jueves, 25 de agosto de 2011

Dia 8.- Arzua-Arca do pino


Y hoy si. Es como si nos hubiera costado aprender la lección. Este casi último día por fin madrugamos de verdad. MáAlineación a la izquierdas tarde que cualquier otro peregrino, ya que cuando nos levantamos todos habían marchado ya, pero para nosotros fue el día que más temprano amanecimos. Las 6 y media.
Desayunamos en el albergue y discutí con las chicas por el tiempo que perdían para acicalarse. Al final sobre las 7 y media comenzamos nuestro penúltimo día de caminata. Enseguida encontramos la salida del pueblo y nos adentramos en el bosque. Encar y Águeda habían salido diez minutos antes. Iba de buen humor. Algo triste por ser el penúltimo día. Todo el rato le estaba preguntando a mi hermana su opinión sobre la experiencia del camino, que a mí me estaba apasionando y a ella nos se la veía muy convencida. La noche anterior me descargué en el Iphone una estupenda aplicación que saltaba cuando pasabas por algún punto interesante del camino. Inma y yo vimos algunos vídeos por el camino y me recriminó por no haberla descargado antes. Creo que le estaba empezando a picar el gusanillo del Iphone... me sonreí por dentro...
Esta aplicación nos indicó que casi toda la etapa estaba plagada de suaves subidas y bajadas, con pocos metros de llanura. Caminamos otro largo rato en silencio hasta nuestra primera parada en una cafetería donde había un gato que se comía todo y un cuarto de baño sin luz. desayunamos, saludamos al matrimonio de Banyolas y nos cruzaron los catalanes.
Al igual que el día anterior y sabiendo que la etapa era bastante corta para lo habitual (solo 19 km) caminé a paso ligero con la intención de no esperarlas hasta llegar al albergue. Necesitaba disfrutar del silencio de este penúltimo día.
Por el camino me encontré con las alicantinas que estaban desayunando en otro bar, pero continué hacia mi destino. El sol estaba apretando y no estaba dispuesto a llegar como el día anterior. Hice 7 u 8 km solo hasta que me encontré con los catalanes. Cruzarme con Carlos es seguir con él. Así que continuamos los dos y la chica vasca que no recuerdo su nombre, comentando más cosas y riendonos de casi todo. Lo cierto es que nuevamente se me pasó volando. Cuando llegamos a Arca me despedí de ellos y busqué el albergue Edreira.
En las últimas etapas los albergues escogidos eran como hoteles con muchas camas. Este tenia su recepción, su patio, todo muy bien organizado. Me duché, me lavé algo de ropa y esperé a las chicas que llegaron tres cuartos de hora después.
Tras unos minutos de descanso nos fuimos a comer con las alicantinas a un restaurante cercano, donde nuevamente comimos más de la cuenta.
Tras una siesta, mi hermana y yo nos dimos una vuelta por el pueblo e inma se fue a comprar la cena. Cenamos los cinco juntos en el patio del albergue. Era una cena de despedida, y la verdad que además de cansado me sentí algo emotivo. Sabia que al día siguiente todo habría acabado. Nos metimos en la cama a las 10 de la noche. Al día siguiente, el último, madrugaríamos y echaríamos a andar a las 5 de la mañana.

5 comentarios:

  1. Que hermoso es ser pelegrino es una asignatura pendiente que tengo, hay amigos que lo hacen y repiten por la buena camareria que existe mientras caminas por los pueblos.
    Un placer leerte.
    Beso

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  2. Chico , que ansiedad, ya queda menos para abrazar al Santo y para saber tu reflexión sobre el caminar , si te ha merecido la pena y que fue lo que encontraste durante estos días.
    besote

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  3. oooh lo peor de los viajes es sin duda el regreso, volver a la rutina.

    espero cuelgues las fotos y si tenemos suerte tal vez un videito!

    Que bueno que estes de regreso! seguro tienes muchisimas cosas que contarnos.


    Gary Rivera(no se porque no puedo usar mi cuenta)

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  4. ¡Hola amigo mío! otra vez ya andamos todos por aquí. Espero ir viendo plasmadoas tus vivencias vacacionales.
    Un abrazo.

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  5. Yo también recuerdo madrugones de esos en que pensabas que serías el primero, y el resto del mundo te había adelantado.

    Recuerdo esas etapas donde uno comenzaba a caminar y caminar dejando a todo el mundo atrás. Bueno, yo solo tuve una etapa así, y más por otro tipo de prisas.

    Bicos Ricos

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