Y el camino te va transformando. Esta noche dormí mucho mejor. A pesar de que en la habilitación estábamos más peregrinos que en el albergue anterior, el cansancio del día ha hecho mella en nosotros. Cuando nos hemos despertado cerca de las de 7 de la mañana ya habían marchado todos, sólo quedábamos nosotros y una pareja húngara, de la cual solo estaba despierta la chica. Al sentarnos a desayunar nos ha ofrecido un litro de zumo y después otro. No quería tirarlo ni cargar con él y casi nos lo hemos bebido a la fuerza. Yo le indicado que la jornada era un poco dura y me he sentido ridículo cuando me ha dicho que llevan desde Francia andando a una media de 35 km diarios(ops!).. En fin, hemos terminado nuestro desayuno nos hemos acicalado, vaselina en los pies y a caminar. El tramo de hoy se inicia de una forma fea. Casi 3 km se recorren junto a una autopista con cruces peligrosos y tramos aburridos, pero poco a poco se transforma por si mismo. Hoy he hablado mucho más con las chicas, aunque me suele poner algo nervioso las conversaciones, así que nuevamente me he puesto los cascos y me he aislado de los demás.
Cuando uno empieza el camino, más aun si lo hace por primera, busca de forma apresurada esa transformación de la que tanto te hablan, ese cambio espiritual que te convierte en otra persona. Serio error porque el camino te cambia caminando, te enseña todo lo que debe sin que tengas que hacer ningún esfuerzo, solo caminar. Así que eso he hecho, caminar. Cuando hemos llegado al primer pueblo bonito, nos hemos topado con un bar en un paisaje de cuento, rodeado de agua y hierba, flores y fuentes. Tanto nos ha gustado que hemos decidido parar a desayunar allí. Íbamos ligeros, por que en Trabadelo decidimos hacer la etapa sin mochila y enviarla con un taxi a Cebreiro. Un gran acierto que recomiendo a cualquiera.
tras varios kilómetros junto al río, por llanos y y campos ha llegado la verdadera subida. Un tramo de 8 km que se hacen como 20 por la fuerte pendiente. Se inicia por un sendero de piedra y tierra que te hace resbalar y caminar muy despacio. Nos hemos encontrado con dos peregrinas francesas, muy positivas que iban caminando cansadas pero ligeras. Paqui estaba realmente cansada y ha parado varias veces. Yo no quería dejarla sola porque se que el desgaste energético en esta etapa es fuerte y tengo miedo a que una bajada de azúcar la deje K.O, así que he caminado junto a ella y a Inma durante casi toda la subida. En uno de los descansos hemos conocido a una madre y un hijo que nos han contado que el camino lo inició el hijo con su abuela de 74 años en Pamplona y que la abuela ha tenido que abandonar por una tendinitis, así que se ha venido ella con el marido y el resto de hijos para continuar junto al hijo peregrino. Hemos compartido chocolate y nueces, agua y un rato de conversión con esta mujer y su hijo, tan amables que daba gusto conversar.
Tras varios kilómetros más de ascenso por los montes, realmente nuestras fuerzas se encontraban al limite. Me encomendé a Santiago que para estas cosas del camino es muy socorrido y mano de santo (nunca mejor dicho) cuando me he querido dar cuenta estábamos a tan solo 2 km de Cebreiro. Por el camino mi hermana y yo hemos hablado de los incovenientes y ventajas de tan espiritual ruta, todo lo que a cada paso vas sintiendo. Y como hemos pensado tanto nos ha entrado a sed. Una cervecita y los últimos 2 km mas hasta Cebreiro que he hecho yo solo. Casi a punto de llegar me he encontrado con la húngara, que caminaba como si acabara de salir. La he informado yo, muy chulo de que a esta dura etapa apenas le quedaban unos cuantos metros, y me dice la tía que tiene energía de sobra para continuar 20 km mas. Increíble pero cierto, ya de paso me ha dicho que tiene el nombre de una estrella; me ha enamorado al momento.
Cuando he llegado a O cebreiro y mientras esperaba a las chicas he sentido el autentico cansancio de esta dura subida. Hemos localizado alojamiento y hemos comido como si no lo hubiera hecho nunca. Visita por el pueblo y ya de paso estoy actualizando el blog. No creo que tarde mucho en acostarme.
Ah, pues qué bonito el camino de santiago. Vengo desde el blog de stultifer y fue leerte la actualización y me dije, bah, qué coña, hablémosle a un extraño que para alguien que se sacrifica y se pone a caminar...
ResponderEliminarEso del camino es muy bonito, pero si tienes manera de alojarte y no en albergues, que luego todo son prisas por llegar mientras haya plaza, dormir mal y a codazos. Aunque, no sé, hay quienes dicen que también eso tiene su encanto (será por lo que se pueda ligar allá). En fín, que lo importante no es el camino en sí, sino el hecho de caminar, supongo. Y ya de paso, te recomiendo que lo sigas, si tienes tiempo, hasta Fisterra, porque ver la puesta de sol allá es algo que no tiene precio. Bicos!
Firmado Z (que aunque lo tengo que hacer como anónimo es porque el idiota de este ordenador se ha puesto así de rabudo)
Me han hablado de la famosa pendiente, lo que sigue es más llevadero.
ResponderEliminarForza! que se dice aquí.
besiños!
Que envidia me dais; Se que es muy duro el camino y que hay tramos que os dejan exhaustos, pero creo que precisamente ese esfuerzo, esas ganas de tirar para delante, esa meta que te marcas tu mismo cada día en cumplir el recorrido, la falta de comodidades, la escueted de ropa y cremas y etc... hacen que te sientas mas espiritual, realmente adornamos tanto la vida con tantas cosas innecesarias, que cuando haces algo así, te das cuenta con que poquito podemos ser felices.... con el simple contacto con la naturaleza, con una cervecilla fresquita en el momento justo, o con un descanso sobre una piedra estrategicamente puesta junto a una fuente a la sombra, con una conversación agradable.... uummmm la vida es bonita y cuando le unes un camino,... Un camino de SAntiago más.
ResponderEliminarComo siempre un placer leerte.
Besos
No cuentas de cuanto son las etapas... jejeje, y por lo que veo, salís tirando a tarde, con calma... nosotros muy temprano, cuando todavía no estaban puestas las ciudades estábamos ya en camino, todavía no amanecía... y por la calle, los peregrinos estaban siempre en el camino. ¿A que estas etapas tan duras son las más gratificantes?
ResponderEliminarBicos Ricos
Lo de la cervecita es importante. Supongo que después de esa dura etapa todo lo comido y bebido sabe mucho más rico.
ResponderEliminarEspero las siguientes crónicas.
Bueno, que genial, un diario de tu camino de Santiago. Lo mejor de todo esto, es cuando pasen años y lo vuelvas a releer. Yo que ha recorrido muchas veces los caminos de esta nuestra España en marchas, se que es duro, pero tbm muy gratificante cuando lo haces con gente amiga y que une muchisimo.
ResponderEliminarUn besote
sera mucho dde ver por el camino, pero es q caminar me da flojera, menos en vacaciones, soy flojo
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