jueves, 30 de septiembre de 2010

Etiquetándonos


En este mundo no hay nada más difícil que conseguir que alguien cambie de opinión. Incluso uno mismo esta anclado a una opinión, a unos conocimientos adquiridos y a una costumbre que imposibilita que ante fuentes distintas de conocimiento, nuestras opiniones y creencias varíen un ápice de su anclaje habitual.¿Por qué digo esto?. La idea la he tenido siempre, pero ayer, durante la jornada de huelga y tras revisar varios blogs y artículos de opinión de diferentes periódicos, me percaté de como defendemos con uñas y dientes nuestros ideales más profundos. El que es de derechas ya puede recibir la información que sea que seguirá defendiendo su opción política como la mejor. El que se auto denomina de izquierdas, ya puede vivir como un capitalista o ser pisoteado por su político fetiche, que seguirá buscando y sesgando la información para reafirmarse en sus convicciones.
¿Por qué no hablar de religión? En la película "The Body", cuando Antonio Banderas se niega a creer que el esqueleto hallado pueda ser del propio Jesucristo, y sufre por que si se demostrara todos los cimientos de la cristiandad caerían por los suelos, alguien le dice: "No sufras, no hay nada más difícil en este mundo que hacer cambiar a un hombre de opinión. Aunque científicamente se demuestre que estos huesos pertenecieron al propio Jesucristo, la fe les diría a los hombres que no, y ellos lo creerían."
Cuando alguien se aferra a sus ideales, muchas personas lo ven como un acto de fortaleza, de seguridad en si mismo: esto creo y de aquí no me apeo. Es un señor con fuertes convicciones, piensan.Sin embargo yo, el tío más relativo que existe, el que más cuestiona cualquier cosa, siempre encuentra un pero. A pesar de admirar profundamente y respetar a aquel que claramente se manifiesta, sin ápice de duda, de derechas o izquierdas, creyente empedernido o ateo total y que pisa seguro sobre cuanto ha aprendido en la vida, a mi no me gustaría encontrar ese punto en el que dejara de cuestionarme las cosas, en el que dejara de preguntarme ¿por qué me cuelgo esta etiqueta? ¿por qué doy por cierto mi idea sin pensar en lo que los demás pueden aportarme? ¿Por qué me cierro en banda a escuchar otras opiniones o puntos de vista? ¿Acaso me creo en posesión de la verdad? Así que aquí tienen a uno que cuando critican a la iglesia la defiende por que cientos de voluntarios y misioneros llevan haciendo grandes obras de caridad durante muchos tiempo y ellos son iglesia. Que cuando la defienden, la critica, porque un día fueron inquisidores y las altas esferas tienen de buenos y de pobres lo que yo de musulmán. Aquí tienen a alguien que coincide con las políticas del centro-derecha ( no de derechas) porque nos guste o no nos guste vivimos un mundo capitalista y mejor mirarlo de frente que pasarnos la eternidad pensando que podemos cambiarlo. Que defiende las ideas del centro- izquierdas ( que no de la izquierda) por que su estilo de vida y sus ideales coinciden más con la izquierda que con la derecha.
Aquí tienen ustedes, a un hombre que se cuestiona todo, sin dar nada por cierto, y que además pretende seguir así. Sin etiquetas, pero con muchas ideas., que en vez de tomar la linea recta para llegar al final, prefiere perderse por todos y cada uno de los recovecos previamente llevando tan solo como guia la bondad, la belleza y la verdad... y esta es tan relativa...

viernes, 17 de septiembre de 2010

CEMENTERIO DE SAO PAULO (BRASIL)


No, no he estado en Brasil que más quisiera yo, aunque quien sabe, tal vez en breve vaya para allá. El caso es que un amigo se ha traslado (espero que con idea de regresar) a vivir a Brasil, y fíjate que casualidad, compartimos afición por los cementerios. Conrad, así se llama él, es un tío muy espiritual. Practica Reiki (alguna de sus sesiones he probado), y transmite mucha paz, como si siempre desprendiera una especie de equilibrio, un aura blanco. Es un buen amigo que echo en falta, pero que gracias a las tecnologías parece que esta un poco más cerca de lo que realmente está. Es de estas personas que se complementan bien según con quien; si me tuviera que representar en un dibujito, lo haría como un cielo con nubes de tormenta en un día de Otoño, mi estación favorita; Conrad es el tímido Sol que comienza a dar calor en los días de primavera. Las dos estaciones olvidadas del año. (Conrad, vuélvete ya).
Y después de este pequeño homenaje - zalamería que me sirve para agradecer que me enviara desde Brasil las fotos que acompañan el post, vamos al grano del asunto. El cementerio de Sao Paolo, o necrópolis homónima, data de 1926 y registra mas de 140.000 sepulturas. Surgió por la necesidad de un nuevo lugar donde sepultar a la alta elite social de la ciudad.
En las décadas siguientes a su construcción, se fueron creando mausoleos y grandes obras funerarias para albergar los restos de militares, artistas, atletas empresarios etc. que habían prosperado después del establecimiento de la sociedad del trabajo libre . Allí descansan entre otros políticos como Pedro de Toledo y Prestes Maia, los escritores Menotti Del Picchia, Francisca Júlia de Silva y Paulo Duarte, los artistas Victor Brecheret, Aldo Bonadei y Nicola Rollo, el empresario José Ermírio de Moraes, el jurista Miguel Reale, el médium Carmine Mirabelli, entre otros. Abriga también el jazigo del general Miguel Costa, comandante de la Columna Prestes, túmulos de combatientes muertos en la Revolución Constitucionalista de 1932 y de los estudiantes Dráusio Marcondes de Sousa y Orlando de Oliveira Alvarenga, símbolos del movimiento.
No suelo ser yo muy dado a dar un exceso de documentación sobre los cementerios, ya que esta puede ser encontrada en cualquier articulo de Internet, me suele gustar mas la impresión que me provoca cada necrópolis que visito. El caso es que como en esta no lo he hecho, espero que mi amigo Conrad, en un comentario nos de la suya.
Por cierto, la foto que pongo a continuación es digna de Cuarto Milenio. Por primera vez desde que veo alguna foto de cementerios, he visto algo raro. Si os fijáis, en la pared oscura de la izquierda parece reflejarse. Decidme si lo veis y que os parece.
Para ver todas las fotos, pinchad aqui.

sábado, 4 de septiembre de 2010

EL HÁBITAT DE LA ORDINARIEZ


El otro día, uno de los tantos de mis vacaciones, estaba yo tan agobiado en la playa como de costumbre, cuando apareció frente a mí una de esas Chonis que tan mal sobrellevo. Allá llegó ella con su pelo oxigenado, su bikini de mercadillo, sus gritos, su paquete de tabaco en la mano, su cigarrillo en la boca a modo camionero y sobre todo su voz, esa voz chillona y estridente que hace que todo el mundo vuelva la cabeza a mirar esos cutre tatuajes que decoran su piel.
A mí, que tan poco me gustan las playas porque no soporto el calor ni la arena pegajosa ni los rayos de sol. A mí que me molesta más un grito que un mosquito, va la choni y se me pone delante. En ese momento pensé que mi jornada de playa, por el día de hoy había concluido; pero luego recapacité y me di cuenta que tenía ante mí una oportunidad de oro para observar y estudiar como se desenvuelven las chonis en sus jornadas vacacionales, en un hábitat diferente al habitual. Dejé reposar mi libro de Saramago sobre las piernas, me puse las gafas de sol y comencé a estudiar su comportamiento al mismo tiempo que me preguntaba como es posible el triunfo de las chonis en la sociedad actual.
Nuestra Belén Esteban particular, que como musa de todas las chonis inspira a esta que tenemos enfrente, se quito la parte superior del bikini dejando al descubierto sus tetas operadas (todas las chonis hacen Toples por supuesto) tiró el cigarro casi consumido al suelo, lo enterró en la arena con un movimiento rápido de sus pies y se sentó al sol, mientras la jauría de niños que llevaba alrededor montaban su campamento casi a mis pies y me llenaban de tierra las paginas del libro, con cada palada de arena que sacaban.
En fin, todo sea por la ciencia, pensé yo, aguantemos a ver que es lo que hace.
Como cabe esperar, a los diez minutos de observarla, llegué a la conclusión de que básicamente las chonis no hacen nada, salvo fumar mucho, gritar más todavía, y hacer gala de su ordinariez.
No quiero resultar clasista, ni que este post sea un insulto a tan sofisticada e ilustrada corriente artística, no, no. Cada uno es como es. Mi pregunta es ¿Por qué lo cutre esta tan de moda?¿Por qué se premia el chonismo en televisión frente a otras programaciones algo menos horteras? ¿Por qué nos hace tanta gracias ver a semejantes mujeres (y hombres que también tienen su aquel) comportándose de manera tan vulgar?
Las chonis llenan mercados, arrasan en televisión, pueblan bares a la hora del café, se reproducen por las tiendas de ropa china y se han hecho con casi todas las peluquerías de barrio. ¡Es como si Almodóvar hubiera asumido la presidencia del gobierno!(algo que no me extrañaría por otro lado)
En definitiva llegué a la conclusión de que si, que debo ser un clasista, que un poco de superficialidad y vulgaridad como decía Alaska, no esta mal, pero tanta ya cansa. Las chonis se creen la nuevas generaciones de las marujas, pero nada más lejos. Mas quisiera una choni tener la elegancia de una maruja.
La versión masculina la encontramos después en el marido, novio, padre de sus hijos, o lo que fuera, que apareció minutos mas tarde con la lata de cerveza en mano, el cordón de oro al cuello y la barriga redonda como un barril del susodicho liquido, y que para hacerse notar grito desde 50 metros más atrás para que todos los bañistas nos percibiéramos de su presencia.
Él sacó el móvil de la riñonera, ella el “cuore” del bolso (interesante revista para instruirse) y a pasar una jornada de playa.
Al día siguiente decidí que las playas abarrotadas no son lo mío. Que prefiero mil veces andar un poco y esconderme en algún recóndito lugar frente al mar, donde mis ojos no tengan sufrir tamaña ordinariez. Ya estoy harto de ser tan políticamente correcto ¿ME ENTIENDES!!!?
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