
Siempre que un tren se escapa y nos quedamos en la estación parados, muertos de frío, rodeados de escarcha esperando otro tren, pensamos que el siguiente es el que por fin nos llevará al destino que tanto anhelamos.
Trenes perdidos que pasan por delante de nuestros ojos, a veces tan rápidos que no nos da tiempo a subirnos, pero la mayoría de las veces a destiempo. Trenes que rozamos con las manos y nos llegamos a quemar, pero que por una u otra razón no conseguimos saltar dentro, tan solo imaginamos el calor de su interior, los confortables asientos, pero no entramos ni conseguimos siquiera imaginarlo.
Trenes que se escaparon irremediablemente, que nos montamos y nos bajamos con la esperanza de volverlo a coger, pero que no volvieron a pasar nunca y poco a poco se van perdiendo en el horizonte, desdibujando una figura que en otro tiempo fue tu casa y ahora parece tan lejana... Trenes perdidos..
Trenes que van y vienen, que se alejan y retornan una y otra vez hasta darte cuenta que siempre estas haciendo el mismo recorrido, pero que su acero te atrapa en el interior y ahora a apenas quedan ganas de bajarse y esperar al siguiente.
Trenes que nunca debimos coger, de los que debimos bajarnos hace tiempo y en los que permanecer es una perdida de tiempo.
Trenes que van y vienen...
He vivido con la esperanza de encontrar el tren que haga el recorrido perfecto, con los raíles nuevos y una ruta llena de aventuras, con asientos de madera, y olor a calidez ... El tiempo me ha hecho recordar todos los que dejé atrás, todos los que se perdieron, los que se pierden...los que se alejan y no puedo retener, los que no quieren quedarse, lo que empujé para que arrancaran y buscaran su propio destino...
Y a veces, pocas veces, me miro en el espejo de la estación, hago un hueco en el vaho del cristal y veo mi rostro reflejado, sonriendo, con la mirada puesta en el horizonte y todos los trenes que mientras tanto pasan por mi espalda.
Miro el reloj de la estación y pienso que se ha hecho tarde y que ya no va a pasar ninguno.
Mejor irse a casa, mañana tal vez ...