Las gallegas nos dejaron dormir. nuestras compañeras de habitación apenas si hicieron ruido, y Jesus, un vasco que llego a ultima hora igual. El albergue de Triacastela, el peor de todos hasta ahora, era un lugar de madera carcomido, literas metálicas y mucha gente. Esperamos a que toda la gente marchara para levantarnos, desayunamos con Jesus, el vasco, y comenzamos a andar. El primer tramo y en general la etapa es de las más bonitas del camino, pero duras. comienza con una subida entre la montaña bastante fuerte. Mi hermana se puso de mal talante por el esfuerzo matutino, pero se compensó por la espectacularidad del entorno. Es como si la tierra y los arboles te envolvieran. pequeños rayos de sol se cuelan entre las hojas y todo se convierte en mágico. No quieres dejar de observar el espectáculo de la naturaleza, tan salvaje y viva. Caminamos cerca de 4 km y luego el paisaje se allanó. Nos cruzamos con la peculiar pareja de chicas de California, y tras varios km más con las dos chicas de Toledo, Raquel y Marisu, y con Patri, una chica que solo iba a hacer 3 etapas. Caminamos juntos y paramos a tomar café (ellas varias cervezas). Al final decidimos no esperarlas y continuar nuestro camino, porque ellas iban ya por la tercera y estaban cantando y dando palmas...
El camino hasta Sarria es algo monótono, así que me puse los cascos y estuve escuchando musica y reflexionando sobre diferentes aspectos de la vida. Casi llegando a Sarria me senté a esperar a las chicas. aparecieron tan cansadas que a la entrada paramos a tomar algo y airear los pies. puse el Facebook al dia y continuamos hasta el centro del pueblo. Entre tanto nos adelantaron las toledanas cerveceras y cuando escogimos bar para comer ahí estaban ellas haciendo lo mismo. Nos sentamos
con ellas y comimos un menú peregrino bastante mediocre. Aunque sabíamos que quedaban 4 km hasta el albergue no sabíamos lo duro que es hacerlo tras comer. Inma no renegó mucho, pero mi hermana estaba realmente cansada e iba todo rato protestando sobre la estupidez del camino, así que con esas no nos dimos casi cuenta de que habíamos llegado al albergue O Pombal, el mejor de todos, un sitio limpio y con unos compañeros excepcionales. enseguida conocimos a un grupo de chicos de Valladolid liderado por Cesar, un chaval muy resulto que nos estuvo contando anécdotas del camino. Un rato después vino otro grupo catalán con dos botellas de orujo. Nos sentamos todos juntos y estuvimos hablando y riendo hasta casi las doce. una velada muy buena con una gente muy interesante.
que envidia! fotos por favor! quiero ver lo que has visto!!
ResponderEliminarYo estoy ansioso, estoy a dos dias de salir de viaje! a un lugar que no conozco!
Te envio un abrazo!
gary rivera(no se porque no puedo usar mi cuenta para dejar mis comentarios)
como si lo viera, si yo hiciera el camino (cosa que no descarto si encuentro con quién) me imagino de etapa en etapa recorriendo un bar tras otro. Total, terminaría abrazandome a una farola, árbol o similar y cantándole a la luna los pesares de mi vida, muy a lo trobador medieval pero en plan moderno, que uno es viejo pero no tanto, jajaja. Únete al plan de las toledanas... no te arrepentirás (aunque probablemente no recuerdes nada después, jajajaja)
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