamente en cierta tristeza. El paisaje volvía a enverdecerse y los helechos seguían llenando todo hasta donde la vista alcanzaba.
A mi, siempre pensando en negocios se me ocurrió la idea de comprar una casa rural y poner un albergue. Pepe me dijo que había visto un cartel y que se vendían casas por 15.000€. Una idea apasionante sin duda, que jamás cumpliremos.
El camino te apresa mientras estas en el, y de alguna manera te gustaría poder continuar aquí mas tiempo.
En algo menos de 5 Km., nos alcanzaron Marta y Nico y ya continuamos con ellos. Su compañía nos resultaba agradable. Atravesamos más y más aldeas, más y más bosques de eucaliptos.
De pronto me apeteció caminar solo. Había perdido en los últimos días, ese grado de reflexión que desde un primer momento fui buscando, así que caminé más rápido y me distancié de todos. Llevaba mis cascos y no me molestaba toda la gente que me iba cruzando, aunque inevitablemente el camino había cambiado. Había tanta gente que la mayoría ni nos sonaba. Muchos ya no saludaban, ni hablaban con nadie, nada más que corrían para coger albergue. Me dio pena y pensé que cuando vuelva a hacer el camino no lo haré en Agosto, quiero hacerlo con peregrinos de verdad. No es una tontería, los turistas baratos rompen la base del camino.
Caminé tan rápido que perdí de vista al resto, pero Tito me encontró en breve y seguimos los dos juntos hasta un bar. Pepe y el matrimonio llegaron después.
Se notaba que estábamos más tranquilos porque en desayunar se nos fue más de una hora.
El tramo fue agradable y relajado. Tito y yo nuevamente nos adelantamos al resto. A los pocos metros encontramos una especie de monolito dedicado a un peregrino fallecido en el lugar, y después otro. Me resulto interesante y lo fotografié. La gente dejaba monedas y ponía pequeñas piedras, algo que se había repetido en varios lugares del camino. Analicé la estupidez humana; uno hace algo y los demás lo repiten, porque no se que sentido tiene poner pequeñas piedras y monedas en cualquier sitio, salvo el de repetir lo que otros ya han hecho.
Cuando llegamos a una ancha carretera, mi intuición me dijo que no siguiéramos por el camino y que tomáramos la carretera para llegar al hostal. más que mi intuición era que ese era el primer pueblo grande que encontrábamos y que además ya andábamos por el km 18, es decir a 18 km de Santiago. Miramos para atrás y no vimos nada más que a un grupo de Filipinas rezando el rosario y más perdidas que Tito y yo. Le preguntamos si debíamos coger la carretera o seguir por el camino y ellas nos dijeron que no tenían ni idea. A lo lejos vimos una gasolinera y nos surgió la duda; estábamos agotados y por un lado ir a la gasolinera para luego volver no era plan, pero seguir por el camino y luego retroceder tampoco. Al final optamos por preguntar en la gasolinera y caminamos para allá. Mientras tanto, Pepe y los catalanes llegaron a la carretera, la atravesaron y continuaron por el camino sin preguntarse nada.
Llegamos a la gasolinera, preguntamos y nos dijeron que atravesáramos el pueblo por esa misma carretera hasta el hostal y nos olvidáramos del camino. Salimos y telefoneamos a Pepe para decírselo y cual es nuestra sorpresa que a Pepe le notamos mosqueado por el teléfono por no haberle avisado antes(¿¿¿???). No hicimos mucho caso porque estábamos cansados y además después de 8 días casi no habíamos discutido. Pensamos que el también debía estar muy cansado y por eso se habría mosqueado por tener que retroceder, pero cuando llego ya todo estaba pasado.
Le esperamos sentados en un jardín y fuimos al hostal.
Más que una hostal era una casa. Nos recibió un chaval y nos guió hasta nuestra habitación, una amplia buhardilla con tres camas.
Digo que era una casa, porque pasabas por el salón con sus fotos de boda y todo esto. Enfrente de la casa había un Eroski y decidimos comer, cenar y desayunar en la casa. Compramos, comimos y nos echamos un rato la siesta.
Yo no aguanté mucho y a las seis me fui a ver el pueblo, que no tenía nada interesante, solo una iglesia. La visite y estaba llena de gente, así que lo dejé para más tarde.
Al volver al hostal estuve hablando con el dueño, un hombre rural pero muy amable que me ofrecía ciruelas todo el rato. Daba gusto su compañía. Hablé con él de política, terrorismo y religión. Bueno, y del camino naturalmente.
Volví a la iglesia y aproveche para asistir a un oficio para peregrinos. No me gusto mucho. Sellé las credenciales de todos y cuando salí me encontré con Tito y Pepe que venían a buscarme.
Compramos unas cervezas en el Eroski y nos quedamos en el jardín del hostal hasta que anocheció, hablando con los valencianos que se hospedaban también allí.
Cuando nos puso un mensaje Nico a las 10 de la noche, nosotros ya estábamos en el segundo sueño.

MARTES, 11 DE AGOSTO DE 2009

Nos levantamos más pronto que nunca. A las 5 de la mañana. Y a mi me pareció que mas que madrugar, salíamos a media noche. Arca do pino esta a tan solo 18 Km. de Santiago, pero queríamos llegar antes de las 12 para asistir a la misa de peregrinos, donde teníamos pensado reunirnos con todos los peregrinos que habíamos conocido por el camino.
Bajamos a desayunar a la cocina de la casa, y a los pocos segundos apareció el señor de las ciruelas, con un plato de ciruelas claro. Estuvimos hablando con él mientras desayunábamos. Nos indicó por donde debíamos salir y nos dio un chupito de licor de café que nos calentó el estomago.
Cuando comenzamos a andar era de noche cerrada y tuvimos que hacer uso por primera vez de una linterna que tenía Pepe.
Primero cogimos una carretera, pero en algo menos de 500 metros nos introdujimos por el bosque.
No se veía ni por donde pisábamos y al mirar para atrás observamos un campo de linternas iluminando el suelo, de todos los peregrinos que también salían a la misma hora que nosotros.
Era otra experiencia nueva, caminar de noche por el campo. Tuvimos algunos problemas para encontrar algunas flechas y no equivocarnos.
Al ser Agosto el cielo estaba especialmente estrellado. Me gustó la sensación de mirar hacia arriba y ver esa enorme bóveda tan oscura y estrellada, algo que por lo general en Madrid es difícil.
Pensábamos que al ser tan solo 18 Km. y después de lo que llevábamos no nos iba a resultar muy duro, pero lo fue. El tramo tiene muchos desniveles, subes a lo alto de un monte para luego bajar. Caminamos entre pinares mientras amanecía y antes de que nos diéramos cuenta ya estábamos en Lavacolla, cerca del aeropuerto.
Nos esperábamos un tramo hasta santiago mucho peor, por carretera o algo así, pero de momento el camino transcurría entre montes y árboles.
Seguimos andando hasta la primera cafetería que vimos, ya era completamente de día, y todo el mundo paraba allí. En la terraza vimos a Marta y Nico y pocos segundos después apareció Raquel y sus acompañantes. Se notaba que quedaba poco.
No nos pudimos quedar a tomar café allí porque se acaba de ir la luz y no funcionaba la cafetera, así que decidimos seguir hasta otro sitio.
Cruzamos un río donde una mujer lavaba la ropa en el agua que debía de estar helada y todo el mundo le hacia fotos ante la indiferencia de ella.
Después de parar en el siguiente bar, nos quedaba algo menos de 5 Km. para llegar al Monte de Gozo.
Comenzaron a surgir peregrinos por todos los sitios. El camino estaba asfaltado y los mojones que indicaban lo que quedaba para llegar habían desaparecido.
En un momento mire hacia atrás y vi muchísima gente. Ande mas rápido y casi sin darnos cuenta llegamos al Monte do Gozo.
Este lugar se llama así porque desde allí, los peregrinos ya podemos divisar la Catedral de Santiago y esto llena de alegría. Está, como su nombre indica sobre una montaña. Un moderno monolito de piedra, recuerda a peregrinos ilustres, en especial al Papa Juan Pablo II. Es cierto que emociona ver la meta, aunque también es verdad que desacertadamente hay uno árboles tan altos que prácticamente tapan la catedral. Nos hicimos unas fotos, sellamos las credenciales y continuamos, no podíamos parar mucho porque queríamos llegar a la misa de 12. Del monte de Gozo a Santiago se baja por una carretera empinada y de allí se atraviesa un puente que da acceso a la ciudad.
Según pisas Santiago, un sentimiento extraño se apodera de uno. Te sientes algo aturdido entre la gente, cansado del viaje, ilusionado por llegar a la catedral, triste porque se acaba y todo ello mezclado.
Cuando entras a Santiago crees que ya estas en la meta pero hay casi tres Km. mas hasta la Catedral. Avanzamos silenciosos, cruzamos carreteras, parques y aceras, siguiendo los indicadores con la concha. Giramos en un edificio de piedra y hay estaba, gigantesca y apuntando al cielo la Catedral de Santiago. No puedo negar que un nudo se hace en la garganta al llegar a la plaza del Obradoiro.
Nos encaminamos al centro de la plaza, tiramos las mochilas al suelo y nos tumbamos frente a ella, cansados, satisfechos, tristes y alegres a la vez.
Una turista nos hizo una foto; es verdad que en la plaza del Obradoiro, el peregrino es una estampa típica. Estuvimos así algo más de diez minutos, observándola.
Es verdad que piensas que vas a sentir algo grandioso, como místico o espiritual y lo que sientes no es eso, es algo raro más que místico.
Cometimos un grave error que no me voy a perdonar y que me va a hacer repetir el camino (no hay mal que por bien no venga), y fue ir a recoger la Compostela a las 11:30 de la mañana, cuando para la misa de peregrinos, por la que tanto habíamos corrido le quedaba media hora para empezar.
En la cola para recoger la Compostela había muchísima gente. Gente que ni habíamos visto en todo el camino. A la primera que vimos fue a Raquel. Nos abrazamos y nos felicitamos por haber llegado a la meta.
Había algunos protestando nuevamente. Que porque no había mas gente trabajando allí, que mala organización. Discutí con un señor nuevamente, y le recordé lo que significa la Compostela y que todo lo que hay en el camino es gratis gracias a la iglesia.
Tardamos tres cuartos de hora a llegar a ventanilla. 12 y cuarto de la mañana. Cuando llegas una chica te pregunta que porque razones has hecho el camino y tus datos personales y en una hoja marcas con una cruz tus razones. Me llamó la atención que todo el mundo lo había hecho por razones religiosas, hasta los que se reían de los del rosario.
Estaba nervioso porque la misa había empezado. Cogí la Compostela y salimos corriendo y cual fue nuestra sorpresa que cuando llegamos a la catedral, esta estaba cerrada porque con la misa comenzada se nos permitía entrar.
Hable con un señor de la puerta y le pedí que por favor nos dejara pasar que éramos peregrinos y llevábamos 200 Km. a nuestras espaldas, pero el no cedió.
Me sentí mal, indignado con la iglesia por su actitud, la que critique. ¿Esta es la consideración al peregrino?¿este es el camino religioso? ¿O esto es un parque temático?
Cuando termino la misa y abrieron las puertas entre como una bala a la sacristía. Un cartel ponía “prohibido el paso”, pero a mi me dio igual, abrí la puerta y al primer cura que vi le eche la charla. Me dio igual porque no me hizo ni caso, pero me quede a gusto.
Mas tarde comprendí que tal vez, cerrar la catedral una vez empezada la misa de peregrinos, si que es un respeto hacia estos, ya que se impide que cientos de turistas inunden de fotos un acto intimo y dedicado solo a los que han peregrinado, pero deberían tener un poco mas en cuenta a las personas.
La culpa fue nuestra por haber ido a por la Compostela antes que a la misa. En fin, decididamente pienso repetir el camino.
El resto del DIA nos lo pasamos por allí. Entramos a la catedral, abrazamos al apóstol, visitamos su sepulcro, vimos Santiago, comimos y perdimos el tiempo hasta la hora de coger el avión.
La aventura se había terminado.




CONCLUSION
Volveré a repetir el camino.
Cuando lo comencé no sabia muy bien porque lo hacia. ¿Turismo?, ¿sentir esa transformación de la que tanto hablan?, ¿aventura?.Me deje llevar.
Poco a poco y según avanzan los días, comienzas a pensar y reflexionar varias cosas, te vas a adaptando al paisaje y al ritmo, y tu ritmo cambia.
El camino te retrae a las raíces, al hombre más primitivo. En el camino eres tu, tu bastón, dos prendas y el esfuerzo, y te das cuenta de que en muy poco, con tan solo eso ya eres feliz. La felicidad en el camino es una cama donde dormir, sentarte un ratito bajo un árbol o encontrarte todo el rato con un peregrino/a que has conocido apenas antes de ayer. Es lo básico y cuando llegas a una ciudad te sientes extraño, artificial. Llegar a Santiago es la meta, pero también es lo de menos.
El camino te enseña que toda la vida se puede resumir en esta aventura. A veces estas cansado, a veces feliz. A veces disfrutas con el paisaje, otras no; pero siempre hay algo dentro que te hace tirar para adelante.
Te sorprendes a ti mismo durante todo el trayecto. Te das cuenta de tus posibilidades, de tu capacidad y cuando llegas a casa todo es distinto.
Tu cama que antes te parecía demasiado dura, ahora es perfecta y ves exceso por todos los estantes. Mucha ropa, muchos libros, muchos Cds.
No voy a decir que el camino me ha cambiado, simplemente diré que este te enseña.

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