Últimamente, sumergido como me hallo en esta vorágine psico-espiritual que no sé muy bien hacia donde me lleva, me ha dado por leer, reflexionar e intentar comprender el por qué de la vida.
Si, supongo que algunos de vosotros pensareis que es algo que llevo haciendo desde que inicié mi andadura blogueril, sin embargo creo que ahora voy por el buen camino.
Siempre me he cebado en los asuntos mas turbios de la existencia, en las despedidas de estaciones, en las personas que complican a los demás, en la piedras del camino; pero un día, casi como una iluminación divina, comencé un viaje iniciativo hacia un terreno desconocido para mí, y eso me ha hecho descubrir que la vida se puede vivir de diferentes manera. Básicamente como uno quiera.
De repente sentí la transformación de convertirme en un optimista.
Como es natural el proceso al optimismo, la transformación hacia la energía positiva y el destierro de la negativa tiene varias fases. La primera de todas ellas es la de la negación de la realidad. En esa fase intenté convertirme en un optimista evitando los asuntos turbios de mi vida, las zancadillas que el destino te pone. Esta actitud inocente y despreocupada, tan unida al famoso “Carpe Diem” que tanto odio, solo hace complicarte aun más la existencia, ya que vives ajeno a la realidad y los problemas que inevitablemente van surgiendo a lo largo de la vida.
No señor, si esto es el camino a la felicidad, por aquí no voy bien.
Sin embargo es un paso imprescindible para alcanzar otro superior: el optimismo inteligente, concepto que entendí a partir de empacharme con las investigaciones de Martin Seligman.
El optimismo inteligente es tan simple que cualquier tonto como yo puede comprenderlo, y no es otra cosa que percibir la realidad, reconocer los problemas y al mismo tiempo tener la capacidad de descubrir como se puede cambiar, buscar acciones que produzca el cambio positivo.
De repente, como una iluminación divina comprendí el potencial que habita en mi cabeza, un potencial incalculable que me podía convertir en lo que quisiera. Un guía interior que me indicaba el camino, y que no era otro que yo mismo.
Descubrí la magia del momento, la intensidad del instante. Comencé a dar gracias a cada día de mi vida. Descubrí el Tao y en el a Dios, al mismo de siempre, y un mundo de posibles investigaciones que me veo obligado a compartir con la gente.
De repente se rompieron mis esquemas establecidos y descubrí el poder del pensamiento.
El coaching, el taoismo, la ley de la atracción y muchos conceptos hierven en mi cabeza y quiero conocerlos todos.
¿Me estaré volviendo loco? ¿Un friki? ¿un flipado de la vida? ¿un místico?.
No, me dije, simplemente estoy descubriendo el camino a la felicidad, y no me va nada mal.
Jjojojo, si, en algo de eso te estás convirtiendo, creo yo. La verdad es que yo soy vago y práctico a la vez. ¿Para qué preguntarme por algo que se ha preguntado la humanidad a lo largo de la historia sin llegar a encontrar ninguna solución? Que piensen en ello los filósofos, que seguro que algún día compartirán sus disquisiciones. Yo mientras trato como digo de ser práctico, y a la vez positivo. Siempre hay que ver el lado bueno y el malo de las cosas, ser consciente del malo y tirar por lo bueno siempre, que es lo que a uno le reporta mayor tranquilidad... que bonita la teoría, pero a mi en la práctica también me funciona.
ResponderEliminarBicos Ricos
Seguimos un camino parecido, entonces. La búsqueda, el aprendizaje. En el blog no hablo demasiado del tema porque me enrollaría como las persianas (y porque últimamente no hablo demasiado de casi nada, vaya), pero estoy enganchada al mismo (o similar) camino.
ResponderEliminarLlegaremos. No se a donde, pero seguro que llegamos.
Un abrazo.
Está claro, amargarse no lleva a nada aunque muchas veces nos dejemos arrastrar por cosas que nos suceden. Así que casi que mejor quedarnos con lo bueno y huir de lo malo no?
ResponderEliminarBesos.
Interesante entrada con la que seguramente muchos nos identificamos. Según se, son los tiempos los que han despertado la inquietud de buscar y encontrar respuestas, caminos...
ResponderEliminarEn mi caso, hoy por hoy estoy en el entendido que la felicidad no es una meta a alcanzar, que es el camino, cada instante presente; he entendido que no hay 'bueno' y 'malo', que todo ocurre PARA algo y que siembras y atraes lo que NECESITAS conocer, vivir, transitar. Ese sentido de auto conciencia, de responsabilidad que te quita la careta de victima y te coloca en la vida como co creador. También conozco otros que prefieren no hacerse cargo, no interrogarse, y en consecuencia repetir una y otra vez la misma ‘lección’ sin dejar de culpar a otros de lo que ellos atraen, etc.
Desde luego que cada día es un motivo de agradecimiento por esta experiencia humana.
Abrazos
Yo diría que te estás volviendo budista, pero eso ya sería arrimar mucho el ascua a mi sardina, jajaja. Yo también pasé por un proceso de transformación interior hasta encontrar ese camino, el Tao, como tú dices. No es un camino fácil, pero es una vía que te conducirá hacia el despertar al gran conocimiento. Y cada paso que des ya no tiene vuelta hacia atrás. Nuestro pensamiento tiene un poder inmenso del que no somos conscientes, y a menudo no nos damos cuenta de todo lo que realmente significa eso de "querer es poder". Cuando empecé a hacer meditación y a abrir la mente recuerdo que me empezaron a pasar fenómenos extraños, viajes astrales hacia el pasado, sueños premonitorios que se cumplían al día siguiente, incluso alguno en el que me encontré con Cristo, coincidencias asombrosas... En fin, cuando abres la mente ya te puedes esperar cualquier cosa, jajaja. Pues sí, el conocimiento interior y el optimismo inteligente se pueden entender como un camino hacia la felicidad, y ¿para qué estamos aquí si no es para ser felices?. Saludos y besos.
ResponderEliminarNO se si eso es ser Friky o no, lo que está claro es que desde que existe la humanidad que se está buscando de "meaning of life" y creo que nadie, ni siquiera Monty Python's lo ha encontrado.
ResponderEliminarEn fin, si consigues ser optimista, piensa en aleccionar a un pesimmista de libro como yo, vale??
Un abrazo enorme
Pimpf: El hecho de que toda la humanidad se haya preguntado alguna vez eso, no significa que no debamos preguntárnoslo nosotros. Tu actitud en el fondo, es ya un camino. Tu lo dices, ser practico y positivo. Tal vez tu tendencia natural sea esa, pero otros debemos esforzarnos por llegar a ese punto.
ResponderEliminarCMQ.- Me alegra ver que no soy un bicho raro ni un friki. Cuando comienzas a estudiar toda esto, a adentrarte en los camino del alma, de la mente o de cómo se quiera llamar, ya no hay vuelta atrás. Todo es hacia delante.
Christian: Totalmente de acuerdo con lo que dices.
Rocio: Lo primero gracias por venir a este blog. Es cierto que se esta despertando una conciencia provocado no se muy bien por qué. Tal vez este mundo ha vagado a la deriva y busca encontrarse. Como decía a CMQ, cuando comienza a interesarte todo este mundo de la metafísica, conciencia, crecimiento personal o como se quiera llamar, un mundo de posibilidades, de nuevas vías, de destrucción de principios y nuevos andamios, empieza a forjarse en uno mismo. Al fin ya la cabo aprendes a vivir, y eso siempre es bueno. Espero verte por aquí mas veces
Roberto: Budista no sé, aunque siempre dije que si no tuviera tan dentro de mi a cristo, seguro seria budista, ahora he descubierto que todos compartimos el mismo Dios. La meditación la llevo practicando desde principios de año y es cierto que se viven experiencias increíbles, resolución de problemas por si solos, y se despierta un conocimiento de la mente que sirve para mucho. Sé que todo esto desde fuera, desde los que no creen en todo esto y lo ven como algo paranormal, o para anormales, les suene a chino, a sugestión y a mil cosas raras. Yo les invitaría a ser felices, y este es uno de los caminos.
Dani: Yo creo que si. Creo que muchos ya lo hemos encontrado. Nuestro camino, nuestro fin en la tierra es simplemente ser felices. Lo difícil es llegar a eso, pero se puede, te lo aseguro. Como tu, yo fui bastante pesimista hasta que comencé a cambiar. Si necesitas información no dudes en pedírmela.
No sabes cuanto me ha alegrado leer tu entrada porque estás en el buen camino y has sabido encontrarlo sin que te haya ocurrido nada traúmatico para saber el valor de la vida y eso me hace muy feliz. Querido amigo: yo, hasta que no me detectaron el cáncer y me dijeron que mi vida tenía fecha de caducidad cercana no supe ver lo que hasta ese momento habái desperdidciado tantas y tantas veces. Puedo decirte que he vivido más en estos dos años últimos que en tantos otros complicándome la vida yo sola, o haciendo un desierto de un grano de arena. Se darle a todo su valor, las pequeñas cosas que antes pasaban desapercibidas.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y adelante!
Creo que es algo que deberiamos hacer todos. Muchas son las veces que nos convertimos en la peor pesadilla que podemos tener, solamente porque nosotros mismos nos echamos la mierda encima, porque antes que todo ocurra, nosotros ya nos hemos imaginado la reacción de los demás, y en muchas ocasiones esto no es así. A mi me pasa y por ello llevo arrastrando tanto miedo. Ojala lo consigas.
ResponderEliminarUn beso
Me quedo con místico y añado el adjetivo moenno a tu nueva condición.
ResponderEliminarEstá muy bien la energía positiva que desprende tu entrada.
Supongo que todos buscamos, yo ya he probado muchos caminos y aun no he encauzado los pasos, no hacia la felicidad, sino hacia el placer de avanzar. Unos días me va mejor y otros peor.
A mi me ayuda escribir y cuidar a mi gente, leer mucho, curiosear el mundo, enrentarme con mis cabreos.
Pues nada, que lo bueno se pega, así que a seguir feliz, a mí de momento me has hecho salir a la calle con una sonrisa.
Un beso
Creo que muchas veces necesitamos evadirnos de esta vorágine mundana que nos rodea y escaparnos a un terreno más espiritual. Es necesario conocerse a uno mismo, apreciar los pequeños detalles, disfrutar de los momentos, algo que se nos olvida con los problemas y obligaciones del día a día. He aprendido poco a poco a darle importancia a lo que realmente la tiene y te aseguro que no dejo que pase un solo día sin reírme. La felicidad parte de uno mismo y luego las circunstancias que le rodean, los hechos que acontecen en la vida, ayudan a que brille más intensa o a que su llama se apague o luzca leve durante un tiempo. El bienestar también hay que trabajarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mar: Es cierto que personas que pasan por experiencias donde ven tambalear su vida, aprenden de repente a vivir, a reírse, a disfrutar. Es como una lección que te dice “ disfruta, que saldrás ganando”. Es mas difícil hacerlo cuando la vida fluye. No obstante algunos que somos de mente inquieta y siempre buscamos algo mas, nos encontramos de sopetón con nuevas vías para ser feliz. Gracias Mar, por contagiar tanto optimismo, ojala viaje a Barcelona y te vea pronto.
ResponderEliminarKotei: cada cosa que nos pasa en la vida, las malas también, podemos verlas como un problema o como un aprendizaje; un paso mas hacia delante, un reto mas superado. Nuestros problemas, la mayoría, los generamos nosotros en nuestra cabeza, fuera de ella no existen.
Argax: si he conseguido que sonrías, ya me siento feliz. Toda acción produce una reacción y mi acción de escribir a producido la tuya de sonreír. Te animo a que estudies los diferentes métodos espirituales y de crecimiento personal que iré dando a conocer por aquí. Te aseguro que con fe, se consigue.
Yogur: No puedo estar mas de acuerdo contigo, por que pienso exactamente igual. La felicidad parte de uno mismo, y hay que trabajarla. A veces tras mucho esfuerzo, viene algo y lo estropea todo, pero se sale reforzado. Me encanta tenerte por aquí. Un abrazo
Me encantaría que vinieras a Barcelona y tuviéramos más tiempo que la otra vez, pero será como puedas pues entiendo que el tiempo pasa muy rápido y debes tener muchos amigos aquí, pero te espero y ojalá que sea pronto.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Es extraorinario: reflesionar, interioriar nuestros sentimientos.
ResponderEliminarSiempre he pensado que la felicidad está dentro de nosotros mismos, encontrándonos y siendo optimistas, creo es la única manera...
Me agradan tus reflexiones que calan tan hondo.
un sincero abrazo
maite