lunes, 7 de marzo de 2011

Quiero ser Santa

En la emisora de radio que escucho habitualmente hacen una pregunta a la gente de la calle, les dicen “¿Qué quería ser usted de mayor?”; y la persona en cuestión contesta: pues piloto, modelo, azafata … Y continúan “¿Y al final cual a sido su profesión?: pues reponedor de supermercado, mecánico de coches…
Yo de pequeño quería ser de profesión Santo, como los santos niños Justo y Pastor patrones de mi ciudad. Ya me veía yo para toda la eternidad martirizado y dando mi vida por Cristo con esa cara constante de primera comunión, como absorto en la santidad.
A los diez años comencé a practicar delante del espejo. Ser santo no debe ser nada fácil, pero en cuanto me informé un poco de los santos y santas que más me interesaban me topé con la primera dificultad; quitando a San Lorenzo, el pobre achicharrado en una parrilla y San Juan de la cruz pasando frío con sus sandalias, me interesaban mucho más las Santas que los Santos y no estaba por la labor de operarme. No creo, además que la iglesia me hubiera canonizado como la primera santa transexual, no soy yo de abrir caminos. No me quedaba otra que ser santo, por mucho que me atrajera la idea de arrancarme los ojos como Santa Lucia y pasearlos por todo mi barrio en una bandeja de plata.
El primer paso fue meterme en la iglesia y acampar alli. Misa de Domingo fija y alguna que se escapaba entre semana. La comunión y la confesión siempre que atravesaba la puerta del templo. Un dia se lo dije al sacerdote en confesión:
-Padre, quiero ser santa.
-Diras santo, hijo, Santo.
-No padre quiero ser Santa, Santa. Beata como poco.
No me hizo mucho caso y continuó indicándome el camino a la santidad, que básicamente se puede sintetizar en dejar de hacer todas las cosas que te gustan y pasar todo tipo de calamidades. No obstante la recompensa a tanto esfuerzo es muy grande. Por ejemplo la idea de permanecer incorrupto es muy seductora, que la gente te visite y después de cien años muerto huelas a rosas. También me obnubilaba solo de pensar que si me convertía en Santa podría levitar, tener estigmas en las manos y hablar con voz de hombre mayor.
Empecé a comprarme todo las biografías que pude de las santas mas molonas, como Santa Teresa, súper mística, o santa Elena, tan viajera ella buscando por el mundo la cruz de Cristo. Pero las que me convencieron del todo fueron santa Justa y Santa Rufina que por negarse a regalar dos vasijas de barro para un culto pagano, las torturaron hasta la muerte y al final se hicieron santas. Tampoco era tan difícil al fin y al cabo, y todo eran ventajas.
Lo de azotarme no me terminaba de convencer, así que lo deje para más adelante. Practiqué todo lo que pude con la levitación pero no llegué a levantarme ni un centímetro del suelo, lo cual comenzó a decepcionarme. Si no podía levitar un rato cada día esto perdía interés. Será cuestión de insistir, este tipo de cosas solo lo hacen unos cuantos santos, no todos....
Fui creciendo rodeado de santidad, evitando a toda costa el pecado, tan maligno y que me apartaría de todas esas santísimas ventajas.
Con la edad, lo de quedarme en éxtasis cada vez me costaba más. Bueno, lo conseguí varias veces con 18 años en la discoteca, pero ese es otro asunto.
Resultó entonces que el diablo comenzó a tentarme; forma parte de la santidad si no hay tentación no hay esfuerzo. Uno tiene que ser tentado por los placeres mundanos para poder alcanzar la fuerza moral como para resistir. Pensé que me podría pasar como a Santa Agueda, otra santa molona que murió virgen, y es que cada vez que tenía que sufrir una tortura, llegaba otro santo en sueños se le aparecía ella entraba en éxtasis y ya como si nada. Pero no fue así, el diablo me tentó y por más que intenté que San Andrés Bobolio que a tantos infundó la fe se me apareciera en sueños y me evitara ese tormento, no hubo manera, se resistían a tenerme entre los suyos.
Un día conocí el pecado a fondo y comprobé que divertido era un rato, casi más que ser santo: puedes comer lo que quieras, aunque sea gula, dormir hasta la saciedad, abrigarte y no ir con sandalias en invierno, tener dinero, acostarte con quien quieras... En fin todo aquello que desde luego no era compatible con ser santo. De todos modos para lo de la santidad había tiempo, pensé, podría arrepentirme de todo cuando fuera mayor y me hubiera cansado de pecar y con unos añitos de buen cristiano, a lo mejor después de muerto el Papa me hacía como poco Beato, que no es lo mismo que santo, pero que no te deja en mala posición. La Beata Maria Ana de Jesús tiene su propia basílica, no esta mal …
Así que, así me encuentro ahora, pecando todo el rato, descubriendo lo placeres mundanos en vista de que lo otro no habido forma de conseguirlo.
Si alguna vez escucháis por la radio a alguien contestar a la pregunta de que quería ser de mayor y dice que quería ser santa, ese soy yo; ¿Y en que te has convertido?. Pues básicamente en pecador, tonto y universal entre otras cosas…

18 comentarios:

  1. jajajajaja Yo tuve muy claro desde pequeño que esto de la santidad no iba conmigo, soy "del mundo" jajaja

    estos de los santos y santas de antes hubieran (en estos tiempos) pasado tranquilamente como pacientes psiquiatricos! (locos de atar) por no decir otra cosa!

    Yo prefiero ser tonto a santo!!

    ResponderEliminar
  2. Pues anda que no es divertido ser un pecador, es mucho divertido que estar rodeado de crucifijos y relicarios (por mucho que la imaginería religiosa tenga su aquel).

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Hombre lo de ser santa da muchas ventajas (creo que hasta fiscales las tiene), pero claro, eso tiene que ser peor que estudiar una carrera en la universidad y terminarla en los años que corresponde.
    A mi no es que no me llamen la atención las santas vidas virtuosas, es que no me veo capaz. En todo caso me gustaría ser una variante de lo que propones, me gustaría ser místico (muchos de ellos también santos), que eso de que al final lo que escribes después de azotarte a base de bien acabe escrito en libros de los buenos, de los que se encuadernan en piel, tiene su punto.

    Muy simpática la entrada. Coincido contigo, la iglesia se está ablandando y seguro que con un par de años de buenas acciones te dan el puesto. Ahora a pecar hasta que te "jartes".

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. De pequeño no sabía lo que quería ser (sabía lo que no quería ser). Ahora, de mayor tampoco sé lo que quiero ser.

    Hay una escena en una película en la que hablan el abuelo y el nieto. El nieto le pregunta al abuelo: ¿Y tú qué quieres ser de mayor? . El abuelo se mira las zapatillas de paño a cuadros y posa sus mirada en el niño.

    ResponderEliminar
  5. Muy buena la entrada, todas las historietas de las santas me recuerdan a cuando las monjas del pueblo nos las contaban en clase de religión. Eso si que era un buen martirio y no lo que sufrían estas mujeres.
    Por cierto yo era de las que no sabía que quería ser de mayor, de hecho, creo que todavía no lo sé.

    ResponderEliminar
  6. Lo de Santa Virginia no sé yo que quieres qeu te diga, porque me dirás tú, eso del cadaver de medio lado.. yo así no me paso la eternidad...

    ¿Cómo sabías que íbamos a recrear la mítica canción de "quiero ser santa...."?

    Yo creo que si me tuviese que quedar con algún santo/a, me quedaría con Santa Wilgefortis, que en castellano tiene otro nombre. Crucificada, virgen y mártir.. ahí es nada. Ni que decir tiene que padeció una anorexia extraña, que le acarreaba unos desajustes hormonales que le hacían un aspecto más masculino de lo normal...

    Bicos Ricos

    ResponderEliminar
  7. Que buena narración.. no se mucho sobre santos, pero hay algunos que han pecado de lo lindo y después se han arrepentido, y míralos en los altares... pero ser santa debe tener mas prestigio que ser santo, por el hecho de ser mujeres sufren mas y son mas entregadas. Si alguna vez te conviertes en santa o beata, te pongo un altarcito en mi casa

    saludos!!

    ResponderEliminar
  8. Muy a lo Almodovar te veo hoy mi querido Julito. Pero si, te entiendo muy bien eso de no poder pecar es lujuria y una gilipollez porque pecar mola mazo y la verdad que da mucho gustirrinin.
    ¿quien te ha dicho a ti que no ha habido santas que se pusieron hasta el culo de to? pregunta , pregunta...
    Besos rey alcalaino.

    ResponderEliminar
  9. jaja cari, un texto muy divertido.... yo creo que a ti lo que te gustaba era vestirte de santa mas bien. A mi en cambio nunca me dio por ahi (jaja) desde que vi una foto de Santa Casilda creo que llevaba las tetas en una bandeja. Yo me jure que ni quitarme tetas ni ponerme silicona nunca, jaaja

    Y a mi, me gusta lo que contestó una vez justo Fabio McNamara (el que canta esto con almodovar) que cuando le preguntaron ¿qué quería ser de mayor? Contestó sin pensarlo mucho que "cuñada" jajaaja

    Bezos.

    ResponderEliminar
  10. A mí de niño los catequistas me explicaron que, aparte de los santos que están en los altares, había muchos otros santos anónimos. De tal forma que, por mucha santidad que practiques en vida, si luego no tienes una congregación religiosa que te recuerde y sufrague el proceso de canonización, será muy difícil que te pongan tu imagen en un altar. Y lo de "santidad" creo yo que tiene más que ver con la buena conciencia y el altruismo que con el masoquismo. Así que si uno disfruta de la vida sin perder el amor al prójimo seguro que llegará al Cielo con todos los méritos para ser santo. De modo que no desesperes, querido Julio, que vas por el buen camino. Un beso.

    ResponderEliminar
  11. ni santa ni na... que todas ellas parece que han tenido que sufrir para lograr un titulo dudoso y siempre despues de muertas, quita quita

    yo de mayor quiero ser ... tonto jaja

    Besos
    me han encantado tus utlimas entradas :-)

    ResponderEliminar
  12. UFFF!!Que pereza eso de ser Santa/o, normal que hayas cambiado de parecer, la vida de santo/a no es mucha vida.
    Que siga usted disfrutando del pecado!
    besos

    ResponderEliminar
  13. Gary: hombre, yo ahora me quedo con lo de tonto, es mucho más cómodo. Pero hay que reconocer que ser Santo es muy chulo.
    Christian: yo siempre he dicho que soy demasiado místico para ser frívolo y demasiado frívolo para ser mistico. Así que así ando siempre, entre el negro y el blanco.
    Argax: Me has pillado. Esta claro q e lo que me gusta de la santidad es mas lo aparente que lo que realmente es.
    Stulfer: La verdad es que no hay nada en mi que haya durado demasiado. Lo que ahora me gusta mañana no. Asi me va, dando tumbos siempre.
    Kaskero: Hay que reconocer que ha habido santas muy molonas ellas. Tan dispuestas como santa Teresa, montando conventos por todos los lados y levitando a todas horas …
    Pimpf: A Santa Wilgefortis no la conocía, pero ahora mismo investigo. Y santa Virginia muy bien, algo incomodo, pero esta muy bien conservada. Pagaría por ello.
    Didii: me encantaría y sería un orgullo para mi estar en una altar en tu casa. Ahí reproducido en escayola …Es tan tentandor …
    Bell: Pecar mola, pero levitar también, y ser súper místico y tener estigmas..ese es mi problema.
    Si es que si analizas tu fíjate; una se arranca las tetas la otra los ojos… Debia ser apasionante ser amigo de todas estas flipadas …
    Una cosa, la canción “Quiero ser santa” es de un grupo de los 80 llamados parálisis permanente (uno de mis grupos españoles favoritos) y esta escrita por Alaska, Nacho Canut, y Eduardo Benavente…. Aunque luego Fabio la cantara o destrozara como casi todo lo que hace Fabio con tanto estilo..
    Rober: ese es el santo aburrido, el bueno y misericordioso. A mi me interesan mas los santos y santas flipadas, esas que estaban medio locas y se arrancaban los ojos …
    Adrianos: No es nada incompatible ser tonto y Santa… van súper bien universales también!
    Bolboteira: Es que lo de ser santa tiene tanto esfuerzo que pasarse la vida dedicado a esto es mucho tiempo, pero vocación tengo. De momento pecaré, para luego redimirme.
    Eurice: La versión de parálisis es la que quería poner, pero no la encontré para el aparatillo este de aquí arriba. Grande Eduardo Benavente y Ana Curra, uno de mis grupos favoritos de siempre…

    ResponderEliminar
  14. No dejas de sorprendernos, tan ocurrente y original!! La verdad que me he reìdo un buen rato, entre la anécdota de Sta Lucia e imaginarte de peque intentando levitar...jejeje
    Esperamos seguir descubriendo en qué màs te has convertido. Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar
  15. Si que está en Music playlist, la acabo de buscar :), cuando quieras la puedes subir.
    Buen finde cielo!

    ResponderEliminar
  16. Pese haber estudiado siempre en colegio de monjas, nunca, nunca me dio por eso, ni ir de misionera (eso se llevaba mucho entre mis compañeras, luego nada) se ve que lo tenía muy claro;-)))))))
    Me ha encantado tu historia.
    Besos y feliz semana.

    ResponderEliminar
  17. Kashtanka: bueno, ya sabes, yo y mi mundo extraño..
    Eurice: puesto está ya. Me encanta paralisis.
    Mar.-En realidad a mi creo que lo que mas me gustaba y me gusta de ser santa, es mas lo visual que otras cosas..

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...