Mostrando entradas con la etiqueta mis paranoias sobre la vida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mis paranoias sobre la vida. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de octubre de 2020

Tiempo Atrás

           Tiempo atrás o mirar hacia atrás. No sé por qué recordé hace unos días mi blog. Este blog al que tanto tiempo hace que olvidé. Me fui un día, sin más, cuando comprendí que me estaba repitiendo, o tal vez que ya no había nada más que añadir. Este espacio que durante años fue una especie de catarsis y que cuando me he vuelto a leer apenas si me reconozco se convirtió en un montón de textos perdidos por la web. Empecé como diario de viajes, seguí con mi pasión por los cementerios y la arquitectura funeraria y terminó pareciendo un manual de autoayuda repleto de consejos para ser feliz que yo mismo me apliqué. Conocí a gente estupenda con quien compartí mis aficiones; me leyeron amigos y familiares hasta tal punto que ya no me sentí cómodo. No era tan libre como pensaba (uno vive mucho mejor en el anonimato). En todo este tiempo comencé a escribir otros blogs de diferentes temáticas: mi vida en capítulos ( como si a alguien le interesase); los libros que leo, los viajes que hago... Todos fueron proyectos que se agotaron nada más empezar. Al final todo volvía a estar cerca del negro al gris. ¿Para que empezar algo nuevo si continuar está mejor?

Desde la última entrada a esta han cambiado muchas cosas. Ahora me siento más en paz conmigo mismo y no busco nada porque ya lo encontré. He dedicado gran parte de mi tiempo a escribir novela y publicarla, y sobre todo me he hecho mayor. Hacerse mayor a veces está bien y otras no tanto. Parece que uno deja de cuestionarse las cosas por que ya están las bases sentadas en la cabeza y todo muy bien estructurado. No sé si me interesa mucho eso de hacerme mayor...

Tal vez mi regreso a este espacio dure o se extinga por sequía, pero de repente tengo la sensación, otra vez, de que escribir lo que pienso me resulta útil. Venga, vamos a probar me he dicho. ¿Quién seguirá por aquí de los que estaban? Probablemente nadie. ¿llegarán otros nuevos? Quizá, y sino pues me autoleo que tampoco está mal. ¿Existe la palabra autoleer o con leerse basta?

Tengo en mente un montón de proyectos, una novela en marcha, una carrera a medias, un trabajo que cambia... un montón de cosas que contar. Vamos a allá, pues, a ver que pasa.

Mi vida ya no va del negro al gris, ni llega a veces hasta el blanco. Mi vida está en ese equilibrio de color grisaceo, luminoso y cómodo, pero muchas veces añoro el sobresalto de lo nuevo, la emoción de no saber que va a pasar. Cuando todo está sentado y en sus sitio parece que buscamos algo que sacuda de nuevo la modorra y nos despierte.

En fin, tiempo atrás deje este blog; Tiempo después vuelvo a él.

domingo, 11 de enero de 2015

En blanco

A veces pienso que me quedo en blanco durante horas, meses e incluso años mientras la vida sigue transcurriendo. Me quedo en blanco no por que no viva, eso es muy difícil, sino por la propia vida me deja en blanco. Claro, mucho mejor es estar en blanco que en negro; el blanco es luz, que aunque ciegue siempre es mejor que la oscuridad. Pero tanto me ciega esta luz que las cosas pasan sin que yo las vea. Pasa el tiempo y apenas me doy cuenta. Cambian las circunstancias a mi alrededor y estoy tan cegado por tanta luz que cuando quiero mirar ya no hay nada. 
Hace prácticamente dos años que deje este blog. Lo cerré y hasta bloqueé porque de repente me di cuenta de que ya no tenía nada que contar, sin embargo me ha servido de terapia mil veces por que he vuelto a el de forma recurrente para releer lo que ya había escrito, y en muchas ocasiones me reconocí, en muchas otras no. 
Cuanto he cambiado me dije a veces; hasta cuando voy a seguir igual, me dije otras. 
Que gran terapia es esto de escribir lo que uno siente o piensa en cada momento. Que bueno es volver por un instante a leer lo que sintió y a sentirse ridículo por ello, o al revés.
Si, creo que estoy en blanco, por eso no escribo, por eso no hago nada para que las cosas cambien (si es que quiero que cambien que no lo sé) por eso me dejo fluir en este espacio en blanco.
Hay un gran escenario, o una calle, o una ciudad... no lo sé. Solo sé que es todo blanco, como si se hubieran pintado las paredes y los suelos y el cielo de ese color, y yo voy caminando por en medio y alguien va poniendo cosas en mi camino: otras ciudades, mil situaciones, campos y mares y personas, sobre todo personas. Personas que se plantan delante de mí y a las que miro a los ojos una sola vez y les digo: Ey!, estoy aquí, mira como soy ¿te gusto? y ellas dicen: si, me gustas, pero algo me dice que no. Entonces yo miro hacia arriba, algo muy común en mí y dejo que la mirada se vaya hacia otro lado, hacia la nada y lo veo todo blanco y sigo caminando un poco más.
Pero al fondo todo sigue estando en blanco.
No me quejo, la verdad que no me gusta quejarme de casi nada. Me gusta vivir en blanco. 
Quizá la felicidad sea esto y yo soy muy feliz. Quizá la gente piense que lo ideal es vivir siempre mirando hacia el futuro, pensando que vamos a hacer y hacia donde queremos ir. Quizá las personas tengamos que aferrarnos a los recuerdos para saber quienes somos.Tal vez haya que vivir siempre en un espacio que no sea el presente donde todo es luz, donde no hay nada que hacer por que se hace solo; pero una cosa tengo cada vez mas clara, al fin y al cabo eso es lo único que tenemos, el ahora y el blanco es un color bonito (¿el blanco es un color?). 
Tengo ganas de escribir, por pura terapia, y creo que intentaré volver a hacerlo en este blog. Mi blog.
No sé cuantos de los que estaban permanecerán, cuantos se habrán ido....
Veremos si soy capaz. 
Esto de vivir en blanco me ciega...

lunes, 21 de enero de 2013

Sorpresas

Y es que la vida no deja de sorprender. A veces se nos escapa de las manos para bien o para mal, se retuerce y parece que se queda atascada en algún lugar. Se pone delante y  la empujas pero no avanza cuando tu quieres sino cuando a ella le da la gana; piensas: ¿Que hago para que esto cambie?¿que puedo hacer yo? Y al final el tiempo te enseña que hacer, te enseña que en muchos aspectos no hay que hacer nada, porque si lo haces la vida se va enfada y se esconde. 
No sé si hay destino, probablemente no hay nada predefinido y es tan solo un cúmulo de casualidades: estar en el lugar correcto el día correcto, o cruzar por un sitio cuando no debías hacerlo. Y esa casualidad desencadena un montón de circunstancias impredecibles.
La vida no deja de sorprender y que bien que sea asé. 
Siempre me ha dado algo de pena las personas a las que ya no les sorprende nada, la gente que lo tiene todo claro y no se cuestiona las cosas. No es que yo me crea superior ni distinto por conservar (y batallar por conservar) ese puntito de ingenuidad tan necesario para ser feliz. Y es que la vida no deja de sorprenderme: cuantos giros inesperados  cuantas situaciones distintas, cuantas veces pasamos por el "yo por ahí no paso" y pasas, pasas aunque no quieras o aunque si. Es entonces cuando te das cuenta una y otra vez que la vida no deja jamas de sorprenderte.Ahora vives solo, mañana con amigos, tal vez con pareja, tal vez no aparezca nunca nada de eso. 
Que invento eso de reinventarse. Reinventarse es un placer absoluto, pero no reinventarse por que si. Yo soy mas de reinventarme a la fuerza, a lo bestia, cuando ya no queda otra.
Uno defiende sus valores, ahora, si no les gustan tengo otros...Es más si no gustan, si no son rentables, o si simplemente están caducos y ya no me hacen feliz. En ese momento que mejor que reinventarse; más que nada por que al volverte a hacer, al volver a partir de cero ( lo de partir de cero es un decir, por que partir de uno o de dos suena mal) se vuelven a ver las cosas desde otra perspectiva. Distinto, nuevo... es como probarte unos zapatos nuevos, o un nuevo pantalón.Al principio no sienta, roza, aprieta  y de alguna manera sientes añoranza por el antiguo, ese zapato viejo y feo pero tan cómodo que ya te habías hecho a andar con él... o el pantalón que ahora ajusta y parece llegar a tu armario a fastidiarte pero que al final tras un poco de uso es con el que mejor te ves.
¿Y que necesidad tenia yo de comprarme zapatos nuevos? Es que estos ya no estaban para muchos trotes. Estos ya habían andado todo lo que debían y empezaban a ser demasiado incómodos y feos. Vamos allá, que la pereza es mínima y la recompensa grande, lo se.  
En fin, la vida... La vida no deja de sorprender a a uno. Una nueva casa, un nuevo amor, un nuevo trabajo. Mas dinero, menos dinero. Problemillas de salud, poca cosa. Salud de hierro... subidas, bajadas, amorfes, desamores, amigos y compañeros de vida, familia buena o mala familia, la que te toca esa no se puede escoger... y tras cada uno de estas cosas la vida, asomando la cara a cada recodo del camino...
¿Y que seria de nosotros sin esas sorpresas? 
Simplemente no estaríamos vivos ...

domingo, 30 de septiembre de 2012

De viaje

Anoche me dormí pensando en un viaje. De hecho el viaje empezó hace un tiempo y aun estoy en él. El viaje en el que estoy es largo (espero que lo sea) y también espero que intenso. Miré el catálogo que me dieron en la agencia y al que poco a poco le he ido añadiendo fotos, recuerdos, enseñanzas... Me di cuenta que un un viaje tan intenso había  formado un catálogo extenso.
Pensé que en este viaje, algunos compañeros corrieron demasiado y se olvidaron que tarde o temprano llegamos al mismo destino, que su inocencia pasó rápido en un afán por ser mayores y ahora les gustaría ser niños otra vez.
Comprendí que muchos perdieron su salud por buscar riqueza, espacios iluminados pero frios, cuevas repletas de tesoros que ansiósamente anhelaban  en cada parada del camino, y se olvidaron de disfrutar el paisaje por llenar las arcas...Muchos las vaciarían ahora por recobrar la salud perdida.
Otros tenían tanta ilusión por ver cosas nuevas y que aun estaban por llegar; y a la vez añoraban tanto todo lo que quedó atrás  que la mayoría de las veces se perdieron lo único cierto que les quedaba: la proeza que cada paisaje ofrecía ante sus ojos en este mismo instante.
Algunos vivieron el viaje como si nunca fueran a morir, y al final del camino se lamentaron de haber muerto como si nunca hubieran vivido el viaje
Es difícil aprender todas la reglas del camino, de hecho cada uno marca las suyas. Ojala hubiera un manual que nos dijese que pasos seguir para llegar a la meta con la satisfación del trabajo bien hecho, pero no las hay.
Sin embargo uno aprende e intenta poner en practica todos los consejos recibidos de sus mayores, todas las enseñanzas que los sabios dejaron escritas, y así, con disciplina y atencion concluye  que no podemos forzar a que nadie nos ame, pero si podemos dejarnos amar.
Que podemos pasarnos una vida entera para ganarnos  la confianza de un amigo y podemos perderla en pocos segundos por no saber actuar bien,por una  palabra o una actitud.
Que no es más valioso lo que hemos conseguido por el camino, sino a quien hemos conseguido que nos acompañe.
Que compararse con los demás no sirve de mucho, Siempre veremos a otros mejores y a otros cuantos  peores que nosotros, pero al fin y al cabo de que nos sirve...
Que el más rico es el que menos necesita, el que todo su tiempo a perdido en tener más, siempre se sentirá pobre.
Que debemos controlar nuestras mezquindades, nuestros vicios y nuestras manías  sino estas acabaran por controlarnos a nosotros.
Que en pocos segundos podemos abrir una herida profunda en las personas que queremos y que esta necesitara años para cicatrizar.
Debemos aprender que por que alguien nos moleste y nos dañe, no tenemos derecho a hacérselo nosotros a los demás, por que de esta manera el circulo no se cerrará nunca.
Que el mejor perdón es el  que nosotros mismos nos damos
Que podemos ser dueños de nuestra casa y nuestro dinero, pero esclavos de nuestras palabras y nuestros actos
Pero sobre todo, segun avanzamos por el camino, uno se da cuenta de una verdad absoluta que resume todas las enseñanzas del viaje y es que al final todo lo que plantamos terminaremos recogiendo, quien siembra bueno recogera su fruto y quien sembro maldad acabara por tener una cosecha abundante de desprecio y soledad.
De eso no tengo la menor duda

sábado, 11 de febrero de 2012

Desnudo



Hoy voy a hablar de un hombre.
Este hombre es mi amigo y creo conocerle de veras...
Este hombre tiene 36 años y no se lo cree.
Depende de como se quiera ver es demasiado joven para algunas cosas, desde otra perspectiva demasiado mayor. Así se percibe él.
No es mala persona, pero si muy particular. Las opiniones sobre su existencia oscilan entre los que le tiene por un pedante, irónico y con humor demasiado negro, hasta los afirman que su locuacidad y humanidad roza casi la tontería. Algunos le ven como el mejor amigo que se puede tener. Yo le conozco bien, mi tiempo me ha costado, y puedo afirmar que tiene lo mismo de pedante que de lúcido, de bueno que de soberbio.
Disfruta su hacer y es algo hedonista. Vive, como es lógico haciendo camino.
Tiene tendencia a la accion, a forzar las cosas para que salgan justo como él quiere, y eso le hace ver a la gente o demasiado lenta o demasiado rápida, así que vive en un constante anacronismo. Tiene tendencia a acoger en su núcleo más íntimo a seres intelectualmente perezosos o hiperactivos mentales, no hay punto medio. La mediocridad le aburre, y quizá por eso mantiene ese toque histriónico que tanto cansa a los demás. Te quiere o te rechaza y su decisiones suelen ser meditadas pero demasiado sonoras, casi teatrales.
Tal vez parezca que mi amigo es alguien interesante, un buen amigo, un personaje con el que poder contar, sin embargo en su interior, en lo más hondo de su alma, a mi amigo le aburre casi todo y con bastante asiduidad.
Él se enamora y se aburre de las personas, de los trabajos, de los deportes, de los estudios.Por ser sinceros diría que se aburre hasta de si mismo, por eso tiende a reinventarse una y otra vez, en un patético esfuerzo de parecer otro, un renovado personaje, con nuevas metas y propositos, y se cree tanto su nueva impostura que termina convirtiéndose en lo que considera cada momento.
Es complicado en esto de amar ¿Habrá amado alguna vez? me preguntó; es decir... ¿habrá aceptado alguna vez a alguien como realmente es?...Una incógnita que queda por resolver. Mi opinión, es que él ama todo el tiempo, salvo cuando, además, desea a alguien...
Y se puede dudar si amó o no, pero lo que si tiene claro es que siempre se ha sentido verdaderamente amado. Por su familia, por sus amigos, por su entorno...
Y detrás de este personaje, irónico, travieso, dual, soberbio, divertido y pandórico (palabra que acabo de conocer y que me encanta), hay otro oculto entre los pliegues de su ropa, en lo más profundo de su alma; un Mister Hyde débil, requiriente de cariño, solitario, dubitativo y tímido.
Mi amigo ha malgastado demasiado tiempo en encontrase con ese otro que se empeña en ocultar. Ahora deja que salga cuando quiera y se manifieste libremente, poco, pero libremente, y cuando aflora siente con tristeza que los demás le reclaman tal cual le conocen. Así que de alguna manera termina siempre claudicando.
No obstante este hombre disfruta viviendo. A su manera, pero disfruta de la vida y en sus planes más inmediatos no entra morirse. En un futuro si, como es natural, pero él no tiene miedo a la muerte, le gustan los cementerios y pasear entre las tumbas. La muerte es solo un capítulo más de la vida. Puede que sea el ultimo, se empeña en decir.
Tiende a jugársela en situaciones de las que los demás escapan. A involucrase en los problemas ajenos y luego arrepentirse. A ser demasiado sincero. A confundir a los demás con sus actos. A jugar a la ambiguedad.. tiende a ser vanidoso, es solo un juego y yo lo sé... Y casi nunca entiende a la gente.
Pero esta seguro que cuando escriba su último capitulo, de él quedara en este mundo el amor incondicional a su familia y sus amigos. Quedará el pensamiento y su forma sincera de escribir, desnudándose en cada post de su blog. Quedará su humor y su sonrisa.. y sin duda su originalidad. Quedara la certeza de que se debe luchar por lo que se quiere, sin desfallecer hasta el aburrimiento llegue este tarde o pronto.
Y quedará su conviccion de que para ser feliz, se ha de estar en el camino correcto, con la actitud correcta, y siempre de la mano de los demás, para empujar y que le empujen en los momentos difíciles.
Y como no, quedará su blog, del negro al gris, al que últimamente apenas si le dedica tiempo y que se esta volviendo demasiado blanco... Pero para que mi amigo se marche de este mundoqueda aun mucho tiempo.... O eso cree, y yo le conozco bien.

viernes, 20 de enero de 2012

Trenes Perdidos


Siempre que un tren se escapa y nos quedamos en la estación parados, muertos de frío, rodeados de escarcha esperando otro tren, pensamos que el siguiente es el que por fin nos llevará al destino que tanto anhelamos.
Trenes perdidos que pasan por delante de nuestros ojos, a veces tan rápidos que no nos da tiempo a subirnos, pero la mayoría de las veces a destiempo. Trenes que rozamos con las manos y nos llegamos a quemar, pero que por una u otra razón no conseguimos saltar dentro, tan solo imaginamos el calor de su interior, los confortables asientos, pero no entramos ni conseguimos siquiera imaginarlo.
Trenes que se escaparon irremediablemente, que nos montamos y nos bajamos con la esperanza de volverlo a coger, pero que no volvieron a pasar nunca y poco a poco se van perdiendo en el horizonte, desdibujando una figura que en otro tiempo fue tu casa y ahora parece tan lejana... Trenes perdidos..
Trenes que van y vienen, que se alejan y retornan una y otra vez hasta darte cuenta que siempre estas haciendo el mismo recorrido, pero que su acero te atrapa en el interior y ahora a apenas quedan ganas de bajarse y esperar al siguiente.
Trenes que nunca debimos coger, de los que debimos bajarnos hace tiempo y en los que permanecer es una perdida de tiempo.
Trenes que van y vienen...
He vivido con la esperanza de encontrar el tren que haga el recorrido perfecto, con los raíles nuevos y una ruta llena de aventuras, con asientos de madera, y olor a calidez ... El tiempo me ha hecho recordar todos los que dejé atrás, todos los que se perdieron, los que se pierden...los que se alejan y no puedo retener, los que no quieren quedarse, lo que empujé para que arrancaran y buscaran su propio destino...
Y a veces, pocas veces, me miro en el espejo de la estación, hago un hueco en el vaho del cristal y veo mi rostro reflejado, sonriendo, con la mirada puesta en el horizonte y todos los trenes que mientras tanto pasan por mi espalda.
Miro el reloj de la estación y pienso que se ha hecho tarde y que ya no va a pasar ninguno.
Mejor irse a casa, mañana tal vez ...

domingo, 8 de enero de 2012

Crear, pensar, vivir ...


Hace tiempo que descubrí la importancia de imaginar, de crear en mi mente lo que quiero que sea mi vida, con la paciencia y el dejar a hacer al destino su trabajo.
Los seres humanos somos unicos, capaces de componer canciones, de escribir novelas, de inventar aviones y barcos, de crear nuevas vidas a partir de nuestra imaginacion; soñar ciudades, edificios, catedrales, puentes y monasterios; de hecho me atrevería a decir que vivimos en un planeta imaginario, en un mundo surgido de una idea, o de millones de ideas que a lo largo de la historia han surgido en las mentes de los que habitaron este mundo.
Todo lo que nos rodea no deja de ser producto de la imaginación. Lo que comemos, lo que vestimos es simplemente el producto final de la mente de alguien, de un proyecto, de una idea.
Existimos porque imaginamos y cuando desenredamos la capacidad de imaginar de nuestras neuronas y las ponemos a trabajar somos capaces de crear lo mas insolito, lo inimaginable, lo increible y con esto transformamos el mundo hasta ahora conocido. La capacidad de avanzar, de sacar adelante nuevos proyectos, de enfrentarnos a nuevos retos, incluso de tropezar, a menudo nos conduce a nueva idea, a una buena idea.
Todos tenemos la capacidad de imaginar y de crear, lo que pasa es que tenemos que desarrollarla. Tenemos que aprender a ser creativos de la misma manera que debemos aprender a leer o escribir, como una formula para mejorar nuestra vida para alimentar nuestro cerebro.
Deberiamos pensar en varias cosas a la hora de desarrollar nuestra creativad, por ejemplo qué nos gusta, que campo es en el que queremos emplearnos, que nos motiva, y sobre todo imaginar como queremos que sea nuestra vida. Dedicarnos con pasión a ello. La pasión es otro ingrediente fundamental para ser feliz, porque la creatividad es pasion y la pasion lo que mueve nuestra vida y el mundo en donde vivimos.
Arriesgar, lanzarse, aunque a veces salga mal, por qué tras caer muchas veces se aprende que se conseguirá, que todo es cuestion de insistir.
Hay una ley no escrita, algo así como universal, que algunos ahora la llaman "el secreto" y la dotan de un aspecto casi paranormal o parafísico, pero que para mí es más evidente que todo eso: Es la ley de atracción, somos lo que pensamos, lo que imaginamos de nosotros mismos, y atraemos a nuestra vida. Lo que conseguimos visualizar, imaginar; porque cuando imaginas algo que quieres para tu vida, tu cerebro se pone a trabajar y todo tu mundo conspira para que esto llegue, no de forma mágica, sino porque fuimos capaces de crearlo en nosotros mismos.
Hace tiempo que cambié el chip y cada vez que algo va mal, lo cambio por un pensamiento positivo, por un proyecto, por una idea, y el tiempo me ha demostrado que mis neuronas se encargaron, no se sabe como, de transformar mi mundo y hacerlo justo como me lo imaginaba.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Mente y Corazón


Thich Naht Hanh:

"La fuente del amor está en lo profundo de nosotros y podemos ayudar a otros a sentirse felices. Una palabra, una acción o un pensamiento pueden reducir el sufrimiento de la persona y traerle alegría. Una palabra puede aportar comodidad y confianza, destruir la duda, ayudar a alguien a evitar un error, reconciliar un conflicto o abrir la puerta a la liberación. Una acción puede salvar la vida de la persona o ayudarle a aprovechar una oportunidad única."

Una de las cuestiones que siempre ha avasallado mi cabeza a sido la de qué criterio seguir a la hora de tomar decisiones: ¿Mente o corazón?Durante años he buscado la receta, el método que me permita tomar decisiones sin equivocarme. El mero hecho de pensar así, ya me hizo errar muchas veces, tomar caminos que no llevan a ninguna parte. Saber qué camino seguir es algo bastante difícil también si sólo lo hago desde lo racional, me dije, ya que será un camino sin corazón.
Mi mente hiperracionalizada en los últimos años, intentó casi siempre buscar la solución práctica a los asuntos emocionales, pero sin emoción estas muerto.
Un día, de repente te das cuentas de que no eres un robot. Que también puedes caer en el abismo de las emociones. ¿Ahora que hago?.Bien, racionaliza, se dice uno a si mismo.
¿Otra vez racionalizar ? Mejor analizar, visualizas, focalizar …
Hace años leí el libro de Daniel Goleman “Inteligencia emocional” y ahí aprendí a tomar conciencia de mis emociones y de las emociones de quien me rodea. Prácticamente es la base de esta enseñanza.
Cuando uno siente una emoción intensa, sea por la causa que sea, el fallecimiento de un ser querido, la ruptura de una pareja, los celos, un amor no correspondido … debe mirarse con los ojos internos, con los del corazón. Tomar la emoción entre las manos y dejar que suba hasta el cerebro, sustituirla por otra, analizarla, ver que es lo que te esta pasando y una vez reestructurada, volver a colocarla en su lugar.
Reconozco que con los años me he vuelto mucho mas racional de lo que era. Ser demasiado emocional me traía muchos problemas e hizo un esfuerzo por que mi corazón no me dominara. Sin embargo tampoco termina de sentarme muy bien mi raciocinio, tengo la sensación de que me estoy perdiendo algo.
A veces las emociones son tan fuerte que impiden que nuestra cabeza reaccione, solo el corazón manda. Esto me llena de frustración y de impotencia, malgastando un montón de energía. A veces, nuestro raciocinio es tan fuerte que tiene secuestrado al corazón y cuando este se manifiesta, lo hace de tal forma que a uno le sacude el alma.
¿Entonces, cual es el camino?
Desde hace bastante tiempo practico la meditación (post pendiente). Esta practica que todo el mundo que no conoce la ve como algo místico rodeado de velas e incienso en alguna posición de yoga( esta bien todo eso pero no es necesario), es algo que ha cambiado completamente mi vida. Todo lo que necesitas para vivir feliz es tiempo. Tiempo para dejar que tu mente se amolde a tus sentimientos.
La meditación es un espacio neutro, donde convive mente y corazón o mas bien ninguna de las dos cosas. Es un lugar donde la mente se queda en blanco (Siempre que no sea una meditación trascendental o meditación guiada) para poder re ubicar tus emociones. Es el espacio donde se las emociones se convierten en colores donde las moldeas para que todo salga bien.
No voy a entrar en detalle de cómo meditar, eso es tema que tratare en otro post, pero si en como manejo mis emociones a través de este estado blanco de conciencia.
Tomo la emoción, la analizo, veo sus pros y sus contras. La dejo un rato en el espacio en blanco de mi mente y la devuelvo a mi corazón de una forma que no me haga daño, que me ayude a crecer, que me enseñe a ofrecer algo más a las personas que quiero, mas amor, mas comprensión, mas ponerme en su lugar … .
De esta forma he cambiado odio por amor. Celos por comprensión, desamor por aprendizaje. Despedidas por encuentros.
Yo soy lo que quiero ser, y siento lo que quiero sentir. Y si algo viene a robarme mi energía, lo cambio por un pensamiento positivo en el espacio neutro de mi mente.

domingo, 16 de octubre de 2011

Sakura

Sakura es una palabra que utilizan los japoneses para denominar a la flor del cerezo. El florecer de un frutal, de cualquier planta es algo bellísimo y efímero; es por esto por lo que los japoneses también utilizan esta palabra como metáfora de la propia vida, rápida, bella, transitoria y de una duración determinada.
Gran parte de mi tiempo lo he utilizado mal, y me arrepiento. Muchas veces pienso que he perdido demásiado tiempo en pensar en lo que pudo haber pasado, en lo que pasó realmente he incluso imaginando con lo que pasará en un futuro. Durante todo ese tiempo lo único que he conseguido ha sido perderme la magia del presente, esa infinidad de momentos preciosos que dejamos escapar por estar pensando en otra cosa.
Empecé a buscar la magia del instante desde que escuché una frase de Lennon que decía “La vida es lo que te pasa, mientras estas ocupado haciendo otras cosas”. Comencé a darle vueltas y comprendí que se me estaba pasando el tiempo y que de alguna manera no lo estaba aprovechando en su totalidad.
Llegué aquí tan solo para ser feliz, y me lo estoy perdiendo, me dije.
A la cabeza me vienen vacaciones con mi madre pensando en mis amigos. Noches de copas con mis amigos, pensando en el dinero que me estaba gastando, y en la regañina que me iba a echar mi madre; dinero que me gasté para comprarme cosas que no puedo disfrutar por falta de tiempo … Personas a las que quise y nunca se lo dije.
Así podría enumerar cientos de situaciones que me he perdido.
El aquí y el ahora, es algo que he aprendido a valorar y a trabajar día a día para que no se me olvide, en este mundo rápido y de consumo, donde nosotros mismos somos un objeto más.
He aprendido a escuchar y disfrutar de la gente que me quiere, a la que tanto quiero. He aprendido a no poner trabas a las situaciones que te llegan por que si, tal vez a destiempo. He aprendido a disfrutar, con coherencia, de la importancia del ahora.
Este instante será solo un recuerdo, dentro de un momento y ya no se podrá recuperar. Podremos vivir otros, pero no este. Ni siquiera me arrepiento de los perdidos, me haría perder el tiempo; simplemente ahora disfruto de la magia de contemplar un cuadro; de las sensaciones que me provoca leer un libro. Del beso de mi madre, del abrazo de mis amigos, de aroma del campo y la textura del mar al rozarse con la piel. Ahora pierdo (aprovecho) unos minutos de mi tiempo en ver a mis sobrinos dormir, su respiración lenta, sus pequeños gruñidos inconscientes, puros, su piel limpia y blanca, recien estrenada.
Ahora trato de coger a mi madre de la mano y acariciar su piel curtida.
Me asomo al campo, al monte y huelo la sinfonía de aromás que dios, el universo, la naturaleza o como lo quiera llamar cada uno nos ha puesto a nuestro servicio, y pienso que la vida esta llena de pequeños instantes, de gigantescas obras de arte, que todo se podría concentrar en un solo instante, en un abrazo (algo que también he descubierto, y que regalo siempre que tengo ocasión y viene a cuento).
“Los místicos dicen que el presente es el lugar en que la eternidad suele tocar el tiempo. Cuando el alma ha abandonado todo lo que en el tiempo existe y, vacía de todo, se halla en la quietud total. Entonces se para el tiempo y es transformado por la eternidad.”
Disfrutemos pues del momento. Digamos a la gente que nos rodea que la queremos, que cada persona no es una más, es un ser único y especial, y digámoslo tantas veces como sea necesario; nos haremos felices a nosotros y se lo haremos a ellos.
Digamos a la personas que nos hacen daño, o no comprendemos, que las perdonamos, que no pasa nada, que no merece la pena vivir tan poco tiempo y vivir con rencor .
Escuchemos a Dios en su creación más perfecta, en el regalo que nos ha dado, este precioso lugar que es el mundo; que son los amigos y la familia; que son los sentidos y la música, y el arte, y el mar y el campo; y si vamos con los ojos abiertos y sin prisas, no podremos hacer otra cosa que dar gracias por este mundo y esta vida:
Aunque se acabara justo en este instante ya hubiera merecido la pena vivirla …

A mis amigos, a mis enemigos y a mi familia...

jueves, 15 de septiembre de 2011

Isabel

Al partir ¿que me queda de ti?. Te marchas silenciosa y callada, con tu mirada clavada en mí … Esa mirada de tu último día, esa en la que parecías querer decirme con los ojos “me voy, pero me quedo por que te dejo aquí todo mí amor“.
Te vas, pero te quedas. Te quedas dentro de mí, por que formas parte de mi vida, por que me dedicaste todo tu tiempo, tus caricias y tus besos. Te vas pero queda el roce de mis labiso con tu piel agrietada, seca por tantos años vida. Esos besos que los últimos días no pude darte, que ironía, tú que tanto me los reclamabas nada más llegar, pero prometo que te los daré el resto de mi existencia, en sueños, al aire, a una canción que me recuerde a ti, al olor de tu casa, de tu ropa; Al sonido de tu voz, grabado en mi memoria.
Nadie se va del todo, menos tú que tanto espacio has llenado en nosotros … Mi otra mamá.
Recuerdo ahora, a tan solo un día de tu marcha, la paciencia con la que nos dabas de comer, los caprichos que nunca nos negabas, las tardes de visita adolescente, para sacarte las doscientas pesetas de propina para salir ese fin de semana. Recuerdo el olor de tu casa, el sonido del reloj colgado en la pared, ese que ahora suena en mi casa y que a cada campanada me recuerda tu nombre y me trae tus recuerdos … tantos recuerdos.
Doy gracias a Dios, porque ha dejado que compartas conmigo tanto tiempo, tantos momentos. Por eso me siento privilegiado. Ha sido un regalo conocerte y quererte. Quererte y que me quieras, por que sé que allí donde estés me sigues queriendo, como siempre, como toda tu vida hiciste.
Ahora sé que este final no acaba nada, que comienza una nueva forma de estar contigo, en mi memoria, en mis oraciones, en mi cabeza, donde retumba tu voz y tus gestos; donde permanece el sonido de tu risa, esa que hace años que no escuchaba, pero que permanece.
Me dejaste el regalo de tu vida, un regalo incalculable. Me dejaste tu mirada clavada en mí en tus últimas horas, fija. Una mirada llena de palabras y recuerdos, llena de esperanza en el otro sitio, donde estas ahora, bailando con toda la gente que tanto has querido. Contagiando alegría y dando luz, organizando aquel espacio que llamamos cielo. Siempre quisiste que todo pasara por tus manos y ahora, allí, seguro que estas poniendo todo patas arriba, libre de todo lo que aquí te ataba. Tú que tantos andaste por el mundo, que tanto gritaste y viviste. Tú, que eras todo energía, acabaste silenciosa, callada, quieta …
Te vas, pero te quedas; y hasta para irte lo hiciste bien. Te dio tiempo ha decirme cuanto me querías, con palabras y miradas; ha responderte cuanto te he querido, con palabras y con actos. Te dio tiempo ha despedirte y dejar de ti el más bello recuerdo que pudiera tener: un domingo soleado de otoño, un paseo en bicicleta con mi hermana, tu niña, tu otra hija, con el tío y de la mano junto al rio henares. Un recuerdo vivo, tan vivo como tú. Allá donde estés, nunca olvides cuantos nos hemos querido, cuento te hemos querido.
Podría decirte muchas cosas, tantas frases, tantos abrazos. Podría pensar en lo que se quedó por hacer, en lo que hicimos. Quizá podría quedarme algún remordimiento porque a veces la falta de tiempo no me dejó compartir más tardes junto a ti, en estos últimos años que tanto nos necesitabas. Podría sentirme de muchas maneras: triste, aliviado por que ya no sufres, nostálgico por lo que ya no viviremos juntos, vacío por tu ausencia.. Pero solo me siento en paz, porque tú y yo, ya nos dijimos todo, ya lo vivimos todo, ya hicimos todo lo que podíamos hacer; y ya solo quedaba despedirnos con la tranquilidad que da saber de que todo lo que podíamos hacer, se hizo bien
Hasta siempre tía. Sé que algún día volveré a abrazarte, solo nos queda esperar...

sábado, 10 de septiembre de 2011

El pequeño viajero


Como cada temporada, procuro cambiar la imagen del blog, hacerla mas parecida a mi estado de ánimo actual, a mis propósitos, a como me siento o pretendo sentirme este otoño.
Después de dar vueltas y vueltas por la web sin encontrar una imagen que ilustrara lo que yo sentía, me di cuenta de que estaban todas más cerca de lo que yo pensaba, en el blog de Dani "las pequeñas miradas".
Dani es un virtuoso de la fotografía, un tio que sabe captar en un solo click, en una imagen, todo el sentimiento que una milésima de segundo puede transmitir. Me reconozco un fiel admirador de su técnica y por eso me atreví a pedirle permiso para utilizar sus fotografías. Es por esto que hoy debo darle las gracias públicamente por permitirme altruistamente el uso de las mismas...
Dicho esto quiero añadir que al igual que el pequeño viajero de Dani, cargado con su maleta y siempre en busca de algo, o intentando tocar la luna, o sentado en un anden, o caminando sin rumbo, esperando que a la vuelta de la esquina la vida le sorprenda, o le sorprenda aun mas, así mismo me siento yo. El pequeño viajero se pone de puntillas para alcanzar lo inalcanzable, para por lo menos soñar con que puede tocarlo. El pequeño viajero va ligero de equipaje pero con todo lo que necesita para disfrutar del trayecto sin marcar un final ni un principio a su viaje.
Desde hace años viajo por un camino donde en cada recodo busco una nueva experiencia, alguien importante a quien conocer, un nuevo cementerio que descubrir, un nuevo viaje con el que soñar.
Al igual que el pequeño viajero me escondo entre los pliegues de mi cerebro, esperando que entre medias de mi masa encefálica aparezca la solución, la risa, el llanto, el sentimiento nuevo.. ese que no conozco o que ya olvide. La vida en definitiva, y la muerte en consecuencia...
El pequeño viajero se mueve entre la búsqueda y la nostalgia,entre la prisa por descubrir y la paciencia de disfrutar con lo que el propio viaje le ofrece.
Por eso nada mejor que las fotografías de Dani, para sentir otra vez este espacio, del negro al gris, como mio propio, como el lugar donde viajo, explico, cuento y duermo entre mis textos y paranoias.
Gracias Dani!

jueves, 8 de septiembre de 2011

La luz de la mañana

Hoy me ha despertado un rayo de sol, uno de esos que se cuelan por entre las rendijas de la persiana de mi casa. Estaba acurrucado, calentito en mi cama de sabanas blancas, soñando con no sé qué … nunca recuerdo los sueños.
La luz de la mañana se ha estampado contra mi cara, estirando de los parpados hacia arriba para despertarme. Que gusto, la luz de la mañana, dorada, líquida.
Al subir la persiana he visto la calle recién regada, casi me llegaba el olor del asfalto limpio, el ruido de los coches mas madrugadores y la cigüeñas que cada mañana veo atareadas, con pequeñas ramas en el pico.
Al echarme agua sobre la cara y mirarme en el espejo me he descubierto como otro, como aquel ya no soy. Como este que todo lo tiene claro.
Sigo con barba, así que nunca llego a saber si el que me toca vivir es mi yo de siempre o el universal, ese que se inventa su vida porque es más chula.
Creo que me he aprendido tanto mi papel de universal que he sido consumido por el personaje hasta el punto de que yo ya no soy yo, soy el otro, el que me he inventado porque llevo tanto tiempo con él que el otro es solo un vago recuerdo.
No quiero decir que yo no me gusto, estoy encantado de haberme conocido y cada día más, solo que este proceso que la gente llama madurez, no se hasta que punto es real o tan solo una funda a nosotros mismos para dejar debajo lo feo, lo que es mejor que no se vea, o lo que incluso nosotros mismos queremos olvidar.
He desayunado, poco, ahí que mantener la línea, que uno ya esta en una edad como para cuidarse, mira que esto de la juventud se acaba, se esta acabando por mucho que lo estiremos o nos estiremos cremas rejuvenecedoras sobre la cara y antioxidantes por toneladas.
He salido a la calle y el sol me ha escupido de sopetón sus rayos UVA que tanto estropean, menos mal que estoy protegido y nunca tomo el sol, pero hoy me he dejado embadurnar de ellos, solo por un día dejo que la luz de la mañana me inunde y vista de sol.
Soy feliz. Ahora soy feliz. Me lo repito como un mantra una y otra vez. Soy feliz, me gusta como soy, no me afectan las cosas. Cuando dios cierra una puerta, abre una ventana. Tengo el corazón contento, veo la vida de otra manera.
Una y mil frases que poco a poco han ido convirtiendo mi yo tonto, el que siempre me acompañó, el que se quedo atrás por su condición de imbecil, en mi otro yo, el universal, el subidito, el seguro de si mismo, el que tiene las cosas claras.
Ahora que estoy tan barnizado de este que ya no recuerdo de como era el otro, puedo decir que estoy en mi punto justo, en el que quiero quedarme, donde las cosas me importan menos, donde me he des radicalizado, donde me siento cómodo. Y al otro, pues cuando aflora saco el bastón, le doy un palo y se vuelve a quedar anestesiado un tiempecito, sin molestar.
Básicamente estoy donde quiero estar, soy lo que quiero ser y vivo como quiero vivir.

jueves, 16 de junio de 2011

Otro verano


Otra vez verano, a un paso del calor y apenas si he olvidado el del año pasado. Una caja llena de fotos que se decoloran y adquieren tonos apagados, al igual que se apagan los recuerdos de otros años, de otros veranos.
Veranos frente al mar, observando las motas doradas que flotan sobre el agua calmada del mediterráneo. Aroma a bronceador y arena. Sonidos que se mezclan con el aire salado de la playa.
Fotografías de otros años, sonrientes frente a una discoteca, sudando al lado de la piscina. Una cana más, una arruga en la frente que se suma cada año; un recuerdo que se añade al anterior. ¿Te acuerdas de aquel verano que …? ¿Dónde estábamos aquel años que comimos en una terraza desde la que se veía toda Ibiza? ¿Esa paella tan mala fue en Altea? ¿Y esa vez que decidimos buscar la playa mas escondida de la isla y casi nos perdemos?
Veranos que marchan con olor a cloro de piscina, canciones y risas. Con un color dorado, azuleando en nuestra memoria Amigos que se repiten en cada fotografía, de cada año. Que sonríen cogiéndote por los hombros, haciendo alguna tontería mientras posas para salir lo más guapo posible, lo más moreno.
Veranos infantiles, con mama mucho más joven, con papa en la playa ataviado con un sombrero de paja, cómicos, sonrientes..
Y ahora empieza otro verano, otra temporada repleta de momentos que luego marcharan y que ya no volveran. Siestas hasta que se pone el sol. Helados de todos los sabores en la nevera; Chicas y chicos guapos que apenas cubren su cuerpo. Noches de terrazas hasta las tres de la mañana. Copas y porros …
El campo lleno de amapolas, efímeras, que se bambolean al compás de una brisa que quema la piel. Montes llenos de árboles que rompen con una belleza infinita y la voz de mi madre avisándome que la comida esta preparada. “¡Sal de la piscina que te vas a cocer!“
Veranos que van pero vuelven, aquel en que te enamoraste, aquel otro en que te quedaste colgado, sin amigos que te acompañaran. Veranos de fiesta continua, de borrachera diaria. Veranos familiares, veranos de lectura, de risas, de viento.
Otra vez llega el verano ¿que me deparará este año, me pregunto?. Cada vez que termino pienso que el siguiente ya no será igual, pero vuelve, y la vida me recuerda que no cambia el verano, sino yo. Que con el calor me derrito como un hielo y me vuelvo a congelar con la llegada del invierno; que me convierto en vapor las noches de agosto para volver a flotar de la mano de mi gente por los montes que rodean mi casa de campo, por la playa que me vio crecer; con el camino de santiago que este año recorreré por segunda vez
Hoy veo las fotografías de otros años como el que ve una película que hace tiempo que no visualizaba, y apenas si me reconozco. ¿Ese soy yo?¿todo eso lo he vivido?
Menos mal que las personas que aparecen en todas esas fotografías están cerca para recordarme que si, que es real, que aquel verano existió y que ahora llega otro, juntos como todo los años, como durante todo el año.

viernes, 29 de abril de 2011

involución

No siempre miro adelante. A veces me ocurre que sin querer me veo envuelto en involuciones, como si mi vida transitara por corrientes circulares en el tiempo. Un vaivén continuo que aunque tiene como meta avanzar, a veces retrocede. No me disgusta la verdad. No soy yo de los de mirar atrás o quedarse anclado en pasados remotos que poco tienen que ofrecer. Lo del “no hay futuro” también lo llevo a cuestas desde mis raíces punk; pero las involuciones surgen solas.
De un tiempo a esta parte vuelvo a quedarme en casa de mi madre. Mi casa.
El gasóleo ha subido y el sueldo ha bajado tanto que vuelvo al hogar familiar y me ahorro una pasta en viajes del trabajo a casa (Alcalá - Madrid).
Quedarme de lleno otra vez en mi habitación, volver a cenar cada día con mi madre, reencontrarme por la calle con antiguos amigos, compañeros de colegio e instituto me ha hecho volver inesperadamente a un apartado de mi vida casi acabado.
El otro día yendo de casa al trabajo, andando claro, pateando las calles de mi Alcalá del alma, recordé mi adolescencia y juventud por todos esos rincones, por cada calle de mi ciudad. Sentí que estaba en casa, como si todo el tiempo transcurrido desde entonces, desde que me “independicé” por llamarlo de alguna manera, hubiera sido solo un sueño, un parón del reloj que después de volver a ponerse en marcha, vuelve a situarme en mi sitio.
Mi ciudad. Alcalá es mi casa y mi mundo … tal vez mi mundo adolescente, pero mi sitio.
De repente me veo otra vez estudiando, otra vez con problemas para llegar a fin de mes. Otra vez ilusionado y asustado apartes iguales ante un futuro incierto.. Igual que cuando tenia 20 años, igual de perdido que entonces.
Si, estoy metido en una intensa involución. De un tiempo a esta parte han vuelto a mi vida amigos y amigas que creí perdidos (jamás olvidados, yo nunca olvido a un amigo). Personas de las que hacia diez años que apenas sin sabía nada. Reaparecen, quedas a tomar una cerveza y piensas ¿Por qué me he pasado tanto tiempo sin ver a estas personas, si estaban al lado?. Y te alegras y recuerdas que entre ellas y ahora, ha habido muchas más que se quedaron perdidas en los limbos del tiempo, sumergidas también en corrientes circulares.
En casa de mi madre siguen estando mis libros de texto, mis proyectos de fin curso; carpetas con recortes del instituto, mis primeros textos en folios ya amarilleados por el tiempo. En casa de mi madre continúan mis cintas más antiguos, las que no me lleve a mi casa o tire cuando salieron los mp3. Aparece aquella cinta grabada, la primera que escuche de Dead Can Dance, o de Sister of Mercy, y en un cassete antiguo vuelvo a escucharla en algún momentito que queda libre.
Luego, llega el fin de semana y regreso a mi casa, a mi casa de “independizado” digo, y otra vez es presente. Pero de un tiempo a esta parte, no se muy bien lo que es presente y lo que es pasado, y lo que es aun peor, no se lo que prefiero.
Así pues, me dejo llevar, balancearme en estas involuciones - evoluciones, tan repentinas y rápidas. Escojo una de esas camisetas negras de Bauhaus y me la pongo en mi casa de “independizado” y me pierdo entre antes y ahora.
Supuestamente el ser humano evoluciona siempre, pero yo que no soy humano, que soy más bien universal, acabo de descubrir que más qué evolucionar, estoy involucionando y que por el camino ya no se ni a donde voy.
Lo mejor de todo, es que me gusta. Para muestra dejo un tema de aquellos que escuchaba con 20 años, que no he dejado de escuchar y que ahora vuelvo a escuchar mas veces si cabe, como un túnel del tiempo que me mantiene unido.

lunes, 18 de abril de 2011

Prefiero y Prometo

Prefiero las cosas sencillas, básicas, esas que nos satisfacen a poco precio. Que sé yo, una tarde de charla, un paseo sosegado por el campo, leer a Benedetti frente al mar, pedalear con mi bici por el Retiro.
Prefiero que me quieran, a que me ignoren, respetar a ser a respetado. Prefiero escuchar lo que me cuenten que bombardear a nadie con mis traumas, que para eso ya esta el blog.
Prefiero a una persona buena que a cientos malas, y a un amigo que merezca la pena, que a muchos conocidos a los que saludar.
Andar por la vida con paso firme, que de puntillas no se aguanta el equilibrio.
Prefiero el olor de la piel recién lavada, que un exceso de perfume, una sonrisa sincera que la que me ofrecen el banco (solo cuando voy a ingresar).
Aun mantengo un poso de inocencia, ya es difícil, no quiero ser un resabiado de la vida, un adulto maduro y con las ideas claras. Prefiero seguir paseando por el país de “nunca jamás”, que crecer de golpe y tenerlo todo claro. Así no me cuestionaría nada.
Prefiero respetar otros puntos de vista, la fe de los demás, las ideas políticas de cada uno, que imponer las mías (exponerlas es otra cosa).
Disfruto más perdido en cualquier tasca, en cualquier antro de Madrid, que en las discotecas mas selectas. Prefiero a la gente de la calle que a los del Congreso, normalmente son mucho más sabios. Prefiero contar lo que me sale de dentro que imponerme una norma.
Me quedo con el verbo querer y no con el de odiar, el cual destierro de mi vida en cuanto empieza a hacerse notar (debe ser algo humano).
Prefiero las faltas de ortografía, las palabras mal dichas de mis vecinas del barrio, las conversaciones de las señoras en la cola del supermercado, que a Sarkozy, Merkel y Zapatero en la sede de la unión europea decidiendo el futuro de la humanidad … Así nos va!
Prefiero tolerar, que discriminar; la peseta al euro, el dialogo a la sordera. Prefiero el olor a cocido madrileño en casa de mi madre, a un asado de foie de oca, con guarnición salvaje del mas allá, aromatizada con canela clavo y azafrán de las islas Seychelles.
Prefiero la literatura a la prensa, la música al ruido de los coches. La fe en Dios, a la negación de la existencia del alma. Prefiero creer que somos algo mas que materia, como un cerdo o una vaca, y que de repente nos hemos convertido en seres humanos. Prefiero pensar así.
Prefiero que España sea una, y no dos, que lo de las dos Españas me suena a algo malo, muy malo que no quiero fomentar.
Prefiero ser tonto, a ser tan listo como la mayoría. Por que a un tonto siempre le queda la opción de aprender, caer, levantarse y equivocarse, que a los tontos todo se nos perdona.
Por eso prometo respetar por igual a las personas de derechas y a aquellos que aun creen en la izquierda. Yo me quedo en medio, lo prefiero, por que ambos tienen la misma parte de razón y derecho a creer en lo que quieran.
Prometo que mientras tenga vista, y cordura, seguiré soñando con los versos de Machado y las historias de García Márquez. Que seguiré escuchando toda clase de música mientras mis oídos puedan oir lo que cada uno me quiera contar. Cada post que leo vuestro, engrandece mi catálogo de conocimientos.
Prometo no abandonar jamás a mis amigos, ni que nadie de mi entorno se sienta olvidado por mí. Querer a los que me quieren y a los que me odian. Poner la otra mejilla no me hace débil sino superior al rencoroso.
Llamar al amigo que no me llama por falta de tiempo no me rebaja, me engrandece. No crecer, no me hace inmaduro, sino capaz de mirar el mundo cada día con ojos nuevos.
Creer en Dios no me hace ignorante, ni infantil, ni antiguo, ni mojigato, me hace persona; al igual que creer en el ser humano, me humaniza.
Prometo conocer gente nueva, propósito que me persigue desde hace tiempo, reírme de todo, aprender de la sabiduría de los demás.
Y prometo, ante todo, ser feliz conmigo mismo y hacer felices a los demás; algo que hace bastante tiempo que conseguí gracias a mis “prefieros y prometos”.

miércoles, 6 de abril de 2011

Tú y yo


Pasé por delante de tu casa y sentí un impulso extraño. Decidí volver a saludarte, mirarte a la cara y comentarte como me va la vida. No tardaste en sonreír, sabias que de un momento a otro reaparecería. También lo sabia yo. No sé vivir sin ti, ya lo sabes. Me alejo y me acerco una y otra vez, y en cada acercamiento te pido de rodillas que no me dejes marchar nunca más. Nunca me lo niegas. De hecho cada vez estoy más seguro de que no me niegas nada.
Me lancé a tus pies para pedirte perdón por todo el tiempo transcurrido desde la última vez. La luz iluminó tu melena y una sonrisa clara se fijó tu rostro. No sufras, me dijiste, ya sabes que mi paciencia es infinita. No tienes más que venir para que yo acuda.
Gracias, es lo que haría cualquier amigo, pero tu no eres un amigo cualquiera. Ningún otro tiene tanto para ofrecerme.
Me senté un rato en el salón de tu casa. Entrar allí es tener paz y sosiego. Charlar un rato contigo es volver a la vida después de haber paseado por la oscuridad. Hay personas que están muertas casi todo su transcurrir por este mundo; tal vez por que no te conocen …
-Cuéntame ¿todo va bien? .
-Que va, todo se ha torcido de golpe.
-No, me dijiste, cuando parece que las cosas se tuercen es cuando están a punto de enderezarse.
-Me has olvidado ¿verdad?¿Me has abandonado?, le dije
-Eso nunca, jamás olvido a ninguno de mis amigos. Aunque todos termináis viniendo a decirme ¿Por qué me has abandonado?
Comencé a sentir nuevamente el amor que desprendes, ese en el que me quedo tan placidamente dormido. Ese amor que solo tú eres capaz de ofrecerme. La luz que habitualmente te acompaña se coló por cada uno de los poros de mi piel. Me volví a sentir en tus brazos otra vez, de donde nunca debí marchar.
-Lo siento, de verdad. Lo siento. No era mi intención fallarte, le dije.
-Sé como eres. Sé como sois. Estoy preparado para ello. ¡Ven!.
Comenzamos a andar por la arena de una playa tranquila y a punto de atardecer. El sol alborotó tu pelo y entonces me di cuenta de que tan tú eres la felicidad y la vida, que contigo soy invencible. Tus pasos fueron dejando huellas en la arena, huellas que se llenaban de agua con cada oleaje del mar; esos pasos tan difíciles de seguir
-¿Que necesitas?.
-Necesito que me escuches y que me atiendas.
-Eso viene por añadidura, me explicaste.
-¿Por que dices que todo va mal?
-Ya ves, así lo siento.
El silencio se apodero de nosotros, pero algo en mi interior me hizo conocer tu respuesta. Las palabras adecuadas que siempre utilizas para aliviar el alma.
Alcé la vista y allí estabas, colgado de dos palos, con la manos y los pies agujereados. Con el rostro henchido de dolor ¿Quién lo hizo?¿Quién pudo?
Por un momento tú y yo nos volvimos uno.
-Dime que nunca dejaras que me vaya. Dime que siempre estarás a mi lado. No permitas nunca que deje de creer en ti. Sé que el camino es largo y difícil. Sé que hay metas que no se van a cumplir, objetivos que no llegarán. Se que me diste libertad para escoger y que tan solo quieres corregir alguno de mis actos, pero yo solo te pido que nunca me abandones.
Con ese gesto con el que siempre te imagino, tu mirada limpia como un mar en calma. Con esa paz que solo tú sabes transmitir me miraste a los ojos, y sonriendo me dijiste: eso es imposible
Gracias amigo. Gracias por acogerme y estar siempre esperando.
El silencio de la catedral y tu figura crucificada, me dio todas las respuestas que necesitaba. Cuando quieres, aun haces milagros. Sólo estas esperando que te los pidamos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

De vez en cuando la vida


De vez en cuando la vida se hace notar. Nos recuerda que está ahí, esperando que nos acordemos de ella, de su inmenso valor. Siguiendo el curso de los días, esa cosa misteriosa que es la vida llama a la puerta o nos estampa un sartenazo contra la cabeza que nos hace frenar y mirarla cara a cara, y hasta dialogar un rato con ella y expresarle las más bellas palabra de amor.
De vez en cuando la vida nos besa en la boca, con sus labios finos y dulces y nos entrega todos sus colores para que juguemos con ellos; nos dice: “míralos, ahí están a tu disposición y sin embargo has dejado pasar el tiempo mirando a otro lado”.
De vez en cuando se enfada con nosotros, y nos llama al orden como nuestros profesores lo hacían en el colegio (dulces recuerdos..), nos regaña como una madre temerosa de que sus hijos vayan por el mal camino, y luego nos envuelve y nos besa y nos acaricia con sus manos suaves …
La vida …
Que don tan preciado y tan despreciado por nosotros hasta que nos damos cuenta de que es perecedera, rápida, a veces rencorosa hasta límites insospechados. Nos la guarda y nos castiga incluso de forma inmerecida …
La vida …
De vez en cuando la vida nos estampa contra un muro, ese que nunca pensamos que íbamos a ver. Y te quedas tan petrificado, tan atontado con el golpe que al levantarte vas por el mundo como mareado, sin rumbo; pero cuando todo lo ves perdido, ella despliega sus alas de colores y nos muestra el mar, el aire, los amigos que nos quieren, los niños que juegan alrededor. Nos enseña su catálogo de cosas bellas, de personas, de ambiciones, de proyectos.
Puta vida. Ramera que no nos deja descansar ni ser felices todo el tiempo que quisiéramos, que juega con nosotros a su juego perverso e imprevisible.
A veces la vida se repliega y se acobarda. Es como si nos dijera: “sigue, sigue sin acordarte de mí, que ya me haré notar cuando menos te lo esperes”. Y siempre cumple su palabra.
Una de cal y otra de arena, debe ser el lema que lleva por bandera. Ten cuidado, no te vayas a pasar. Comete un error que yo me lo cobro.
La vida, tan corta y tan larga, tan divertida y tan difícil. Tan variada. Hoy aquí, mañana quien sabe. Hoy feliz, o tonto o lo que sea … ¿y mañana?…
Pero cuanto la amamos y la necesitamos. Cuanto quiero a esta vida que se tambalea como los árboles en un día de viento.
A veces me siento frente a ella (hay momentos en los que no queda otra) y la grito con toda la fuerza de que soy capaz “Explícame: me merezco una explicación”, pero ella es silenciosa y deja que su compañero el tiempo, resuelva nuestras dudas.
Dirás ¿que le pasa a este chico? ¿Qué problema tiene con la vida?. Básicamente uno: que no la entiendo. Que me cuesta comprender su rencor y su amabilidad. Principalmente que me aferro a ella y a veces veo como se hace notar.
Vida sana, vida buena, larga vida. Palabras que utilizamos sin pararnos a ver que significan, pero ¿Qué somos nosotros sin nuestra vida? Materia, simple materia. Carne y vísceras, grasa y fluidos putrefactibles. Nada más
De vez en cuando merece la pena parar, sentarse a contemplar la grandeza del mundo con los ojos que la vida nos a prestado. Que un instante cada día alcéis la vista a la bóveda del cielo y deis gracias por vivir. Que merece la pena pensar en todo lo que tenemos aquí y como perdemos el tiempo …
Merece la pena …
Camina siempre con el bien de la mano. No dejes que nada te aparte de la felicidad, que nada te aleje de tu sendero. Que cuando camines por él observes el florecer de los árboles en primavera, el cielo de Madrid en verano y el mar cuando atardece. Que goces con las risa sencilla y tierna de un bebe, con las palabras sabias de nuestros padres. Que acaricies su rostro arrugado y lo beses dando gracias por haberte dado la vida.
No hay mayor museo que este mundo ni mayor alegría que el mero hecho de estar vivo.
Cuando camines, por este corto tiempo que la vida nos deja pasear por aquí, piensa que tal vez lo que ves hoy, mañana ya no exista.
Por que alguna veces la vida esta tan bonita que da gusto verla, y otras se torna en negro o en gris para enseñarnos su otra cara.

martes, 22 de marzo de 2011

Francamente querida, me importa un bledo


Muchas veces me he preguntado el por qué del acumular. Por qué me gusta tanto guardar cosas inservibles, recuerdos de otros años, fotografías, objetos que pertenecieron a algún familiar, recortes, vídeos ... mil cosas que atesoro como si entre todos ellos formaran un cuerpo físico que andará solo, sin mí. Si alguien se dedicara a recoger todos mis objetos y ordenarlos cronológicamente probablemente podría hacer una biografía bastante acertada de mi mismo.
Si, antes de que alguno diga en sus comentarios que acumular no sirve para nada, yo le digo que tiene razón pero cada uno tiene sus fetiches y a mí me cuesta mucho tirar cosas que me recuerdan algo o que tienen un valor sentimental importante ( muchas otras van a al basura...)
A lo largo de la vida acumulamos también personas, a las que también me cuesta tirar a la basura, seres que pasan por nuestra vida y de los que me pregunto si habremos dejado alguna huella por pequeña que sea, que opinión les habremos causado, como nos recordaran (si es que los hacen) cuando transcurridos unos años nosotros nos hayamos convertido en un objeto más para ellos: compañeros del colegio, de trabajo, primos hermanos que vimos en el último entierro o la ultima boda. Siempre he llevado como lema y he recalcado a los recién conocidos que cuando una persona entra en mi vida, por mi parte siempre entra para quedarse; es cosa de cada uno marcharse... algo que por cierto ocurre con frecuencia.
A lo largo de la vida, acumulamos ilusiones que se van transformando en otras. Proyectos cumplidos y siempre pendientes de realizar. Viajes que no llegan y otros que dejan decenas de fotografias ... Amores que se trasladan a otras personas.
Pasamos por diferentes hogares, casas que convertimos en nuestro mundo para luego vender y trasladarnos a otros mundos (yo eso lo hago hasta en la misma casa, dispongo de diferentes mundos donde instalarme)
¿Con cuantas personas compartimos cama?¿A cuantas deseamos durante un espacio de tiempo?¿De cuantas nos enamoramos?
Y yo ahora me pregunto ¿cuando nosotros nos marchemos de este mundo, que huella habremos dejado en las personas que nos recuerden?¿Que pasará con todos los objetos? ¿quien volverá a mirar las fotografías y heredará nuestra casa? Cuando nosotros nos marchemos ¿que opinión tendrán de nuestra vida los que aquí se queden?
Yo, que tantas veces me equivoqué sobre mi mismo, que tan bueno me vi. Yo que me creí fiel a mi verdad, que empecé a cuestionarme las cosas cuando los demás me las preguntaron. Yo, que creí que maduraría, que pensé que el mundo era un espacio luminoso y amplio donde tropezarnos con gente interesante.
Yo, que ya lo he conseguido, que ya tengo mi universo tontamente universal, me pregunto, ¿quien se acordará de nosotros cuando hayamos muerto? ¿Quien recordará nuestras risas y atesorara los objetos que nosotros guardamos con tanto interés? ...
Y, como dijo hace poco la grandísima Sara Montiel cuando le preguntaron que qué opinión quedará de ella y con todo su glamour contestó "a mí me importa un bledo, yo no me voy a enterar".
No puedo mas que suscribir sus palabras; ¿que pasara con mis cosas?¿quien heredara mis bienes? ¿como me recordaran.... ? Sólo me cabe decir: "francamente querida, me importa un bledo, yo no me voy a enterar ..."

martes, 15 de marzo de 2011

O lo que ocurre cuando se es madre...


No es que me hay vuelto loco y ahora de repente quiera ser santa y madre. No es eso, que a mí lo de padre, madre o cualquier cosa que represente una responsabilidad de tan alto calado no va conmigo, bastante tengo con ser tonto e intentar ser santa o pecador. El caso es que este post es una sugerencia de mi propia hermana.
Mi hermana es como la mitad mía, y si alguna vez no estuviera yo sería un hombre partido por la mitad; imaginaos, con solo medio cuerpo y medio cerebro y las vísceras desparramándose por el cuerpo incompleto … que lío...
El caso es que mi hermana ha sido madre de dos niños, con lo cual, si ella es la mitad mia, y yo he sido medio padre de dos niños, es como si hubiera sido padre de uno entero que es lo que hacen dos mitades. .. Y ella ha sufrido una completa transformación, la transformación de ser madre de dos, con los cual un montón de preguntas han comenzado a formularse en su cerebro, el medio cerebro tonto que comparte conmigo. Por ejemplo se pregunta por qué empieza a limpiar los mocos y las babas de sus hijos con la manga del jersey o con un pañuelo de papel súper arrugado que lleva en el bolsillo del abrigo desde no se sabe cuando. ¿Será algo de la escuela de madre, algo que brota de forma inconsciente tras el parto?
Y, ¿por qué la paciencia se hace infinita o más, por qué se recoge el pelo con unas pinzas, en vez de hacerse un precioso moldeado como antes? ¿por qué la cartera la lleva en la bolsa de los nenes y el bolso esta en el armario? ¿por qué guisa mas de cuchara y hace menos ensaladas? ¿por qué sale a pasear con el carro de los niños en vez de ir al gimnasio?, y ¿por qué adquiere ese meneillo típico de "voy a dormir a este niño"? ¿por qué tararea canciones de ayer de las que casi ni se acuerda …? ¿por que no canta ya canciones del canto del loco, o de Fangoria, y de repente se le ocurre para dormir al niño una copla del año del hambre?...
Ahora se queda a recoger el salón cuando todos se acuestan, y saca las pechugas del congelador la noche anterior. Ahora se despierta 20 veces en la noche a ver como va la fiebre del niño y antes caía una bomba junto a su cama y no la oia.
Ahora habla con las vecinas y en todo momento de los niños... claro cada una de los suyos; porque antes los bebes tenían las orejas grande o la nariz puntiaguda o yo que se... y los suyos son preciosos, por supuesto, y listísimos y muy espabilados para la edad que tienen...
El caso es que el ser medio padre y ver a mi hermana (al completo) convertida en madre me ha hecho reflexionar sobre esto de la maternidad, un mundo lleno de porqués que va unido al nacimiento y que con el tiempo se agrava con frases como" esto ya lo sabia yo" "te vas a romper la crisma" " come o no hay otra cosa" " si no hay hambre para esto no hay hambre para nada" "Estate quieto que al final cobras" " Ya veras cuando venga tu padre", “ni fiesta ni fiesto” y un largo etcetera de frases hechas por y para las madres. Según crecen ellos crece el largo de su brazo, para que en cualquier circunstancia la mano llegue a su boca si dice algo indebido, o a su culo cuando se pasan de la raya.
Es un compendio de cambios increíbles. Igual que la mujer no tiene el hueso de la cadera cerrado para dar de si en el momento del parto, el hombre si lo tiene cerrado y unido, en esto y en todo lo demás. A mi hermana le inquieta saber como produce leche, y como la almacena sin hacer ella nada y por qué es un pozo sin fondo mientras ellos comen.
Todas estas preguntas y muchas más que planteamos en este post, que como no podía ser de otra manera está escrito entre mi hermana y yo, o sea entre yo y mi otra mitad, o sea entre uno solo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Quiero ser Santa

En la emisora de radio que escucho habitualmente hacen una pregunta a la gente de la calle, les dicen “¿Qué quería ser usted de mayor?”; y la persona en cuestión contesta: pues piloto, modelo, azafata … Y continúan “¿Y al final cual a sido su profesión?: pues reponedor de supermercado, mecánico de coches…
Yo de pequeño quería ser de profesión Santo, como los santos niños Justo y Pastor patrones de mi ciudad. Ya me veía yo para toda la eternidad martirizado y dando mi vida por Cristo con esa cara constante de primera comunión, como absorto en la santidad.
A los diez años comencé a practicar delante del espejo. Ser santo no debe ser nada fácil, pero en cuanto me informé un poco de los santos y santas que más me interesaban me topé con la primera dificultad; quitando a San Lorenzo, el pobre achicharrado en una parrilla y San Juan de la cruz pasando frío con sus sandalias, me interesaban mucho más las Santas que los Santos y no estaba por la labor de operarme. No creo, además que la iglesia me hubiera canonizado como la primera santa transexual, no soy yo de abrir caminos. No me quedaba otra que ser santo, por mucho que me atrajera la idea de arrancarme los ojos como Santa Lucia y pasearlos por todo mi barrio en una bandeja de plata.
El primer paso fue meterme en la iglesia y acampar alli. Misa de Domingo fija y alguna que se escapaba entre semana. La comunión y la confesión siempre que atravesaba la puerta del templo. Un dia se lo dije al sacerdote en confesión:
-Padre, quiero ser santa.
-Diras santo, hijo, Santo.
-No padre quiero ser Santa, Santa. Beata como poco.
No me hizo mucho caso y continuó indicándome el camino a la santidad, que básicamente se puede sintetizar en dejar de hacer todas las cosas que te gustan y pasar todo tipo de calamidades. No obstante la recompensa a tanto esfuerzo es muy grande. Por ejemplo la idea de permanecer incorrupto es muy seductora, que la gente te visite y después de cien años muerto huelas a rosas. También me obnubilaba solo de pensar que si me convertía en Santa podría levitar, tener estigmas en las manos y hablar con voz de hombre mayor.
Empecé a comprarme todo las biografías que pude de las santas mas molonas, como Santa Teresa, súper mística, o santa Elena, tan viajera ella buscando por el mundo la cruz de Cristo. Pero las que me convencieron del todo fueron santa Justa y Santa Rufina que por negarse a regalar dos vasijas de barro para un culto pagano, las torturaron hasta la muerte y al final se hicieron santas. Tampoco era tan difícil al fin y al cabo, y todo eran ventajas.
Lo de azotarme no me terminaba de convencer, así que lo deje para más adelante. Practiqué todo lo que pude con la levitación pero no llegué a levantarme ni un centímetro del suelo, lo cual comenzó a decepcionarme. Si no podía levitar un rato cada día esto perdía interés. Será cuestión de insistir, este tipo de cosas solo lo hacen unos cuantos santos, no todos....
Fui creciendo rodeado de santidad, evitando a toda costa el pecado, tan maligno y que me apartaría de todas esas santísimas ventajas.
Con la edad, lo de quedarme en éxtasis cada vez me costaba más. Bueno, lo conseguí varias veces con 18 años en la discoteca, pero ese es otro asunto.
Resultó entonces que el diablo comenzó a tentarme; forma parte de la santidad si no hay tentación no hay esfuerzo. Uno tiene que ser tentado por los placeres mundanos para poder alcanzar la fuerza moral como para resistir. Pensé que me podría pasar como a Santa Agueda, otra santa molona que murió virgen, y es que cada vez que tenía que sufrir una tortura, llegaba otro santo en sueños se le aparecía ella entraba en éxtasis y ya como si nada. Pero no fue así, el diablo me tentó y por más que intenté que San Andrés Bobolio que a tantos infundó la fe se me apareciera en sueños y me evitara ese tormento, no hubo manera, se resistían a tenerme entre los suyos.
Un día conocí el pecado a fondo y comprobé que divertido era un rato, casi más que ser santo: puedes comer lo que quieras, aunque sea gula, dormir hasta la saciedad, abrigarte y no ir con sandalias en invierno, tener dinero, acostarte con quien quieras... En fin todo aquello que desde luego no era compatible con ser santo. De todos modos para lo de la santidad había tiempo, pensé, podría arrepentirme de todo cuando fuera mayor y me hubiera cansado de pecar y con unos añitos de buen cristiano, a lo mejor después de muerto el Papa me hacía como poco Beato, que no es lo mismo que santo, pero que no te deja en mala posición. La Beata Maria Ana de Jesús tiene su propia basílica, no esta mal …
Así que, así me encuentro ahora, pecando todo el rato, descubriendo lo placeres mundanos en vista de que lo otro no habido forma de conseguirlo.
Si alguna vez escucháis por la radio a alguien contestar a la pregunta de que quería ser de mayor y dice que quería ser santa, ese soy yo; ¿Y en que te has convertido?. Pues básicamente en pecador, tonto y universal entre otras cosas…

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...