De un reloj se oía // compasado el péndulo,// y de algunos cirios el chisporroteo.
Tan medroso y triste, // tan oscuro y yerto // todo se encontraba que pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!
Tan medroso y triste, // tan oscuro y yerto // todo se encontraba que pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!
Son lugares pequeños, recoletos. Espacios casi olvidados, cuando no abandonados. Cementerios de apenas unos cuantos metros cuadrados, tan distintos a los de Madrid u otras ciudades grandes.
Del último asilo, //oscuro y estrecho, // abrió la piqueta //el nicho a un extremo.
Allí la acostaron, // tapiáronle luego, //y con un saludo //despidióse el duelo
Allí la acostaron, // tapiáronle luego, //y con un saludo //despidióse el duelo
Si, porque los muertos de los pueblos pequeños, los difuntos de los pueblos abandonados están más solos que los de las ciudades. Las inscripciones que grababan su nombre sobre el mármol se han ido borrando con el tiempo. Las letras sobrepuestas metálicas se van cayendo y dejan apenas la marca del tiempo sobre la lápida.
Allí cae la lluvia con un son eterno;//allí la combate el soplo del cierzo.
Del húmedo muro // tendida en el hueco, ¡acaso de frío se hielan sus huesos...!
Por el camino aprendes, o te reafirmas por si aun no lo tenias claro, la finitud de la vida, el mínimo espacio de tiempo que pasamos sobre la tierra para luego permanecer toda la eternidad muertos. Los cementerios del camino te dejan con el alma sobrecogida por la soledad, por la paz, por la naturaleza que los rodea y los abraza.
Muertos seremos los de ciudad y los de aldea. Muertos los de campo y los de asfalto. Pero visitar estos lugares, atravesarlos como parte de la propia naturaleza, te recuerda la tierra que pisas, en la que te convertirás inevitablemente.
¿Vuelve el polvo al polvo? ¿Vuela el alma al cielo? //¿Todo es sin espíritu, podredumbre y cieno? no sé; pero hay algo que explicar no puedo,//algo que repugna aunque es fuerza hacerlo, // el dejar tan tristes, tan solos los muertos.