Otra vez verano, a un paso del calor y apenas si he olvidado el del año pasado. Una caja llena de fotos que se decoloran y adquieren tonos apagados, al igual que se apagan los recuerdos de otros años, de otros veranos.
Veranos frente al mar, observando las motas doradas que flotan sobre el agua calmada del mediterráneo. Aroma a bronceador y arena. Sonidos que se mezclan con el aire salado de la playa.
Fotografías de otros años, sonrientes frente a una discoteca, sudando al lado de la piscina. Una cana más, una arruga en la frente que se suma cada año; un recuerdo que se añade al anterior. ¿Te acuerdas de aquel verano que …? ¿Dónde estábamos aquel años que comimos en una terraza desde la que se veía toda Ibiza? ¿Esa paella tan mala fue en Altea? ¿Y esa vez que decidimos buscar la playa mas escondida de la isla y casi nos perdemos?
Veranos que marchan con olor a cloro de piscina, canciones y risas. Con un color dorado, azuleando en nuestra memoria Amigos que se repiten en cada fotografía, de cada año. Que sonríen cogiéndote por los hombros, haciendo alguna tontería mientras posas para salir lo más guapo posible, lo más moreno.
Veranos infantiles, con mama mucho más joven, con papa en la playa ataviado con un sombrero de paja, cómicos, sonrientes..
Y ahora empieza otro verano, otra temporada repleta de momentos que luego marcharan y que ya no volveran. Siestas hasta que se pone el sol. Helados de todos los sabores en la nevera; Chicas y chicos guapos que apenas cubren su cuerpo. Noches de terrazas hasta las tres de la mañana. Copas y porros …
El campo lleno de amapolas, efímeras, que se bambolean al compás de una brisa que quema la piel. Montes llenos de árboles que rompen con una belleza infinita y la voz de mi madre avisándome que la comida esta preparada. “¡Sal de la piscina que te vas a cocer!“
Veranos que van pero vuelven, aquel en que te enamoraste, aquel otro en que te quedaste colgado, sin amigos que te acompañaran. Veranos de fiesta continua, de borrachera diaria. Veranos familiares, veranos de lectura, de risas, de viento.
Otra vez llega el verano ¿que me deparará este año, me pregunto?. Cada vez que termino pienso que el siguiente ya no será igual, pero vuelve, y la vida me recuerda que no cambia el verano, sino yo. Que con el calor me derrito como un hielo y me vuelvo a congelar con la llegada del invierno; que me convierto en vapor las noches de agosto para volver a flotar de la mano de mi gente por los montes que rodean mi casa de campo, por la playa que me vio crecer; con el camino de santiago que este año recorreré por segunda vez
Hoy veo las fotografías de otros años como el que ve una película que hace tiempo que no visualizaba, y apenas si me reconozco. ¿Ese soy yo?¿todo eso lo he vivido?
Menos mal que las personas que aparecen en todas esas fotografías están cerca para recordarme que si, que es real, que aquel verano existió y que ahora llega otro, juntos como todo los años, como durante todo el año.
Cierto, los recuerdos se agolpan cuando tendemos a relacionarlos con una época concreta del año y esta se acerca. Encima este verano no estoy para hacer muchos planes porque estoy expectante.
ResponderEliminarBesos.
Veranos, la vida que trascurre sin parar, llenándonos de recuerdos, historias que vamos escribiendo en el libro de la vida.
ResponderEliminar¿no te parece maravilloso?
seguro que este años escribes un capitulo precioso.
besos.Bell
Siempre que me pongo a pensar en estas cosas, me vienen un sin fin de cosas a la cabeza, sentimientos que en muchos casos son hasta contraproducentes. Será que mis veranos no eran tan alegres, con tanta gente y llenos de esas cosas, pero como todo en esta vida, pasa y miras hacía atras y ves las cosas de diferente manera. Yo no somos esos crios, pero que bien que nos sentaría volver a esos lugares.
ResponderEliminarUn beso
Qué artículo tan precioso, y qué poético, aunque con un cierto tono nostálgico. Me ha encantado. El verano es siempre una época distinta porque el calor y la luz más intensa nos cambian el carácter, y nos dan ganas de hacer locuras, jajaja. Te deseo un feliz y maravilloso verano, Julio. Saludos y besos.
ResponderEliminarLa vida no cambia, cambiamos nosotros. Me ha gustado tu escrito hablando del verano pero envuelto en melancolía, cosa que generalemnete no suele suceder, parece que en el verano todo tenga que ser felicidad, fiesta pero pienso que cualquier época es buena cuando un@ está en paz consigo mismo y puede disfrutar de los pequeños placeres.
ResponderEliminarUn abrazo:-)
MAR gIVERNY
Tu lo dices bien, los veranos no cambian, variamos nosotros. Yo, y no sé muy bien por qué, he perdido mis veranos. Hubo una época en que los estios eran el momento ideal para convertirme en invencible. Ahora siguen, como el resto del año, colmado de cosas por hacer y rebusco un respiro para poder traer al hoy un poco de esos veranos puros.
ResponderEliminarAun así, me siento mejor en verano, más poderoso, con más ganas de gente y de letras, con más vida.
Un beso
Pues si, supongo que es el sentimiento de mucha gente, yo, al ser de costa siempre he recordado los veranos de la misma forma, lo único que quizá cambiaba de un año para otro eran los amigos que hacíamos cada verano, los "veraneantes" que les llamábamos, ahora yo soy también uno de ellos...
ResponderEliminarBicos Ricos
Tengo esa misma sensación, aún quedan ecos del verano pasado y ya tenemos otro a las puertas.
ResponderEliminarAdoro el verano y lo disfruto mucho, pero se me pasa tan rápido que me produce siempre una gran melacolía.
besiños!
Christian: Como bien dices, cada época tiene lo suyo. El verano trae siempre mas recuerdos, es como la navidad. A ver con que te sorprende a ti.
ResponderEliminarManuel: Nunca sabe uno como saldrá el verano, pero chasis siempre sale bien. Este año repito el camino de santiago, ya veremos…
Kotei: hay veranos mas alegres que otros. Algunos solo dejan nostalgia o soledad; no obstante creo que cualquier verano tiene algo de positivo.
Rober: gracias, espero tenerlo. Como dices, el verano siempre alegra el alma.
Mar: Yo es que como soy de los que reflexiono sobre todo y siempre veo la otra cara …. El verano es fiesta y sol, pero también muchas mas cosas, atardeceres frente al mar, literatura, siestas… tantas cosas
Argax: Durante todo el año hay que sacar un poco de tiempo para descansar, frenar y disfrutar, pero en verano especialmente. Prueba
Pimpf: como cambian las tornas. A veces nos toca una situación, y otras otra
Bolboteira: ese es el fastidio, la rapidez con lo que pasa.
Mari Carmen: intento cada vez mas vivir con la mayor intensidad posible todas las estaciones del año, el verano también. Como dices todo pasa tan rápido …
Es muy práctico recordar veranos pasados... produce escalofríos y se sobrellevan mejor las altas temperaturas... ;)
ResponderEliminarOs voy leyendo pero me cuesta mucho y comentaros más, estoy en mi lugar de siempre, pero escribo menos.
ResponderEliminarEste comentario es para todos igual.
Un abrazo
Maite